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¡Garra, deseo de venganza, deseo de revancha, deseo de dañar, de acabar con el otro,  deshacer, lastimar,  acabar, destruir, definitivamente desquitarse y para siempre y con toda la rabia del mundo de todo el daño recibido… y desafortunadamente todos esos deseos y motivaciones  a lo único llevará  es en realidad a la guerra, ciertamente  tal vez ganes un juicio, pero aún así te llevará a acabar con las personas a destruirlas  y digo las personas porque no solo dañará al miembro de la pareja que se piensa dañar sino también al que ejecute todos esas acciones y más grave aún a quienes menos tienen que ver en el asunto que son los hijos.

Lo que necesitas es AMOR, AMOR, AMOR, AMOR  Y MAS AMOR, amor para defender con uñas  y dientes en primer lugar a ti, amor para defender el alma de tus hijos si es que los tienes, amor para poner límites, amor para proteger tu estabilidad económica y emocional, amor para incluso proteger tu historia de amor aunque haya terminado, amor para conservar un buen recuerdo y más aún amor para tu futuro, para lo que está por venir.

No digo de ninguna forma que renuncies, que renuncies a pedir el divorcio, que renuncies a demandar pensión alimenticia, que aguantes situaciones  ó condiciones de vida monstruosas, que aceptes violencia familiar,  al revés, si dañan, si lastiman, si hieren si estás viviendo de la forma que NO DESEAS que NO SOÑASTE, toma decisiones, actúa, pero siempre desde éste lado del bienestar y del amor, como un regalo de ti para ti… si tu estás bien, en paz, en amor a ti, a pesar de  cualquier problema tus hijos lo van a notar y van a estar bien, contigo, con fuerza, con energía y con fé en la vida y en el universo, creciendo y sintiéndose seguros y amados.

Mucho se ha dicho que el divorcio es uno de los duelos más grandes que una persona en su vida puede sufrir, quizás en segundo lugar después de una muerte de un ser muy querido…. Hay ocasiones que el divorcio, es un verdadero alivio, la conclusión de situaciones terriblemente dañinas, conflictivas y desagradables por lo que a veces ya el trámite del divorcio resulta sumamente sanador, pero el divorcio no inicia en ése momento, ya que se empezó a gestar muchos pero muchos años antes, tal vez hay procesos de divorcio que inician desde que contrae matrimonio la pareja ya desde que se casan saben e intuyen que su matrimonio pronto terminará.

Sé que sin duda tienes que defender tus derechos, no dejarte rebasar ni abusar por nadie, proteger el bienestar de tus hijos, velar por su economía y estabilidad, sin embargo, tienes que hacerlo sobre una línea de respeto a ti y a tus hijos, nunca, nunca para lastimar, chantajear ni hacer daño a tu ex, porque a quienes acabarás por marcar para el resto de tu vida será a tus hijos, quienes una vez que reciban el daño, quedarán tatuados con la huella del dolor, dolor que no les dio el dio el divorcio en sí, sino la conducta mal entendida del progenitor que hiera y lastime y eso tal vez nunca lo podrán olvidar.

Te pido que si vas a iniciar un proceso de divorcio, claro, sin duda hazlo y defiende tus derechos, pero en la medida de tus posibilidades, cuida el alma de tus hijos, no los involucres, no los metas, protégelos, adóralos,  vela por su alma, por su salud mental y espiritual. Como abogada familiar sé que no importa la gravedad y el tamaño del juicio ó de la situación, tendrás forma de mantenerlos alejados de toda la problemática por más terrible que sea. Tu tienes el enorme poder de ser el lugar seguro que ellos necesitan.

 Lo fácil, es pelear, discutir dañar, lo difícil es  lograr y ganar desde otro lado.

Y si a ti es a quién están agrediendo y pretendiendo lastimar, si buscan vengarse de tí a través de tus hijos, a pesar de ellos puedes mantenerlos al margen  de todo ése daño, tu puedes hacerlo si  tienes la decisión para librarlos de cualquier cosa que los lastime. 

Cuídate y protégete, defiende tus derechos, no te dejes manipular, amenazar  ni chantajear, pero siempre hazlo desde el lado del amor y del bienestar para ti y para tu hijo ó hijos.

Y no está por demás terminar diciéndote que si tu pareja ó expareja pretende dañarte, dañando a tus hijos puede perder incluso su custodia y hasta la patria potestad! Defiéndete y defiéndelos!!! Ellos te lo van a agradecer toda la vida, aunque no sepan la durísima batalla que puedas estar librando!

            ¡Me encantaría saber tu opinión! ¿Crees que el amor puede ser el antídoto que les evite daño a tus hijos?

Y recuerda como siempre que ¡NO ESTAS SOLA! ¡Y nunca es tarde!

Lic. Claudia Torres G.

Abogada familiar y corporativa, mediadora y negociadora

Autora del libro “¡POR FAVOR NO LO HAGA!”

abogadaclaudiatorres@hotmail.com

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