No cabe duda que en la vida no todo es blanco, ni todo es negro. La vida esta llena de matices, de experiencias positivas y negativas. Este es el concepto fundamental de la filosofía oriental, en donde todo lo existente tiene su opuesto, para que haya luz tiene que haber oscuridad, para que exista el sonido debe existir el silencio, del calor, el frío. De la noche el día. De este concepto se desprende el ying y el yang. “El ying se refiere a lo femenino: la tierra, la oscuridad, la pasividad, la absorción. El yang tiene que ver con lo masculino, con el cielo, la actividad, la luz, con la penetración".
Te has detenido a pensar ¿de qué manera puedes encontrar el equilibrio en tu vida mediante estos dos conceptos fundamentales? La forma de encontrar el equilibrio en los matices, ¿cómo integrar en lugar de excluir?
La gran mayoría de las personas estamos educadas para movernos en los extremos y esto sucede a partir de la construcción del lenguaje. La palabra “o” esta presente en los enunciados. ¿Por qué no integrar el “y” como una forma de construcción verbal y de construcción de las ideas y de la vida misma?
Es posible, ejercer una profesión y ser pareja y cuidar la salud y ser padre de familia y ser amigo, y…. cualquier cosa que se desee ser en la vida.
La exclusión nos limita, nos empobrece. Aprender a incluir es fundamental como punto de crecimiento. No siempre es una cosa “o” la otra. Se trata de sumar para encontrar el equilibrio, la armonía.
Para poder tomar buenas decisiones en nuestra vida se requiere dejar de pensar en las disyuntivas como excluyentes, y aprender a integrar opciones que abran puertas y nos permitan agregarle valor a nuestras vidas.
Incluir quiere decir, “poner una cosa en el interior de otra o dentro de sus límites”.
Ser incluyente implica ser tolerante ante la diferencia, abrir la mente para poder conocer realidades distintas y poder elegir lo mejor para cada alternativa.
Un ejemplo claro de ello es la forma en la que educamos a nuestros hijos, dependiendo de la edad es importante enseñarles la forma de resolver problemas bajo el principio de la tolerancia. Inculcarles que la forma de resolver conflictos a través de la responsabilidad de sus actos. Mostrarles la diversidad de las razas que existen en el mundo, que el valor de las personas está en el hecho de Ser y dejarles claras las similitudes que tenemos los seres humanos, independientemente del color de la piel, de la lengua y de los bienes materiales.
Suena fácil y sin embargo se trata de un proceso que inicia por uno mismo, ¿cómo puedes enseñarles a los demás si no empiezas por ti?
Aprender a tolerar la diferencia es aprender a decidir tomando en cuenta a los demás.
¿Cuántas guerras se evitarían si la visión de los políticos fuera incluyente? ¿Cuánta paz habría en el mundo si los seres humanos interiorizamos verdaderamente el valor que tiene la tolerancia? El valor tan grande que tiene la diferencia….
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