07 de septiembre de 2010 • 20:32 hrs.
Terra.com
Guanajuato.- Esta tarde fueron liberadas siete mujeres presas en la entidad, seis en el penal de Puentecillas, en esta ciudad, y una en el de Valle de Santiago, quienes compurgaban sentencias por homicidio en grado de parentesco.
La liberación de estas mujeres obedece a la entrada en vigor de la reforma al Código Penal del estado, en el que se establece la reducción de la condena por este delito.
Del penal de Puentecillas fueron liberadas Araceli Camargo, Ana Rosa Padrón, Yolanda Martínez Montoya, Susana Dueñas, Ofelia Segura y Bonifacia Andrade, en tanto que en Valle de Santiago fue dejada en libertad Liliana Moreno.
Seis de estas mujeres estaban sentenciadas por el delito de homicidio en razón de parentesco y una por infanticidio, aunque todas aseguran que se trataron de abortos espontáneos.
En Puentecillas, a las 17:30 horas, las puertas del Centro de Readaptación Social se abrieron para que salieran, tras una noche de espera de sus familiares.
La primera en salir fue Araceli Camargo, quien llevaba cargado a un niño en sus brazos. Dijo brevemente que agradecía a Dios haber quedado en libertad.
Con lágrimas en los ojos, se abrazó a las otras mujeres y de sus familiares que las esperaron toda la noche.
Luego salió Susana Dueñas, quien no quiso hacer comentarios y fue conducida hacia una camioneta.
Yolanda Martínez Montoya fue la tercera en salir y lo hizo caminando hasta afuera del Cereso. Dijo que luchará para que se demuestre su inocencia y que en breve reanudará la carrera de derecho que empezó a estudiar hace más de siete años y que no pudo seguir por haber estado encarcelada.
Rodeada de reporteros, Yolanda Martínez gritó de forma efusiva: 'Gracias a ustedes las autoridades nos escucharon, gracias, quise salir con la frente en alto porque soy inocente, ahora otra etapa de mi vida mucho mejor, gracias a todos ustedes por todo su apoyo'.
Posteriormente comentó que el gobernador del estado, Juan Manuel Oliva Ramírez, las invitó a comer a ella y a sus compañeras hace unos días.
Reconoció que gente del propio gobierno del estado hasta le ofreció una casa y dinero.
'Simplemente no quiero nada, ahora quiero ser yo, no quiero estar ligada a ninguna persona que venga ni del gobierno ni de nada, porque me hicieron mucho daño, demasiado y no quiero nada de ellos', enfatizó.
Se le preguntó que si a cambio de silencio le ofrecieron bienes materiales. 'Podría ser, se deduce de la lógica, pero ahora solamente quiero decir que se hizo justicia y nada más', acotó.
Yolanda Martínez apuntó que 'este estado es demasiado duro, porque juzgan sin saber la situación de las personas, catalogándote por otros delitos, y ahí adentro nadie nos ve, ahora quiero compartir esta alegría con mi familia, lo logramos, ahora a disfrutar mi libertad'.
La liberación de estas mujeres obedece a que el viernes pasado fue publicado en el Diario Oficial del estado, el decreto de la reforma al Código Penal del estado, en el que se establece la reducción de la condena por homicidio en grado de parentesco.
La modificación al artículo 156 del Código Penal establece como sanción de tres a ocho años de cárcel, cuando la madre prive de la vida al recién nacido en un lapso de 24 horas, tomando en cuenta las circunstancias psicosociales de las mujeres en la comisión de este delito.
Anteriormente, se les castigaba de 25 a 35 años de prisión. La reforma permitió que siete mujeres resultaran beneficiadas con su libertad.
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