Publicado por Martha Chapa el 3 de Mayo de 2010 a las 9:11am
¿Quiénes somos las mujeres? ¿De qué material estamos construidas? ¿Cuál es nuestro método de pensamiento? ¿Cuánto hemos cambiado en los últimos siglos? ¿Estamos destinadas a nutrir las necesidades de los demás? ¿Será posible cumplirnos nuestros propios deseos? ¿Somos reconocidas por los que nos rodean? ¿Nos apoyan nuestra pareja ó nuestra familia, como nosotros lo hemos hecho con ellos? ¿Sabemos hacia dónde ir? ¿Conocemos cabalmente lo que poseemos y al propio tiempo de lo que carecemos? ¿Queremos y hemos logrado todo lo que hemos fantaseado? ¿Cuál el costo de nuestros avances?Estas son las infinitas preguntas que siempre me he planteado. Algunas las he logrado revelar en tanto otras permanecen en el misterio. Estoy segura que también habrá otras que nunca pueda responderme. Pero de alguna manera tengo que iniciar y quiero empezar por lo más sencillo y hasta lógico, las mujeres somos seres que en términos generales, estamos más condicionadas con una serie de factores, tanto familiares, como sociales y por el género mismo a alimentar las necesidades de los demás, ya como esposas, madres, hermanas, hijas, en fin en todos los roles que nos toca vivir. Poco o con ningún espacio dejamos para sentirnos a nosotras mismas, para tener la capacidad de confesar que queremos ser aceptadas, reconocidas y por supuesto que anhelamos con toda el alma la solidaridad social de nuestro entorno.Por ello creo que es tan importante tener el valor de la autocrítica, de llegar hasta las entrañas mismas de nuestra existencia y que todo esto sin duda corresponde a esa imperiosísima necesidad de ser felices. También saber que pasa con todos nuestros procesos mentales, emocionales y además tener siempre la brújula en la mano para aceptar nuestra soledad constructiva si es que ésta es la decisión que tomamos. Así, abrigo la esperanza de que toda esta experiencia acumulada puedan servirle a otras mujeres, compañeras de sueños de algún modo, incluyendo a muchas otras que por desagracia quedan atrapadas en sus propios miedos y se quedan paralizadas ante dolorosos episodios sin atreverse a dar el paso que cambiaría su situación.Debemos unirnos para conocer el camino por el cual queremos transitar, ya sea solas, en pareja o en torno a una familia. Aprendamos que enfrentar los retos nos hacen crecer sin tener que sacrificar nuestra esencia y convicciones. Sabemos hoy que cada vez son más quienes han logrado alcanzar todo lo que han deseado porque se saben capaces y merecedoras de estas nuevas condiciones. Y a la vez a ser amigas entre nosotras mismas a darnos la mano, un hecho que hasta todavía hace poco tiempo no era muy común (tan sólo recuerden aquel nefasto dicho de: juntas ni difuntas).No podría seguir adelante sin hacer un reconocimiento al movimiento feminista que sin duda fue la fuerza impulsora de muchas mujeres para luchar por los derechos que le pertenecen, a aceptar nuestra libertad, aunque no haya sido fácil, pues tuvimos que aprender a vivir de esta otra manera, que nos era desconocida. Por ello, muchas veces sobrevienen las incertidumbres y es todo un cambio elegir y tomar nuestras propias decisiones.Legó entonces el momento en que nos debemos beneficiar con todos estos avances positivos, lejos de ese flagelo en el que permanecimos años y años, calladas, silenciadas, excluidas. Reconsiderar nuestro papel en la sociedad y las que tenemos la oportunidad de reencontrarnos en primer lugar con nostras mismas redescubrir e impulsar a las demás y poder ser más útiles a todos los seres humanos. Ejemplos por fortuna hay muchos: la literatura femenina, que antes fue censurada y considerada como un sacrilegio, es hoy un hecho luminoso.Otro punto importante es respetarnos y por supuesto respetar a nuestros padres, que en ocasiones también debo reconocerlo, no todo es positivo, ya que si algo no nos pudieron dar fue porque no supieron como y no nos enseñaron a ser libres, es que a ellos tampoco se los inculcaron. Así que seamos indulgentes con los seres que nos trajeron al mundo.También tenemos que ser muy éticas con los criterios de los modelos que hemos heredado tanto femeninos, como masculinos, que nos han heredado para poder profundizar en nuestra historia personal y saber escuchar esos mensajes consientes que llevamos muy arraigados y también ver cuáles y por qué nos han impedido ser más plenas. Es la única forma de que podamos determinar cuáles fantasmas nos habitan para enfrentarlos, ya que de otra manera siempre estarán contra nosotras.Las mujeres debemos