Los momentos...
EL PASADO proporcionó tantas maravillas,
que muchas veces deseamos tenerlas nuevamente.
Felizmente, cada momento tiene su propio tiempo
y, gracias a Dios, no se repiten, porque la vida
es mucho más bonita y alegre cuando
los momentos pasados fueron originales y sinceros.
EL PRESENTE nos proporciona grandes,
medios y pequeños momentos;
pero, a quien competirá medir estos momentos
será a ti mismo, y debes aprovecharlo al máximo.
Cabe a ti clasificarlos, admirarlos o apagarlos.
EL FUTURO... estos son los momentos
que más viven en nuestras mentes y corazones.
Las ansiedades por el próximo día,
la perspectiva por las nuevas metas a realizar,
el beso deseado, el sueño alcanzado.
MOMENTOS DE VIDA...
En los momentos pasados,
agradecemos las oportunidades,
guardamos la felicidad en nuestros corazones.
Para las tristezas hacemos una oración,
y a los sueños realizados cerramos los ojos
y recordamos con alegría cada segundo.
En fin, los momentos pasarán,
tendremos que guardarlos.
Y todas las veces que recordemos,
nos tentaremos a mirar con nuevas visiones
para nuestro propio crecimiento.
Porque en los momentos que pasarán
haremos conclusiones
de qué haremos mañana.
Al momento presente,
la vida apenas pide ser vivida en este instante,
y jamás tratemos de transferirlos o sentirlos
como pasado, mucho menos sufrir ansiosamente
por los momentos que vendrán.
Y los momentos futuros,
dejárselos a Dios y pedirle que traiga
los mejores MOMENTOS para nuestras vidas
y aguardarlos con el corazón...
Fuente: HomiliaCatolica.org
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