MANEJANDO EL APEGO AL TRABAJO

Una reflexión que seguramente hemos hecho en las últimas semanas, por tener que cambiar de una modalidad de trabajo presencial en una oficina o en campo a una modalidad virtual, es cuánto tiempo debemos dedicarle a desarrollar eficientemente las funciones y tareas asignadas.

Tal vez también nos hemos cuestionado si a lo que nos dedicamos realmente nos satisface y está alineado a nuestros principios éticos, a nuestro propósito de vida, o solamente estamos laborando en piloto automático para sobrevivir.

O pudiera darse el caso que el proyecto o funciones nos guste y nos llene, pero estamos desconectados o desconectadas de la cultura organizacional de la empresa que nos contrató, o bien, sus políticas de responsabilidad social no corresponden con nuestras metas personales y profesionales.

Es muy válido replantearse qué queremos hacer, con qué grupos nos gustaría colaborar, en qué sector de la actividad económica, cómo podemos alinear nuestras metas para lograr un equilibrio en cada uno de los ámbitos en los que interactuamos (familiar, laboral, etcétera).

Con cualquier de estas reflexiones viene la pregunta ¿qué es lo que realmente deseo hacer con mi vida de aquí en adelante?, para ello se precisa autoconocernos y con total honestidad reconocer cuando una situación, en este caso laboral, no podemos seguir manteniendo.

Puede darse el caso que por miedo a tomar decisiones, a la incertidumbre por lo que nos deparará el futuro, mantenemos  un fuerte apego a esa situación; y es que al no conocer qué queremos hacer hacia adelante, para qué lo queremos hacer, nos estanca, creemos que vamos a perder. La realidad es que perdiendo se gana, si nos atrevemos a soltar, si hacemos conciencia de que darnos la oportunidad de aceptar una nueva circunstancia nos llevará a un nivel de mayores conocimientos, satisfacciones y crecimiento personal.

Tendemos a autoengañarnos, preferimos esperar (a veces ilusamente) a que las cosas cambien, cuando estamos recibiendo señales por diversos medios y personas; de que alguien más se haga responsable para cambiar aquello que nos está impidiendo avanzar.

Valdría la pena además, reflexionar que si ya estamos dudando respecto a nuestro lugar en un determinado espacio de trabajo y sobre nuestro proyecto de vida, es otra señal de que algo ya no encaja en nuestro presente y tampoco lo será en nuestro futuro. Soltar y desapegarnos, en principio mentalmente, nos ayudará a atraer aquello que nos sacará de esa situación.

Crear el espacio y dedicarle el tiempo para decidir cómo continuar tu desarrollo profesional, es vital en estos momentos de cambios, de reestructuración de los modelos de trabajo y de negocios, de conectar con tu esencia y propósito de vida.

Recordemos que todo tiene su ciclo y es impermanente, lo más maravilloso que tenemos como seres la oportunidad de aprender de estos ciclos, de sacar lo mejor que tenemos dentro y continuar nuestro camino de crecimiento personal.

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