ser tan nítidas y transparentes que podamos reflejarnos unas a las otras, aceptando incluso nuestras diferencias. Hay, sin embargo, un hilo conductor que nos comunica y son esos problemas que nos aquejan de amanera similar. No hay tarea quizás más complicada a la de ser mujer: educar, trabajar, se parte de un hogar, participar socialmente, etc…Decidirnos ante la envidia y esa competitividad masculina que, conducta negativa si, pero ni modo queremos ser y estos son algunos de los riesgos o peligros. >Por eso si compartimos nuestros conflictos, tal vez nos sintamos menos solas, más apoyadas y aprenderemos a expresar estas emociones nuevas, ya que sin duda es lógico saber que las experiencias de nuestras madres fueron diametralmente distintas a la nuestras ya que la realidad en todos sentidos, social, cultural, económica, tecnológica son otras, aún aceptando semejanzas y con esos modelos de mujeres de antaño muy pocas veces o no del todo o en el mejor de los casos haciendo muchos ajustes que se adecúen a nuestras expectativas de hoy en día. En nuestras manos está el crear otros tipos de vida y así como el arte es hijo de su tiempo lo son las necesidades, los patrones a seguir. Así pues permitámonos sentir para convencernos para ajustar el papel del que esperamos de nosotras mismas o con el que deseamos lo más profundo de nuestras almas. Seguir dándolo todo a cambio de nada, pues sabemos muy bien y con absoluta seguridad lo que esperamos de otros, no tenemos ya la obligación que nos imponían, ahora sabemos exigir porque también ya aprendimos a ser y a dar de una manera más consciente y justa. No necesitamos tampoco que nos hagan la caridad de cuidarnos porque entendimos como conseguirlo bajo nuestro propio riesgo. En una palabra ya sabemos que queremos y el precio que debemos pagar: con voluntad, trabajo, disciplina y ética. Tenemos el privilegio de decidir, y si bien criticamos los roles patriarcales masculinos, con tintes machoides y discriminatorio, no se trata de una lucha contra los hombres ni de desplazarlos, sino de conjuntar esfuerzos con equidad. Relaciones interpersonales más sólidas, más justas y sobre todo basadas en la cooperación que todo eso nos permitirá seguir nuestra marcha.Y justo en este empeño debo reconocer que mii trabajo en las artes plásticas me han permitido salir adelante e imponerme a lo largo ya de cuarenta años.Recuerdo ahora a mis colegas de Mujeres en Lucha, constituido por escritoras, científicas, artistas, políticas, académicas, periodistas, publicistas, funcionarias, es decir un conjunto de mujeres en lucha no sólo por la democracia, sino por la equidad que es inseparable de esta y del bienestar y derechos en todos sus aspectos para nuestro géneroNuestro hilo conductor ha sido el compromiso social, no exento de alegría, esfuerzo, sacrificio y a veces de cierta soledad, celebrando los éxitos de la mujer, pero sin caer en el feminismo a ultranza ni en actitudes belicistas entre los sexos.El “liderazgo femenino” afrontará retos en los años por venir, pues nos encontramos inmersas e inmersos en una crisis severa que, si bien asumimos con esperanza y decisión también nos preocupa. En este contexto, nuestro género tendra grandes responsabilidades y la obligación de redoblar la presencia, ya que la mística femenina es trabajar por México y al propio tiempo cumplir con la misión de heredar a los nuestros un mundo más justo, libre y armónico.Finalmente, quiero expresar que me emociona que nos una el deseo de apropiarnos de nuestro destino, sin treguas ni desencantos. Espero que sigamos con un diálogo profundo, sincero y productivo.Y deseo fervientemente que nuestros esfuerzos personales calen en la conciencia de muchas otras generaciones de sueños para que sigamos avanzando juntas.
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WoW! Que hermoso regalo para cinco de Mayo. Martha Chapa, Gracias por esa leccion tan sensilla y a la vez tan protundo conocimiento en las varias areas del ser humano. estoy de acuerdo empesamos con un auto analisis y tenemos que sentir el miedo y hacerlo de todas maneras Que es le miedo? para mi falsas expectciones que parecen ser real. enfocarnos en el resultado que deceamos obtener en lugar del miedo. y trabajar mucho en nuestro Auto estima por medio de la educacion a traves de libros, talleres y blog como estos la educacion no tiene que ser muy costosa solo abrir nuestra mente y ferviente deceo de superacion . Soy nueva miembra y me encantan los comentarios. Patricia Perez Yep
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