Tal como nos enseñan la Ley de Atracción y Ho’oponopono, somos 100% responsables de nuestra realidad. ¿De qué forma somos responsables? Somos responsables de los pensamientos que determinan nuestro destino.
Nuestros pensamientos están muy controlados por nuestras memorias. ¿Sabías que el 90% de nuestras memorias vienen de nuestros ancestros, y que las hemos estado acumulando durante una infinidad de vidas? Por lo tanto, aquello en lo que pensamos que basamos nuestras decisiones, a veces no tiene nada que ver con los pensamientos del momento.
¿Y sabías que sólo eres consciente de 15 bits de información por segundo? Cuando en realidad tienes 11.000.000 de bits de información por segundo que ni sabes que existen y están tocando todo el tiempo. Estos bits son memorias pasadas que has estado almacenando, y son los que controlan tus decisiones, opiniones, juicios de valor, expectativas y temores. Todo esto impide que alcances tu verdadero potencial y tu paz interior.
Cuando afirmamos y visualizamos, ¡estamos manipulando los 15 bits de información de los que somos conscientes! ¡Esos 15 bits creen saber qué es correcto y perfecto! En Ho’oponopono aprendemos a soltar y dar permiso a Dios. La limpieza de Ho’oponopono nos abre a la bondad del universo de Dios y trabaja con los 11.000.000 de bits de los que no somos conscientes. Cuando soltamos y se lo entregamos a Él, ¡Él puede transmutar por nosotros y nosotros no necesitamos siquiera saber cómo funciona!
Esto es lo que Joe Vitale descubrió cuando halló Ho’oponopono, y es el motivo por el que dijo “Ho’oponopono está más allá de El Secreto.” Las afirmaciones sólo le dicen a Dios qué hacer por nosotros, como si supiéramos mejor que Dios qué es correcto y perfecto para nosotros. Con Ho’oponopono y la limpieza, estás dando permiso a Dios, quien sabe mejor, para que te traiga aquello que es correcto y perfecto.
Entonces, permíteme preguntarte lo siguiente: ¿queremos afirmarle a Dios que sabemos más que Él, o preferimos soltar y darle permiso para que nos traiga aquello que es correcto y perfecto?
Incluso una enfermedad puede ser una bendición encubierta. Muchas veces un dolor puede ser una forma de soltar memorias, ¡ya que nuestro cuerpo es TODO memorias! Amo el dolor y la enfermedad. Les digo te amo como una forma de soltar y permitir a Dios realizar la curación. No lo hago para que el dolor o la enfermedad desaparezcan. Lo hago para poder estar en paz incluso cuando estoy enferma.
Verás, Dios puede hacer algo diferente cada vez que sueltas y dices “Gracias” y “Te amo”, porque Dios sabe qué es correcto y perfecto para ti en ese momento. Sólo necesitas decirlo. Eso es todo. ¡Necesitas dar permiso en lugar de pensar que TÚ podrás solucionarlo!
Lo mismo aplica a las visualizaciones. Es Dios quien está creando cuando usas cualquiera de las herramientas de Ho’oponopono. Si puedes ver el trabajo de Dios, si puedes ver la transmutación de Dios, bien por ti. Pero no eres tú quien lo está haciendo. Tu trabajo sólo es decirlo, y luego permitir a Dios ser el que crea. Dios es quien traerá aquello que es correcto y perfecto, y El no necesita que le des indicaciones sobre qué colores utilizar, cómo hacerlo, o cuáles deberían ser los resultados.
Una vez más, las afirmaciones y las visualizaciones son una forma arrogante de pensar con nuestros 15 bits de información, y luego creer que sabemos más que Dios, y que por lo tanto Él necesita que le demos indicaciones.
El Reverendo Michael Beckwith dice que las afirmaciones son como cosas de jardín de infantes. Despertamos, jugamos con ellas y nos damos cuenta de que somos poderosos. Ahora nos graduamos y podemos ser nosotros mismos. Ese es nuestro trabajo, ser. Cuando eres, estás en el fluir, das permiso al Universo para guiarte, protegerte, y colocarte en el lugar correcto en el momento correcto. ¿Te suena familiar?
Como siempre digo, debes hacer aquello que funcione para ti. No tengo duda de que las afirmaciones y las visualizaciones pueden funcionar. Somos así de poderosos. Creamos con nuestros pensamientos. Sin embargo, ¿no es mucho mejor repetir “gracias” o “te amo”, soltar y dar permiso a Dios, que nos creó y nos conoce mejor que nadie?
Bien, hace varios años que practico soltar y dar permiso, y puedo asegurarte que hoy tengo mucho más de lo que podría haber pedido. Ni en mis sueños podría haber imaginado la vida que vivo hoy.
¿Quieres liberarte? ¡Entonces da permiso a Dios que sabe más!
Comentarios