El viento golpea suave en las mejillas. Es la brisa del mar que nos recuerda la paz que hay sobre las playas de nuestro hermoso país. Hay que agradecer a la naturaleza que nos permita gozar de la luminosa belleza de nuestro mar pacífico. Que las consecuencias del tsunami que golpeo a nuestros hermanos de Japón no tuvo consecuencias en nuestras playas.
Mirando el oleaje suave de las bellas playas mexicanas, se antoja pensar. ¿Te has preguntado si lo que haces es lo que te apasiona? o si lo haces ¿por qué no puedes prescindir de tu ocupación o de tu trabajo?
Queda claro que todos trabajamos para poder acceder una mejor calidad de vida; no importa la edad, siempre es oportuno tomarte un momento para pensar ¿si el dinero dejara de ser un problema, y tuvieras la oportunidad de decidir en que quieres ocupar tu tiempo… ¿a que te dedicarías?
Para poder encontrar tu vocación es necesario plantearse muchas preguntas y a la vez asumir riesgos. La vocación es la llamada. A lo que estamos llamados para hacer.
Independientemente de que en este momento te sea posible o no cambiar de actividad, es importante estar consciente de que lo que haces es algo que te gusta, que te aporta un beneficio y que te hace sentir bien.
Hay para quienes definir su vocación les es más fácil. Para otras personas resulta más complejo debido a las presiones y las responsabilidades económicas pero en cualquier caso, la vocación es algo que te da la oportunidad de dedicarte lo que disfrutas, con talento y con pasión; e implica una gran dosis de determinación.
Hay algunos datos que te pueden ayudar a identificar tu vocación. Pregúntate ¿cuáles son tus habilidades más genuinas? ¿cuáles son esas cosas que haces con más facilidad, las cosas que haces bien de manera casi instintiva?
Cada persona tiene un talento especial. El objetivo es ubicarlo. Si logras conjugar el interés, el gusto genuino, con tus aptitudes estamos frente a una verdadera explosión de posibilidades, que puede dar como resultado tu vocación y detrás de ello, seguramente seguirá el éxito.
Es clarísimo que existe una gran diferencia entre lo que se realiza por vocación y lo que se hace por deber. Cuando hacemos las cosas por gusto, cuando el tema nos apasiona, nos interesa y nos nutre, el resultado generalmente es maravilloso.
Date la oportunidad de verdaderamente reflexionar acerca de lo que te gusta, de lo que te apasiona, de lo que te motiva, se leal a ti mismo, escucha tu voz interior y hazte caso. No hay una fuerza más poderosa que la voluntad.
No hay trabajos ideales, cada persona construye su propio espacio, su propio estilo de hacer las cosas, y eso, se construye desde lo más auténtico de nuestro Ser.
Las olas rompen en pleno atardecer. Sólo se escucha su vaivén de fondo, y el sonido de una que otra ave. Son las cinco de la tarde de un sábado primaveral. En unos momentos más empezará a caer el sol. ¿Cuántas cosas pasamos desapercibidas?... que maravilla es estar vivo y poder elegir.
Escucha todos los días LÚA. Impulso Vital en la tercera emisión de noticias 98.5 fm radio.
Y enciéndele a tu vitalidad!
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