Publicado por María Samaniego el 5 de Abril de 2010 a las 7:08am
LOS AMIGOSMis amigos me rodean como una falda de aguaque detiene las rocas que la vida me lanzaSon la barrera donde se estrella la tristezay la campana que me llama a la esperanza.Mis amigos construyen sus casasy las arreglan: se casan y descasansiguiendo las migas de pan que la felicidadles riega en medio de los bosques oscurosde la incertidumbre humana.Su risa vale más que el diamante más grandedel Topkapi.Amo a mis amigos y los celebro con chischilesy tamboresSin ellos, no sería más que un eco que nadie escuchauna noche sin sol que la redimaun ruiseñorsin su rosa.Gioconda Belli
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –
en que uno siente más pesado el alma. En que la mirada se cansa de mirar al horizonte, tan lejano, y busca como vencida mirar tan solo nuestros pies, nuestro pesado caminar.
Hay días en que uno debe pararse en el camino y, quizá sentado en una piedra, tomar aire y respirar hondo.
Hay días en que uno necesita a un amigo. El que se sienta a nuestro lado sin hablar, pero sentimos su presencia. El que sabe sentir lo que sentimos. El que al levantarse y remprender el camino nos arrastra sin apenas darnos cuenta, sin que notemos que su fuerza y su fe en nosotros nos empuja de nuevo.
Hay días en que uno se siente muy cansado y hay amigos que nos recuerdan que parar a descansar no es detenerse, es tomar impulso...
Hoy vinimos a decirte eso... y a agradecerte que seas nuestra amiga
Comentarios
unas manos amigas...
sere refugio de los que
me han querido y pesadilla
de los que me han lastimado...
el ataud donde me han encerrado
no sera mi carcel eternamente,
caminare,vivire y amare por siempre
en cuerpos diferentes,con perfumes
diferentes,pero muy parecidos a los
mios...
ellos son yo...
ellas son yo...
yo soy ellos...
esa fue nuestra promesa y asi sera,
aqui,alla,o donde sea...
en que uno siente más pesado el alma. En que la mirada se cansa de mirar al horizonte, tan lejano, y busca como vencida mirar tan solo nuestros pies, nuestro pesado caminar.
Hay días en que uno debe pararse en el camino y, quizá sentado en una piedra, tomar aire y respirar hondo.
Hay días en que uno necesita a un amigo. El que se sienta a nuestro lado sin hablar, pero sentimos su presencia. El que sabe sentir lo que sentimos. El que al levantarse y remprender el camino nos arrastra sin apenas darnos cuenta, sin que notemos que su fuerza y su fe en nosotros nos empuja de nuevo.
Hay días en que uno se siente muy cansado y hay amigos que nos recuerdan que parar a descansar no es detenerse, es tomar impulso...
Hoy vinimos a decirte eso... y a agradecerte que seas nuestra amiga
No te olvides de ser feliz…
Respetuosamente
Laura & Félix