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Arranca el mes de junio con todos sus colores.  De los naranjas a los ocres del sol.  Los brillos del  azul en las aguas del mar.  Que no se olviden los verdes que representan la abundancia de la naturaleza y sus flores símbolo de la alegría.

Se avecina el verano pletórico de sol y de calor como se ha dejado sentir en los últimos días.

Decía Heráclito “que todo cambia, que nada es permanente, todo fluye, evoluciona, se transforma”. Y agregaba: “nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, dado que las aguas, nunca son las mismas”. La vida nos plantea todos los días disyuntivas, opciones. Lo interesante de este pensamiento ancestral es la aplicación que podemos hacer de él, hoy, aquí y ahora en el presente.

En la vida, nada es permanente todo esta en constante movimiento, en constante evolución. Al hacernos conscientes de ello podemos empezar a desapegarnos de las cosas que no necesitamos. Viajar ligero.

Una de las ventajas de asimilar este concepto es que al hacerlo te permites deshacerte de muchos miedos, angustias y temores que en la mayoría de los casos no tienen fundamento alguno

Quizás una de las más grandes limitantes que tiene el ser humano es el apego. Cuando te apegas a lo que no puede ser,  entonces comienza el sufrimiento.

La pregunta es, ¿porque nos dan miedo los cambios? ¿Porque nos cuesta trabajo soltar ciertas situaciones?

Te has puesto a pensar que ¿apegarte a lo conocido te limita y no te permite crecer y ver mas allá?.

¿Qué pasaría si decides aceptar los cambios para ir en la dirección correcta?

En otras palabras, todos los seres humanos desde que nacemos estamos en constante evolución. Cambiamos físicamente, cambiamos de lugar de residencia, cambiamos de amigos, de actividades, de sentimientos, de pensamiento, de gustos.  Estamos en constante evolución y cambio permanente. Y hay quienes a pesar de ello se resisten a cambiar.  Nos apegamos a situaciones que nos hacen sentir estables. A relaciones que nos dan seguridad aunque a veces no sean los suficientemente buenas, o sanas inclusive, esto nos limita y nos impide evolucionar.

Si entendemos el cambio, como evolución y nos abrimos a la posibilidad de resolver las cosas de distinta manera, los resultados serán también otros, diferentes y muy probablemente mejores.

Cuando se  termina un ciclo y se cierra, quiere decir que otras oportunidades se te están abriendo, y hay que aprender a verlas.

Para evolucionar y avanzar en la dirección correcta, lo primero que hay que vencer es a nuestros propios temores, una vez que los encaramos, estamos preparados para avanzar.

Nos liberamos de lo viejo, de lo antiguo para darle cabida a cosas, experiencias, personas nuevas.

Te has puesto a pensar, ¿qué pasaría si de hoy en adelante te permites abrirte a un mundo lleno de infinitas oportunidades de crecimiento y buscas una forma nueva y distinta de hacer las cosas?

Hasta el clima cambia…. Será un verano único, con un gran calor humano.