Publicado por Elsa G Bonilla el 5 de Junio de 2010 a las 6:59am
He oído una historia sobre Cleopatra, una de las mujeres más bellas. Cuando murió, de acuerdo con los antiguos ritos egipcios, su cuerpo no se quemó hasta el tercer día. En estos tres días fue violada: un cuerpo muerto. Cuando me enteré de ello, me sorprendí: ¿Qué clase de hombre pudo haberla violado? Pero después pensé, quizá no fuese tan raro, todos los hombres han reducido a las mujeres a cadáveres, por lo menos mientras hacen el amor.Cuando los misioneros cristianos llegaron a Oriente, se sorprendieron al darse cuenta que sólo conocían una posición: el hombre encima de la mujer, porque así el hombre tiene más movilidad y la mujer yace debajo de él, como un cadáver.Que el hombre esté encima es poco civilizado; la mujer es más frágil. Pero la razón por la que los hombres han elegido colocarse encima, es que así pueden mantener a la mujer controlada. Aplastada debajo de la bestia, la bella no tiene más remedio que controlarse. La mujer ni siquiera debe abrir los ojos, eso es cosa de putas. Debe comportarse como una dama. Esta posición, con el hombre sobre ella, es conocida en oriente como la posición del misionero. Se avecina una gran revolución en la relación entre el hombre y la mujer. En los países evolucionados del mundo, se están desarrollando institutos donde te enseñan cómo amar. Es lamentable que hasta los animales sepan cómo hacer el amor y que al hombre se le tenga que enseñar. Y en estas enseñanzas, lo fundamental es el juego amoroso, anterior y posterior al sexo mismo. ¡Entonces el amor se convierte en una experiencia tan sagrada! Deberías abandonar el miedo a la intimidad y a perder totalmente el control cuando estás con un hombre. Deja que el idiota tenga miedo; si quiere asustarse, eso es asunto suyo. Tú deberías ser auténtica y fiel a ti misma. Te estás mintiendo, te estás engañando, te estás destruyendo.¿Qué hay de malo en que el hombre se asuste y salga corriendo desnudo de la habitación? ¡Cierra la puerta! Deja que todo el vecindario se entere de que este hombre está loco. Pero tú no necesitas controlar tus posibilidades de tener una experiencia orgásmica.Fragmento del libro ,,,Miedo a la intimidad de Osho.
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No lo había pensado así, pero tienes toda la razón, es una manera de dominarnos, ellos tener el poder de sujetarnos. Pero tenemos que liberarnos y difrutarnos como debería ser, sin intimidarnos
Sandra.....bravo!! te felicito. Creo que la madurez y el tener tmb una pareja comprensiva nos hace llegar a conocernos mas a fondo y asi llegar a disfrutar nuestra maravillosa sexualidad.
Hola Elsa, con el tiempo he aprendido a disfrutar mi sexualidad libremente, con responsabilidad y sin culpa, y sobre todo enriqueciendo la relaciòn y buscando otras formas de alcanzar el placer.
Elsa, gracias, muy interesante articulo. Creo que parte del problema es en la educacion sexual de los padres. El otro gran problema es que la sociedad lo sigue calificando como algo sucio y pecaminoso, especialmente si eres mujer. Basta ver el que en sociedades se apedre a una mujer por no salir acompanada de un familiar hombre, o que en otras se practique la mutilacion del clitoris. Y en una de las naciones avanzadas querian quemar con lena verde al presidente de la nacion por tener sexo que no era en la posicion preferida por los misioneros que tu senalas.
La parte que mas me gusto del articulo es donde dice: Que el sexo es antes y despues del sexo, no nomas a la hora de cuchi cuchi.
Un tremendo abrazo.
Tal vez no deberìa de decirse que los hombre, màs bien "algunos hombres". Disfrutar la intimidad con una mujer es algo hasta espiritual. No todos los hombres nos "montamos y ya". No es necesario llegar al coito para lograr un orgasmo de la pareja. Hermosas mujeres, no todos los hombres somo iguales, habemos de colores, olores y sabores diversos. A final de cuentas si ustedes lo disfrutan es mejor, y si no, es que no somos buenos amantes.
De acuerdo con Osho el primer paso para conocer una experiencia real de intimidad es aceptarnos completamente, incluyendo nuestros miedos so deseos de intimidad. Una vez que hayamos nos hayamos aceptado a nosotros mismos como somos , nuestro miedo a la intimidad desaparecerá. La verdadera intimidad sólo se alcanza cuando dejamos caer los condicionamientos que nos impusieron, dejar nuestra identidad, la condenación, y valorarse a uno mismo y el otro como un ser humano único. El temor a la intimidad es exactamente lo opuesto a una relación cercana, como aquella que recordamos haber tenido en el pasado , cuando cualquier cosa nos ilusionaba
Comentarios
UN abrazo de osa melosa!!
La parte que mas me gusto del articulo es donde dice: Que el sexo es antes y despues del sexo, no nomas a la hora de cuchi cuchi.
Un tremendo abrazo.
gracias por tu comentario.