LO QUE TE CHOCA, TE CHECA

Recordar es vivir, es también explicarnos en base a nuestra experiencia pasada ciertas cosas que hoy enfrentamos.

En infinidad de ocasiones cuando regresaba de la escuela junto a mis hermanos y charlábamos en la comida con mis padres la queja era constante, alguno de nosotros decíamos que alguien nos había molestado, que había sucedido tal o cual cosa.

A botepronto, en automático la respuesta se repetía frecuentemente: “tienes que aprender a defenderte”.

Han pasado los años y todo se repite, en alguna ocasión fui a la escuela de mi hijo a manifestar mi molestia con la directora porque algunos compañeros hacían exactamente lo mismo con él.

La frase volvió a mí, “Señora, permítame sugerirle que aprenda a defenderse, en mi experiencia sin esto el efecto continuara, lo harán menos y se burlarán de él”.

Esto que hoy conocemos como “bullying” ha estado presente a lo largo de la historia pero tampoco es el tema de este Post.

En realidad me gustaría centrarme en la importancia que en la educación formal e informal, acompañando las clases académicas, se impartiera un taller, o la familia supliera el tema, de inteligencia emocional, que la enseñanza a los niños y adolescentes tuviera como fin que ellos fueran proactivos en vez de reactivos; la utilidad de ello sería enorme tanto para sus vidas presentes como futuras.

Desde nuestros primeros contactos con la formación educativa y con un grupo al ingresar al Kínder, nos defendemos impensadamente, como robots, con esa imagen figurativa de que cuando alguien presiona un botón saltamos o tenemos una reacción predeterminada.

La realidad es que continuamos el camino por la vida de la misma manera, con ese sistema de bajos resultados y que aporta poco, circulamos siempre a la defensiva lo que nos impide desarrollarnos y aprender.

Hoy sabemos tanto por nuestra experiencia como por múltiples estudios en la materia, que esos mecanismos son falsos, que son un espejismo.

“Lo que te choca, te checa” esta es una constante en la vida de todos y que se repite una y otra vez. Estamos obligados a revisar detenidamente aquello que nos molesta, lo que produce la reacción de defensa, la evaluación de ello acompañada de una reflexión sincera y profunda permite que nos conozcamos de tal manera para que nuestro centro se inamovible, para que nada ni nadie pueda apartarnos significativamente de él.

Dejar atrás la actitud irreflexiva de estos mecanismos nos pone de frente con el mundo, con quienes nos rodean; nos hace visualizarnos como auténticamente somos entendiendo con ello de que la certeza de que seamos aceptados es distinta a hacerlos con nosotros.

Este es un paso trascendental para encaminarnos a la salud emocional y a nuestras capacidades para crecer.

Lograr la armonía y el equilibrio es un arte, detenerse antes de una reacción impensada que provoca agresión es avanzar en ello.

Las artes marciales nos han enseñado cosas distintas, usar el poder en lugar de la fuerza, fluir sin discutir, utilizar con éxito la energía y aprovechar la del oponente.

Repiensa algunas cosas que te afectan, encontrarás que eso que te molesta mayormente esta cerca porque así tú lo has decidido, el cambio está en ti.

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Comentarios

  • Eso es algo en lo que trabajo cotidianamente .

    a veces me funciona.

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  • Indefectiblemente lo que te choca te checa!!!!!

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