Lo Que De Veras Importa
Un pequeño libro escrito hace un siglo
Nos da respuestas
Que incluso hoy
Suenan verdaderas.
Lo Que De Veras Importa
1993 por nardi reeder campion, condensado de “velle news”
Mi hermana Julia era 11 años mayor que yo, y tenía todas las cualidades de las que yo carecía: era adorable, generosa y espiritual. Crecí envidiándola. Sin embargo, su muerte fue un golpe terrible para mi.
Durante sus exequias, un curioso recuerdo cruzo por mi mente. Una noche, cuando ella y Charlie tenían menos de un año de casados, yo, la hermana de 11 años que se hallaba de visita en su casa, eche un vistazo a su dormitorio y la vi rezando de rodillas junto a la cama matrimonial. ¡que escena tan extraña, tratándose de una mujer adulta!, pensé en ese momento.
Posteriormente cuando yo estaba en la universidad y era una estudiante sabelotodo, Julia y yo iniciamos un verdadero debate acerca del significado de la vida. “MI FILOSOFIA” era una interminable serie de preguntas. LA FE de Julia, en cambio era inquebrantable. “LA CREENCIA EN LA INMORTALIDAD ES LA ÚNICA FORMA DE ENCONTRARLE SENTIDO AL UNIVERSO”, me dijo con firmeza. “CREO DESDE LO MÁS PROFUNDO QUE MI VIDA TIENE UN PROPÓSITO, Y QUE ANTE NOSOTROS SE ABREN OTRAS PUERTAS”.
El día de las exequias, en la iglesia comprendí de pronto la verdad. Yo no envidiaba el largo cabello de Julia, ni su alegre sonrisa, ni sus numerosos amigos, lo que codiciaba era su inamovible fe. Cuando la enterramos, me hundí en un mar de sentimientos de culpa y de pesares.
Algunas personas acuden a un psiquiatra, cuando están deprimidas; otras van a un bar, o buscan un sacerdote. Yo voy a una biblioteca universitaria en busca de algo que aliviara mi dolor, cuando mis ojos se toparon con un libro que me llamo la atención: lo que de veras importa, se titulaba Era un delgado volumen encuadernado en vitela y adornado con letras doradas. Al abrirlo, vi que la autora era Anna Roberston Brown , alumna de la generación de 1883.
Entre las páginas encontré una nota necrológica fechada el primero de marzo de 1948. En ella decía que Anna había escrito una obra estimulante titulo de lo que de veras importa. Mas tarde el librito se tradujo al japones, tuvo 73 reimpresiones y estuvo en venta durante 67 años. ¿A qué se debía que un modelo tan modesto como ese se hubiera convertido en éxito de librería? ¿Tenía algo que decirle la sentimental década de 1890 a la insensible década de 1990?.
Me refugie en un tranquilo apartado y me puse a leer. Las frases iniciales de Anna son cautivantes: “¡Sólo tenemos una vida! todos queremos vivirla con plenitud ¿Cómo queremos aprovecharla al máximo con las energías y las facultades que disponemos? ¿Qué es lo que de veras importa? “.
¡Esta mujer escribió para mi!, me dije. Esa preguntas que debería hacerme todos los días, pero no me hago.
Al igual que Julia, Anna tenía fe “ES IMPOSIBLE ABARCAR LA TOTALIDAD DE LA VIDA”, escribió ¿Qué es lo esencial? ¿De qué podemos prescindir con provecho?.
Luego dice podemos prescindir de todo aquello que no nos llevaremos a la vida eterna. Con esta vara Anna mide sus valores y establece sus regalas. Sin no queremos “llenar nuestra vida de obstáculos” aconseja, hay cuatro cosas que debemos hacer:
DESECHAR LA FALSEDAD “La eternidad no es para los farsantes”.
DESCARTAR LA PREOCUPACIÓN “La preocupación es miopía espiritual; una forma torpe de ver las cosas pequeñas y de magnificar su valor”.
RENUNCIAR AL DESCONTENTO “Hay que vivir heroicamente cualquier situación que se nos presente”
RENUNCIAR AL EGOISMO “En la vida cercana no hay codicia. Allí nunca se escuchan las palabras ‘mío o tuyo’. Todas las cosas son de todos.
Después la joven Anna examina el otro lado e la moneda. ¿Qué aspectos de la existencia debemos cuidar, guardar y usar?. Son ocho los valores que pueden engrandecer la vida. Anna escribe:
“Emplea sabiamente el tiempo En la vida lo importante no es cuanto tiempo tienes, sino que vas hacer con el”.
Valora el trabajo Pero no cualquier clase de trabajo; pregúntate ¿es vital mi labor?, ¿templa mi carácter? ¿inspira a otros? ¿es útil al mundo?
Busca la felicidad cada día ¡si no eres feliz hoy, NUNCA LO SERÁS! ¡procura ser paciente generoso, fuerte, entusiasta y trabajador! Si haces todo esto con un corazón agradecido, serás feliz, tan feliz como le es dado al hombre ser en la tierra.
Ten en alta estima el amor “El amor verdadero nunca riñe, confía. El amor no necesita ataduras ni en el tiempo ni en la eternidad”
Controla tu ambición “Existe el gran peligro de trocar los afectos humanos ordinarios por la ambición intelectual. Pongamos limites a esta; asegurémonos que no ocupe un lugar demasiado grande en nuestra vida”
Abraza la amistad “Para ser un amigo verdadero se necesita tener un alma generosa. Es preciso perdonar mucho, olvidar mucho, tolerar mucho”.
No temas el pesar “En la vida, las decepciones son inevitables. El dolor es nuestro destino común, el pesar no nos ha sido dado sólo para que nos lamentemos. Nos ha sido dado para qué; después de sentir, sufrir y llorar, seamos capaces de comprender amar y bendecir”.
Ten fe “Una fe vigorosa, serena e inextinguible en la amorosa bondad de Dios que nos permite esperar sin temor el fin de la existencia temporal y el advenimiento de la vida eterna, ¡y nos da la posibilidad de vivir una vida plena y exaltada!”
Deje de leer y pensé en Anna y Julia. Para ellas, la fe era algo tan natural como respirar. En el fondo de su corazón, sabían que la vida es eterna.
Las personas como ellas aceptan la muerte como un devenir natural, pues creen que la existencia tiene un significado. Al reflexionar sobre estás dos vidas, comencé a sentirme menos fragmentada más centrada. La voz de Anna me alcanzaba a más de un siglo de distancia, pidiéndome que me concentrara en las cosas inmateriales y que me despojará de todo aquello que no podía llevar a la vida eterna. ¿La vida eterna? ¡sí!, me respondió Julia “Ante nosotros se abren otras puertas”.
GRACIAS por leerme
Comentarios
wowwwwww, me encantó, gracias por escribirlo.
EN VERDAD HAY BELLEZA EN ESTAS PALABRAS, GRACIAS POR COMPARTIR.