Boris Cyrulnik recuerda con emoción los dolorosos años de su infancia, y cómo supo encontrar los recursos para convertirse en un hombre realizado. Un ejemplo de resiliencia.
Imposible vivir de nuevo en esta ciudad; todas las calles están bloqueadas por mis penas de niño, y por los recuerdos de mis alegrías, peores que los de mis tristezas.
Francois Mauriac
Burdeos
Me acuerdo...
Un niño no tiene nunca los padres con los que sueña. Sólo los niños sin padres tienen unos padres de ensueño. Boris Cyrulnik, Los alimentos afectivos.
Capítulo 1
Me acuerdo...Ceca de mi casa, en la calle de la Rousselle, había una gran puerta, una especie de arco de triunfo, y el ejército alemán desfilaba procedente del puente sobre el Garona. Me parecían muy elegantes, con sus uniformes, sus caballos, y también había música. Como no podía pasar bajo la puerta, la tropa se dividía en dos y recuperaba la formación justo después. Yo lo encontraba tan bonito que no podía comprender por qué todo el mundo lloraba a mí alrededor. Era el día en que los alemanes entraron a Burdeos.
Viví una paradoja: para mí, niño de cinco años, aquel día era un día de fiesta, un día magnifico, mientras que todos los adultos vivían una pesadilla. La memoria traumática es muy particular. No es una memoria normal, sino que transforma, amplifica o minimiza. En lo más profundo de nosotros mismos existe un rastro muy preciso, más aún que los archivos, pero luego, para hacer que el recuerdo sea coherente, arreglamos su contorno. Tomamos buena conciencia de ello en el caso de un traumatismo. Si hay trauma, es que lo real resulta inverosímil, que los acontecimientos desafían la humanidad. Entonces, para hacer que el trauma sea coherente, regresan recuerdos extremadamente precisos, el color, la palabra, el sonido, un halo impreciso de ordenación del recuerdo.
Comentarios
UN ACONTECIMIENTO DOLOROSO SIEMPRE DEJARA HUELLA, CREO QUE PUEDE SER DETONANTE DE SUPERACIÓN PERSONAL O UN ABISMO DEL QUE NO SE PUEDA SALIR.
ME ENCANTARÍA CONOCER EL RESTO DE LA HISTORIA.
GRACIAS POR COMPARTIR MARI, UN FUERTE ABRAZO.