Tres fechas reflejan el nacionalismo de mexicano, el 10 de mayo, día de las madres, el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe y el día del Grito de Independencia, el 15 de septiembre, en las dos primeras manifestamos el amor materno, característico del mexicano y en el otro, el desbordamiento de la alegría y del nacionalismo.Octavio Paz, nos narra: “Nuestro calendario está poblado de fiestas. Ciertos días, lo mismo en los lugarejos más apartados que en las grandes ciudades, el país entero reza, grita, come, se emborracha y mata en honor de la Virgen de Guadalupe. Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México celebramos la fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año”.El mexicano no podría vivir sin esas tres y otras fiestas anuales que lo compensan de su estrechez y de su miseria. Las fiestas son nuestro único lujo. Ese lujo es una prueba de salud, una exhibición de abundancia y poder.Toda la angustiosa tensión que nos habita, se expresa en una frase que nos viene a la boca cuando la cólera o el entusiasmo nos llevan a exaltar nuestra condición de mexicanos: ¡Viva México, hijos de la Chingada! Verdadero grito de guerra, es un reto y una afirmación, un disparo, dirigido contra un enemigo imaginario.Con ese grito de rigor, gritarlo cada 15 de septiembre, nos hace afirmamos frente, contra y a pesar de los demás. ¿Y quiénes son los demás? Los demás son los “hijos de la chingada”: los extranjeros, los malos mexicanos, nuestros enemigos, nuestros rivales. En todo caso, los “otros”.Por lo anterior ¿cuál fue el objetivo del atentado en Morelia el pasado 15 de septiembre? Considero que la hipótesis más viable fue el generar un terror colectivo que reprima el nacionalismo mexicano... me explico:El gobierno federal sabía de una amenaza, sabía que iba a ocurrir “un desastre en Michoacán”. De acuerdo a un documento oficial, fechado días antes, se anunció: “El lunes 15 de septiembre estén atentos porque va a hacer (sic) un desastre el día del Grito, mantengan la seguridad bien ya que van a pasar muchas cosas, tómenlo como quieran, ya se les avisó, están advertidos”.Ante esto no se dio ninguna coordinación con las diferentes corporaciones policiacas, ni federales ni locales de esa entidad federativa; y el atentado se realizó, causando asombro colectivo y generando miedo en la población nacional.¿Quien realizó este atentado? ...De acuerdo a una acusación anónima vía telefónica, la PGR, detuvo a los presuntos autores del atentado: Juan Carlos Castro Galeana, Alfredo Rosas Elicea y Julio César Mondragón Mendoza; estos, ni tardos ni prezosos, afirman ser miembros de la "Familia Michoacana" (un grupo de narcotraficantes) y explican en forma grotesca y a la vez cómica el atentado…Al día de hoy, como seguido sucede, la PGR no ha demostrado fehacientemente su participación y como casi siempre, negligentemente ha prestado oídos sordos a las versiones de muchos testigos de los hechos en Morelia, de los cuales, ocho identifican a personas distintas a los acusados, así mismo, ha ignorado los testimoniales de familiares, amigos y vecinos que estaban reunidos con los acusados en Lázaro Cárdenas, durante los atentados en Morelia. ¿Montaje? ¿La clásica creación artificial de responsables?En la conmemoración del 'Día de la Independencia Moreliana', la gente en el zócalo se divierte como es su tradición, escuchando las bandas con tambora, que toca sones de tierra caliente y música actual, comiendo las clásicas corundas de manteca o ceniza, acompañadas de su salsa y crema, a las cuales se les agrega unas ricas rajitas y carne de puerco, inclusive, en vez de corundas, se puede acompañar de huichepos, hechos a base de elote muy tierno y pueden ser dulces o salados. También se come las ya clásicas enchiladas placeras, acompañadas de pollo frito, verduras, zanahoria, papas, lechuga, queso y chiles en vinagre; el pozole batido, los buñuelos y el atole...
Se saborean también dulces como: huesitos de leche y canela, las morelianas, la cáscara de limón rellena de coco rallado, todo esto caramelizado, las pepitorias: obleas unidas con caramelo y pepitas o las bolitas de pulpa de tamarindo dulce o enchilado, mazapán de piñón y la famosa nieve de pasta estilo Pátzcuaro.
Todo esto se rompe con el teñido de la última campanada, una voz se escucha en una de las esquinas del zócalo: “DISCULPEN, PERDONEN LO QUE VOY HACER”; es un joven con corte de pelo militar y vestido con un uniforme de la policía michoacana, que arroja una granada, la que al explotar provoca ocho muertes y decenas de heridos, el joven corre y se sube atrás de una patrulla, huyen; más tarde se sabe que se dieron otras tres explosiones con granadas.En el zócalo, los gritos de terror y angustia en la población que despavorida, también huye de su fiesta tradicional, la sorpresa del cuerpo de seguridad y militares se convierte en incredulidad, en caras de asombro, pocos saben qué hacer, la gente civil reacciona, comienza ayudar a los heridos, la sangre tiñe la plaza del zócalo, el gobernador, timorato sale del palacio, silencio oficial, silencio de terror de la población.¿Qué pasó? ¿Por qué golpear lo poco que nos queda, nuestras fiestas, nuestra identidad? Las respuestas son variadas, mas el narco no es una de ellas, ya que el narco se sostiene y vive gracias al apoyo de las bases sociales a las cuales controla. La guerrilla no ha tenido esas metas, nunca ha aplicado el terror en la población, y surge la hipótesis de que más bien fue un acto de la extrema derecha mexicana, esta extrema derecha, que siempre ha estado en contra el nacionalismo mexicano.A un año de distancia, el silencio y el dolor siguen viviendo en los corazones de los michoacanos, y en el de muchos otros mexicanos. La noche del grito en Morelia, y en el país, ya no podrá ser igual.Les deseo lo mejor en estas fiestas de septembrinas y como siempre, espero sus comentarios
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