Publicado por ALICIA PEREYRA el 7 de Abril de 2010 a las 11:00am
En cuantas ocasiones nos enojamos con nuestros seres queridosy decimos alguna palabra que los hace sentir muy mal.En otras ocasiones llegamos a expresar indecencias o inclusoviolencia fisica o moral. Tiempo después de nuestro arrebatonos arrepentimos de lo que hicimos y ofrecemos unadisculpa, pero el mal ya está hecho, ya lastimamos a eseser que no merecía nuestros reproches.Piensa antes de actuar, controla tus emociones y no dejesque las emociones te controlen a ti.Cuando estés enojada, cuenta hasta diez antes de hablary si estás muy enojada, hasta cien.
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Es todo un arte el saber callar: cuándo, dónde y cómo se debe callar. Ese arte no lo enseñan ni en la ciencia, ni la reflexión, si no la propia vida.
Mas te arrepentiras de hablar que de callar; aunque a veces será una verdadera oblicagión el que hables y callar entonces será vergonzoso.
Calla cuando debes callar, jamás hables cuando no debes hablar o cuando no sea prudente que hables; espera el momento oportuno, para que entonces tu palabra sea beneficiosa; mientras tanto, conserva el silencio.
Calla cuando te halles nerviosa, apasionada, no dueña de ti misma, muy irritada o muy indignada; no es el momento, no es la sircunstancia propicia para que hables, en esos casos el silencio es la única actitud que puedes tomar, si hablas, te arrepentiras tarde o temprano; ¿Para que hacer algo de lo que luego deberás arrepentirte?
Calla para que tu silencio no sea hostil, si no amable; que calle tu boca, pero que tu rostro hable con la sonrisa de la bondad y de la comprensión.
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Mas te arrepentiras de hablar que de callar; aunque a veces será una verdadera oblicagión el que hables y callar entonces será vergonzoso.
Calla cuando debes callar, jamás hables cuando no debes hablar o cuando no sea prudente que hables; espera el momento oportuno, para que entonces tu palabra sea beneficiosa; mientras tanto, conserva el silencio.
Calla cuando te halles nerviosa, apasionada, no dueña de ti misma, muy irritada o muy indignada; no es el momento, no es la sircunstancia propicia para que hables, en esos casos el silencio es la única actitud que puedes tomar, si hablas, te arrepentiras tarde o temprano; ¿Para que hacer algo de lo que luego deberás arrepentirte?
Calla para que tu silencio no sea hostil, si no amable; que calle tu boca, pero que tu rostro hable con la sonrisa de la bondad y de la comprensión.