LE EXPLICO, LE EXPLICO, Y NO ME ENTIENDE

Ahora que se vive una “nueva normalidad” tú, como padre o madre de familia debes jugar, más que nunca, el rol de profesor ante la imposibilidad de que el docente esté en contacto directo con tu hijo para aclarar sus dudas. Esta situación tiene diversos niveles de complejidad, dependiendo de su edad, el grado que curse o la asignatura de que se trate.

Se vuelve cada día más necesario tener algunas nociones de pedagogía, que finalmente, te servirán, en múltiples circunstancias. Una de las grandes lecciones educativas la dio David Ausubel en los años 60, con el aprendizaje significativo, que, de acuerdo con lo que señala el autor, se consigue en función del rescate de lo que ya se sabe, de lo que se observa, de lo que se descubre y de lo que tiene sentido para el sujeto.  

¿Te quejas con frecuencia de que le explicas una y otra vez, pero tu hijo no entiende? Por supuesto que no entiende algo que no le gusta, no le interesa y a lo que no le encuentra una razón para querer aprenderlo.

Hay ciertas condiciones para que el aprendizaje se vuelva significativo:

  1. Promueve el interés de tu hijo. Ésta es la parte del enamoramiento. Se contagia la emoción por lo que se va a enseñar, se despierta el interés y la curiosidad. Si es pequeño, acude a un cuento o una canción que atrape su atención; si es más grande, intenta con una anécdota o noticia que guarde alguna relación con lo que vas a enseñarle. Es importante saber qué le gusta.
  2. Cuestiona el status quo de su conocimiento. Las preguntas que rompen la zona de confort de tu hijo lo conducen a cuestionar sus creencias actuales, lo invitan a la reflexión y apoyan su rebeldía en un sentido positivo en el que caben nuevas percepciones, teorías y posibilidades. Hay que llevar a la reflexión a través del debate. A los adolescentes, por ejemplo, les encanta debatir. Lleva esta discusión hacia los temas que debe aprender.
  3. Maneja diversidad de estímulos. Tal como lo dice David Kolb a través de su estudio de los distintos sistemas de representación de la realidad (conceptual, experiencial, reflexivo y activo), se requieren estímulos de distinta índole: colores, formas, sabores, melodías, texturas, composiciones…todo se vale para involucrar a tu hijo en su proceso de aprendizaje. Enséñale matemáticas en la cocina, muéstrale la rima cantando, que aprenda de la naturaleza con las plantas que están en tus macetas o con el comportamiento de su mascota; muéstrale la historia con una serie de Netflix…usa tu creatividad y encontrarás algo más atractivo que sentarlo frente al cuaderno.
  4. Haz relevante su aprendizaje. Deja que lleve el conocimiento a sus áreas de interés: que construya un carrito de fricción con ligas, que fabrique su slime, que haga una escultura con envases de leche, en fin, que aproveche lo que hay en su contexto para que genere conocimiento significativo.
  5. Eleva su nivel de conciencia a través de la retroalimentación positiva. Pregúntale qué aprendió ese día, qué se le hizo más interesante, cómo lo aplicaría en otro contexto, si está de acuerdo con tal o cual teoría. Esto es, llevarlo hacia la metacognición, a que sea consciente de que aprendió, de que es útil y de que contribuye a un objetivo. Esto último es fundamental: que haga las cosas con un objetivo.

¿Difícil?, ¿laborioso? Sí, tal vez, pero te darás cuenta de que el espacio de convivencia con tus hijos se enriquece y que al convivir bajo estas premisas, ambos aprenden. Probablemente ya no vuelvas a decir “le explico y no me entiende”.

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Comentarios

  • Hola Letizia,

    Gracias por compartir tus estrategias. Nos volvemos muy ingeniosas cuando se trata de impulsarlos para cumplir sus metas.

  • Yo lo viví con mis hijas, opté por:

    1.- Que tomaran el horario más cómodo para ellas pero que fuera antes de las 7:00 p.m. sin negociación.

    2.-+ También las dejé hacer la tarea solas, les explicaba solo cuando me lo pedía, en realidad les exigía que pusieran atención porque nunca faltaban a sus clases, no tenían que  tener dudas.

    3.- Además le tenían que pedir ayuda a su maestra en caso de dudas en sus clases, las mamás que trabajamos y pagamos porque nos ayude la maestra, tenían que hacerlo. ME IMAGINO.............. me dio resultado.

  • Gracias por tu comentario, Agustín. Efectivamente la socialización es esencial en el proceso de aprendizaje, por eso ahora requerimos, más que nunca, convivir con nuestros hijos e involucrarnos en su proceso educativo. Un saludo!

  • Gabriela: excelente reflexión.

    Muy cierto, nos hemos encontrado con esta nueva realidad, pero también con la gran oportunidad de reencontrarnos con actividades que no teníamos la costumbre de hacer, estamos descubriendo que tan alta es nuestra tolerancia ante múltiples situaciones. Vigotsky demostró gran interés por descubrir los procesos que habitualmente están ocultos tras el comportamiento cotidiano. A su método de investigación lo llamó genético experimental. Descubrió que toda función psíquica existe primero en el plano de las relaciones sociales, para después existir en el plano intrapsicológico. También mencionaba que el entorno social impacta de manera contundente en nuestro desarrollo. 
    Saludos. 

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