Los hombres las humillamos, las chantajeamos, las degradamos, las intimidamos, las amenazamos, las golpeamos y las matamos. La violencia contra las mujeres se da igual en pobres que en ricos, entre letrados y entre ignorantes. Y es hoy el más grave problema de salud pública en México. Las cifras son contundentes: hay violencia en seis de cada diez hogares; una de cada cinco mujeres que utiliza servicios de emergencia en hospitales llega golpeada por su pareja; lo peor es que el temor lleva a que sólo una de cada 100 mujeres denuncie a sus golpeadores. En suma, la impunidad origina que en México una mujer sea agredida cada 20 segundos. Según la Comisión de Feminicidios de la Cámara de Diputados, cada seis horas una mujer o una niña son asesinadas en algún lugar de nuestro territorio.
Así que si alguien cree que exagero al afirmar que en este país les damos un trato subhumano a las mujeres, que le piense dos veces. Porque no hay en este planeta ninguna nación en desarrollo donde las mujeres sean más mal tratadas, salvo en aquellos enclaves fanáticos donde las apedrean hasta matarlas o les arrancan el clítoris para que no manchen su vida con el horrendo pecado del placer sexual.
Aquí no llegamos a esos extremos. Aquí sólo las violamos y asesinamos como a las 500 muertas de Juárez o a las 900 del Estado de México. Aquí nomás las torturamos y mancillamos como a las de Atenco, luego de madrearlas por revoltosas. O las encerramos y les arrancamos grandes pedazos de vida como a Jacinta, Alberta y Teresa por andárseles poniendo al brinco a los judiciales, y tengan su reparación del daño.
Y ni qué decir de todas aquellas que todavía se atreven a pedir y a veces hasta exigir justicia. A esas las ejecutamos a la vista de todos para que quede como escarmiento. Así hicimos hace poco con Marisela Escobedo por necia; a ver, ¿qué es eso de andar jodiendo con que agarraran al asesino de su hija y, peor aún, protestando en las calles contra los gobiernos legítimos del estado y el país?; por eso tuvimos que ejecutarla. Igual que a Josefina Reyes, quien no se estuvo quieta ni porque le desaparecimos y asesinamos a sus hijos, y luego la ajusticiamos a ella misma y luego al hermano y luego a los otros hermanos y a la cuñada y le quemamos la casa a la madre porque a la familia se les contagió lo alebrestado.
No más para que vean cómo andan aquí las cosas en esto de las mujeres, ahí les van algunos otros datos: en el interior de los hogares, en una de cada cuatro parejas la violencia se produce al menos una vez por semana; uno de cada cinco asesinatos en nuestro país es de una mujer dentro de su casa y en más de la mitad de los casos son maridos matando a sus esposas; por eso una de cada cuatro mujeres que se suicidan lo hacen como fuga de la violencia. En el ámbito nacional, de enero de 2009 a enero de 2011 fueron asesinadas dos mil 300 mujeres y 240 mil más violadas. A pesar de eso, uno de cada tres hogares es sostenido por una mujer, aunque les paguen 30% menos que a los hombres por los mismos trabajos.
Por eso, si ya éramos una vergüenza nacional, ahora ya somos una vergüenza internacional: la mismísima ONU ha urgido al Estado mexicano a tipificar el feminicidio como un delito grave en todas las entidades de la República. Actualmente, sólo en Guerrero se ha hecho; en la mayoría de los estados es mucho mayor la pena por robar una vaca que por matar a una mujer. Mientras que Amnistía Internacional y diversas ONG piden a la Unión Europea frenar los feminicidios y proteger a los y las activistas en pro de los derechos humanos.
La violencia contra las mujeres es también un gran problema económico en México. Según los expertos, cada año perdemos más de mil millones de pesos en licencias por enfermedad y baja en la productividad por mujeres golpeadas. Una de cada cinco días de ausencias femeninas en el trabajo es a causa de vejaciones en casa. Según el INEGI, 46 de cada 100 mexicanas padece algún tipo de violencia emocional, sexual, física o económica.
Lo único claro en esta zona de oscuridades es que la violencia vergonzante se origina en factores múltiples como educación, cultura, legalidad y economía, pero siempre vinculados a la desigualdad en las relaciones de poder entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. Y que ha faltado voluntad social y de Estado para acabar con esta infamia que nos degrada a todos.
Así que, en este Día Internacional de la Mujer y a todas las mujeres mexicanas: cierto, hay poco que festejar, pero se vale celebrar que son lo mejor de la vida.
ddn_rocha @hotmail.com Twitter: @RicardoRocha_MX Facebook: Ricardo Rocha-Detrás de la Noticia
Comentarios
...Sabias que durante la inquisición en México, fueron más, mucho más mujeres senteciadas a morir en la hoguera debido a que se echaban la culpa de crímenes cometidos por sus parejas, hijos, esposos , etc. (que para la santa inquisición todo era crimen, ¿verdad?). No sé si la mujer sea o no más valiente pero si son dignos miembros del Club De La Lágrima Perpetua. El hombre manipula ésta situación.
Ahora se nos castiga por opinar o por cuestionar a los gobernantes, como el caso Aristegui-MVS ...nuestra misión en la vida ha sido la disculpa, el chantaje ¿Porqué en México se castiga con el despido a una periodista quien se atreve a preguntar???.... Por favor mujeres que el control remoto no gobierne sus vidas por que ésa es: “la Nueva Inquisición”. Mientras sigamos siendo ingenuas seguiremos siendo el “Seso Débil”.
