Publicado por mariona el 28 de Octubre de 2009 a las 1:00pm
Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el Planeta. Se trata de seres especiales aunque tan terrenales como sus padres. Solo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad. Bautizados como Niños Índigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver más allá de los espectros de la Luz, escuchar todo tipo de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y denotan una destacada hipersensibilidad táctil. Los Niños Índigo, como su nombre lo sugiere, no son Niños azules, sino que se les denomina así porque su aura, o campo energético, tiende a reflejarse dentro de los colores añiles, azules.Es por esto que se les adjudican grandes dosis de intuición, que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia de seres etéreos como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos menores llegan al mundo con el don de la sanación.Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en la Universidad de California (UCLA).Algunos de estos experimentos han consistido en mezclar células de niños índigo con dosis letales de virus de Sida y con células cancerosas, que no tuvieron efecto alguno en las células de los infantes. “La conclusión es que estos pequeños vienen con un sistema inmunológico fortalecido, manifestando inmunidad a las enfermedades”.Para la especialista, los Niños Índigo (termino reconocido a nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan, básicamente, por poseer un nuevo estado de conciencia.Ciertos rasgos físicos distinguen a los niños azulados del nuevo mundo: son más delgados, tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal, por lo general zurdos o ambidiestros. Comen poco, e incluso, algunos son vegetarianos por no soportar la carne, añade.A juicio de los especialistas, estos niños llegan al planeta con la misión de aumentar la energia vibratoria, y poseen mejores condiciones biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un potencial de cambio en su ADN.Al tratar con niños de una conciencia, los adultos nos veremos obligados a cambiar los antiguos patrones educacionales para darles a nuestros niños la libertad de expresión y de acción que mueve su alma, su esencia y su corazón.Los colegios y demás centros educativos, deben estar atentos para reconocer la presencia de niños índigo dentro de los salones escolares. Estos particulares alumnos no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales. Por el contrario, “aprenden de forma reflexiva y participativa, mas no mediante la memorización. Por ello no extraña que a muchos de estos pequeños se les califique como niños problemas, ya que se dispersan con gran facilidad durante las clases”. El síndrome de déficit atencional es clásico en ellos.No deberíamos extrañarnos demasiado, puesto que la raza humana ha vivido múltiples mutaciones desde el tiempo de las cavernas.La alimentación, las comunicaciones y la tecnología han cambiado tanto las costumbres que lo mas lógico es que el ser humano evolucione adaptándose a la nueva realidad.Reconocer a un índigo no es difícil; sus actitudes son sumamente definidas además de manifestar rechazo a la carne y en general a los alimentos de origen animal.Ante esta realidad es inevitable la siguiente reflexión; ¿qué pasa si estos niños son maltratados?, ¿no sería posible que conviertan su energía en negativa como consecuencia de sus malas experiencias?. Consideremos la enorme violencia que reciben a través de los medios de comunicación, habitando en ciudades contaminadas y en medio de una sociedad desesperanzada. Si estos niños deben crecer así, mucho me temo que parte de ellos no logre cumplir la misión de crear una sociedad mejor.El llamado es a apoyarlos, comprenderlos y hacernos cargo de sus necesidades; solo así lograrán ser la base del mundo del mañana
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