Este 6 de junio la participación de las mujeres en edad de votar será crucial en el proceso electoral que se vive en México. Importante será evaluar las propuestas de los candidatos y las candidatas, que éstas incluyan al tema de género y acciones claras entorno a la igualdad de hombres y mujeres.
Se tienen por delante retos en el diseño de mecanismos, programas y política pública para hacerle frente a la violencia de género, sistema nacional de cuidados, empoderamiento económico, y requiere obligadamente la suma de esfuerzos y voluntades; empezando obviamente con la participación de la mujer en los espacios de toma de decisiones. Empezando en las urnas.
Mujeres, al tomar la oportunidad de votar tomamos la responsabilidad de participar en la construcción de un país más igualitario, de demandar acciones concretas en pro del desarrollo de todas. A construir un futuro con menos estereotipos y roles para las nuevas generaciones.
Se habla tanto de la transformación que requiere México, de un verdadero cambio, sin temor a cometer una equivocación, son las mujeres quienes harán realidad esa transformación, haciendo valer su voz y su voto.
Una participación más activa en los asuntos políticos, empieza conociendo las necesidades del entorno más cercano, desde el círculo familiar, la colonia, municipio o alcaldía, el Estado; hacer comunidad para ser agentes de cambio conlleva tomar acción, vincularse con esos actores políticos que se eligen, exigirles cuentas y resultados.
Como ciudadanas, y si queremos hacer valer nuestra autonomía, es fundamental que tomemos los espacios de poder y toma de decisiones, que influyamos en las agendas políticas, no dejemos los temas propios de las mujeres en manos de quienes siempre han estado. Es nuestro deber incidir en esos espacios, sólo así el liderazgo femenino se visibilizará más allá del mero cumplimiento de las cuotas de paridad de género.
Hagamos historia en estas elecciones, salgamos a votar con conciencia, habiendo reflexionado y ponderado propuestas, que los sucesos mediáticos y las falsas notas que en estos tiempos son tan comunes no opaquen el significado real de estos procesos.
Promovamos también la participación pacífica de otras personas, no sigamos cediendo espacios de poder a quienes carecen de vocación por el servicio público, a quienes no son sensibles a las necesidades de la población, a quienes no ven más allá que de sus propios intereses personales, a quienes no tienen altura de miras.
Este país requiere de más madurez y conciencia ciudadana, de funcionarios públicos comprometidos por el bienestar de la población, más allá de sus filias y fobias, si buscamos un México de primer nivel, seamos ciudadanas y ciudadanos de primer nivel.
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