Por lo que termino con una cita de tu BLOG..."QUE NADIE GOCE DE LO SUPERFLUO MIENTRAS ALGUIEN CAREZCA DE LO ESTRICTO"
Podemos ayudar a miles de mujeres si las invitamos a registrarse en retosfemeninos.com y a participar en los eventos que llevamos a cabo. Poco a poco y unidas miles de mujeres lograremos muchas mejoras. Promuevan todo lo que estamos haciendo, por favor.
Un abrazo a todas.
Sin lugar a dudas mucho trabajo por hacer. Comencemos con nosotras mismas, hagamos trabajo interno para amarnos, valorarnos y asi reproducir esto afuera.
Es obvio que el gobierno no tiene interes en acabar con esto, solo hay que ver el asunto de Juarez. Somos nosotras las que nos tenemos que organizar para empoderarnos y para hacer cambios por medio del activismo. Hoy estare hablando de este articulo en el programa. Gracias Sylvia por compartir!
Cuando llegué a denunciar a la policia a los 17 años sin poderme poner en pie a causa de una severa golpiza, el MP me dijo "Pos qué le hizo para hacerlo que la dejara asi?"... las palabras de ese cerdo me retumban todos los días en los oídos, cada que veo una mujer que no tuvo la misma suerte que yo de sobrevivir a la violencia. Al principio, lo culpaba de todo a él, de los golpes, de las humillaciones, de las presiones psicológicas... con el tiempo he aprendido a "derivar" MI PROPIA CULPABILIDAD... A Darme cuenta de que CREO QUE INCONCIENTEMENTE, yo aceptaba aquello como la única forma de vida posible... Pude haber escapado desde la primera vez y no lo hice, pude haber gritado hasta quedarme muda para que alguien me ayudara, y en cambio, me callé... creo que por aquello que LA SOCIEDAD ADMIRA A LAS MÁRTIRES... El "COMPLEJO DE LA VIVIANITA" lo he visto muy de cerca mas de una vez, mis vecinas, mis amigas, gente un poco mayor, aquilatan lo BUENAS MUJERES QUE SON AQUELLAS QUE SUFREN RESIGNADAMENTE Y CARGAN "SU CRUZ CON DIGNIDAD".
A mi me costó muchos años de dolor, de trabajo, de esfuerzo, de esforzarme todos los días por quitarme de la cabeza "EL QUERER SER UNA BUENA MUJER" de esas que les hablé antes. En alguna ocasión un "alguien" me cuestionó acerca de ¿QUE CUENTAS VOY A DAR A DIOS? en el primer momento no supe que contestar... Hoy le diría...
CUANDO LO TENGA ENFRENTE, LE VOY A AGRADECER LA SEGUNDA OPORTUNIDAD QUE PUSO EN MIS MANOS PARA APRENDER A AMARME A MI, A RESPETARME A MI, TODOS LOS DIAS DE MI VIDA...
Gracias Sr. Rocha (Gracias Silvia por la publicación): son datos muy fuertes y nos lastiman demasiado a las mujeres que hemos pasado por esos terribles casos, las que no hemos muerto a manos de esos "machos" nos hemos vuelto mujeres fuertes y con muchas ganas de sacar a los hijos adelante, nos hemos vuelto Madres - Padres con mucho orgullo cuando nuestros retoños se vuelven hombres y mujeres de bien. Sabemos que falta mucho por hacer, pero también sabemos que contamos con hombres, en toda la extensión de la palabra, cercanos o lejanos a nosotras, que nos respetan, que nos quieren y que, de alguna manera, nos apoyan para salir adelante, posiblemente muchas mueran o queden con cicatrices permanentes en su intento por salir del horror que significa vivir violentada día a día, pero somos fuertes y cuando despertamos y nos volvemos valientes y enfrentamos a esos cobardes y el orgullo nos hace levantarnos, cuidado, una mujer más que con fortaleza los derrota desde la trinchera, dando consejos y alentando a cada mujer vejada, le decimos que si se puede si se quiere y que, aunque la "justicia mexicana" nos de la espalda y en vez de apoyarnos nos de en la torre (déjeme decirle, que aún siendo mujeres, en casos como CAVI son mujeres al frente, algunas que por desgracia nos toque que nos atienda, no nos echan la mano y, si es que pueden, nos hunden en vez de apoyarnos, YO lo viví en carne propia, acusé violación y la "Licenciada" que estaba al frente de CAVITU (Centro de Atención a Víctimas a Tula) me dijo: "....señora, como se queja de eso, si es su marido y puede hacer eso y más, a poco no le gustó, si ustedes lo único que buscan es eso en sus maridos, por eso se dejan golpear, no señora, eso no es violación porque es su marido, qué tal eh, que bonita justicia, representada por esta "señora", esto lo viví en el '97, ya llovió, pero seguimos igual de estancadas en la justicia presente).
Saludos y Gracias por esa carta, que con todo y los detalles y los números y los resultados desastrosos, nos da la valentía también, por lo menos a mi, de seguir echándole ganas y porras a las mujeres que aún se encuentran sumergidas en esa terrible violencia. Dios lo Bendiga y ojalá esta carta se difunda y sea dada a conocer para verguenza de los golpeadores y para orgullo de las que ya abandonamos esa horrenda lista de mujeres golpeadas. Saludos desde Tula de Allende, Hgo.
Blanca Angélica
Somos las indicadas para ayudarnos entre nosotras, a cualquier mujer q veamos en aprietos , o que no tiene acceso a educación, información podemos darsela, cualquiera que tratamos diariamente, desde la vecina, amigas, la señora que nos ayude a limpiar en casa, etc.
No todos los hombres son misoginos, que bueno que el Periodista Ricardo Rocha les haga conciencia con este articulo para que se nos trate como lo que somos MUJERES y como el lo dijo lo mejor de la vida.