Quien no recuerda el filme “La sociedad de los poetas muertos” protagonizada por Robin Williams y Ethan Howke, un filme de 1989 del director Meter Weir, nominada en los Oscares para mejor película, mejor director, mejor actor principal y que ganó el Oscar por su impecable guión. Nada mejor para reflexionar que una pieza como ésta. En donde se cuestiona ¿que tan eficaz es la educación tradicional en las escuelas?
Bajo el lema de “Carpe Diem”, o lo que en español quiere decir “aprovecha al máximo el momento”. Robin Williams en su papel de profesor de una escuela tradicional hace notar a sus alumnos la importancia que tiene “hacer que su vida sea extraordinaria”.
A raíz de esta película surge el cuestionamiento, ¿es bueno educar a las nuevas generaciones para ser sumisos, obedientes, “buenos” y súbditos? O ¿preferimos jóvenes que sean capaces de pensar por si mismos, que sean responsables de sus actos, libres, con criterio propio, que les permita tomar decisiones adecuadas?
Hoy en día aún hay ciertos sistemas educativos que fomentan una educación represora que puede dar como resultado un país de tímidos. En donde apoyados por los padres, insisten en censurar a los niños ocasionándoles temor a expresar sus opiniones y sus derechos por miedo a ser castigados.
También es común que algunos maestros premien a los alumnos que no discuten el sistema educativo y tratan con más dureza a los que suelen cuestionarlo.
Educación que a la larga da como resultado, jóvenes que de adultos se convierten en empleados que aprenden que para conservar sus puestos de trabajo hay que suprimir sus ideas o por el contrario, no serán dignos de recibir un aumento o un asenso a pesar de su eficiencia, de su talento y de su capacidad.
Definitivamente, es preferible un joven rebelde que lucha por sus ideales y que se echa para adelante, a uno sumiso que hace exactamente lo que dicta la sociedad, alineado al que dirán, sin personalidad y sin liderazgo.
No hay nada peor que ser tibio. Es preferible ser temido y ser respetado por tus ideas, que ser vapuleado por quien sea.
El reto está en replantearnos como sociedad, la forma de educar a las nuevas generaciones para que sean capaces de pensar por sí mismos, para que abran su mente y logren adquirir un pensamiento autocrítico, creativo que les ayude a ganar autonomía, y paralelamente inculcarles el beneficio de ser más reflexivos.
Esto les permitirá ubicarse en un lugar distinto: Líderes con iniciativa.
¿A ti que tipo de sociedad te gustaría tener en el futuro?
¡Carpe Diem!
Comentarios
Me encantó tu reflexión, creo que todos deberiamos ahondar en este tema; mi hijo cuando estaba en la escuela, era de los que no se conformaba con lo que un maestro le decía e invariablemente investigaba por su cuenta el tema, cuando cuestionaba al maestro y le exponía sus dudas o le sugería ampliar el tema generalmente salía regañado o de plano castigado, afortunadamente lo hablabamos, quedaba en paz y seguro de que había hecho lo mejor, pero es muy triste que las personas (en general) no tengan esa hambre de conocimiento y que vean en los libros solamente obligación o aburrimiento. Te pido autoriación para compartir tu blog. Gracias!!
Algo urgente es no solo educar para crear lìderes capaces de pensar por si mismos, sino tambièn impartirles una educaciòn basada en principios morales y sanas costumbres que en la actualidad se han perdido. Solo basta dar una mirada a nuestro alrededor para ver como se ha descuidado esta parte fundamental en la educaciòn de nuestros hijos, y esto es gran responsabilidad por parte de nosotros sus padres.