Uno de los temas más mal entendidos en el área de desarrollo humano son los miedos, y como dice una amiga psicóloga, pareciera que el tema del miedo se entiende muy poco porque hasta “miedo” nos da hablar sobre él. Y es cierto, la palabra en sí misma tiene una connotación negativa y se ha satanizado al grado de que evitamos incluso mencionar la palabra si es posible. Hace unos días platicando con una amiga me comentaba sobre el terror que le causa un proyecto enorme que tiene frente a ella. Cuando escuché sus palabras le dije que eso era excelente y me vio como bicho raro y enseguida me contestó que no empezara a filosofar como lo había dicho días antes su papá, pero le expliqué sin filosofías que decía realmente que era bueno que sintiera eso, porque si un proyecto no le causaba el más mínimo miedo, en realidad no estaba retando todas sus capacidades. Nos gusta pensar que el miedo es una emoción que le da únicamente a la gente cobarde cuando ven algún peligro, y que por otro lado, los valientes frente a ese mismo peligro reirían, pero esa es como caricaturizarlo. Uno de los actores que más admiro es Will Smith, y en general su filosofía de vida me inspira muchísimo, pero hace poco protagonizó una película futurista en la que la humanidad vive en un planeta distante y a veces son atacados por unas criaturas que a pesar de ser completamente ciegas, son capaces de detectar a los humanos pues al sentir terror al ser atacados, liberan una serie de sustancias químicas que son visibles para esos bichos. En esa película Will Smith dice algo que él piensa en la vida real y es que los peligros son reales, pero el miedo no. Lo cierto es que el miedo también es real, y es una reacción fisiológica del cuerpo de animales y humanos, y que gracias a él hemos sobrevivido. El problema ahora es que más del setenta por ciento de los miedos no son por peligros físicos, sino por interpretaciones mentales de situaciones que pueden ser incómodas, desagradables y demás.Dicho de otras palabras, ahora ya no tenemos que estar preocupados por ser devorados por un oso cavernario o por un tigre dientes de sable, y si bien siguen existiendo peligros físicos como asaltos, accidentes vehiculares o fenómenos naturales, lo cierto es que nuestras vidas hoy por hoy son mucho más tranquilas y los peligros implican ser despedido del empleo, tener un problema con la pareja, quedar sin dinero antes de que termine la quincena, etc. De hecho, lo curioso es que hoy se sabe cuáles son los miedos más recurrentes de la gente y por extraño que parezca, el primero es hablar en público, probablemente por el hecho de exponerse al juicio y desaprobación de muchas personas a la vez, pero se han hecho estudios y se sabe que incluso se le teme más que a la muerte. Los otros dos miedos que paralizan a la sociedad son: el miedo al fracaso, y curiosamente, el miedo al éxito. Son estos dos miedos los que sabotean diariamente los sueños de miles y miles de personas en todo el mundo que incluso antes de intentarlo deciden darse por vencido por alguno de esos dos miedos Continuará….
Gustavo Aglez
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Comentarios
Gracia por sus comentarios. pronto vendrá la segunda parte.
Un abrazo
Grandioso articulo, gracias por compartirlo, es muy cierto todo lo que comentas, desconocia el gran impacto que estos miedos provocan. Esperare ansiosa la continuacion