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A unos días de que oficialmente inicie el verano, ya se siente la buena vibra que trae consigo el sol.  Como se antoja salir unos días al mar, a jugar en la playa. Leer placidamente, tomarnos un momento para pensar y disfrutar de la buena compañía de la familia y los amigos. ¡Qué placer!

Miro a mi alrededor y veo a muchas personas que lo tienen todo y que simplemente no disfrutan. Y me pregunto ¿por qué será? Analizando este tipo de casos encuentro un común denominador: son personas que no se comprometen.

La pregunta es: ¿Porque hoy en día existe tanto miedo al compromiso? ¿Por qué es tan difícil comprometerse?

Básicamente la falta de compromiso esta relacionada con la falta de confianza en uno mismo. Quien no confía en sí mismo, esta destinado a no comprometerse prácticamente con nada, ni con nadie profundamente. La falta de autoestima no le permite a las personas a tomar decisiones que verdaderamente comprometan su voluntad. Al existir una falta de determinación, salen huyendo de cualquier relación, trabajo o situación que implique un cierto nivel de compromiso.

Y aparece el que se puede llamar “el efecto veleta”. Una persona que no se determina y que no se compromete consigo mismo a seguir un rumbo determinado, suele ser alguien con poco carácter, capaz de cambiar de pareja, de amigos, de trabajo, de casa de cualquier cosa sin  el mayor problema. Por un simple motivo. No están comprometidos y por eso es fácil cambiar con facilidad de rumbo.

Se deja llevar por la multiplicidad de alternativas que existen hoy en día que le cuesta trabajo elegir una.

Hay tantos modelos a seguir que no pueden determinarse. Estas personas que no pueden comprometerse frente al gran abanico de opciones que ofrece la vida experimentan problemas para determinarse. Y la determinación es queridos lectores, un elemento indispensable para el éxito.

Hay para quienes el matrimonio es una opción. Para otros la soltería es lo de hoy. Hay un amplio grupo que decide vivir juntos y compartir gastos. Los que mantienen relaciones con parejas de su mismo sexo. Están los “swingers”, parejas que por mutuo acuerdo comparten relaciones con otras parejas. Unos que tienen hijos. Los que no tienen, y los que deciden adoptar…. En fin. Hoy en día son tantos los estilos de vida, todos ellos muy respetables, que ante la posibilidad de encontrar algo o alguien mejor deciden no comprometerse y con ello poder acceder a cualquier alternativa que se les presente en el camino.

La falta de compromiso te permite estar abierto a cualquier oportunidad. Y siguiendo la lógica de que siempre habrá una nueva y mejor alternativa en cualquier ámbito de la vida, tanto en el trabajo como a nivel personal, esto te da la posibilidad de no comprometerte, aunque, paradójicamente, quien no se compromete, no es capaz de disfrutar plenamente.

Comprometerse con algo o con alguien es lo que le da un sentido auténtico a la vida.

Te has puesto a pensar si ¿es posible comprometerte  profundamente, sin dejar de sentirte libre?

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