¡Hola!
En esta ocasión les quiero compartir el tema de las virtudes, y la importancia de convertirnos en mujeres virtuosas así como los beneficios que aporta a la relación de pareja.
Simplemente vamos a decir que la virtud es una ACTITUD interior, una DISPOSICIÓN estable y positiva, una PASIÓN puesta al servicio del BIEN.
Quiero aclarar que hay dos tipos de virtudes, las teologales (relacionadas con la religión) y las humanas; las primeras son conocidas como la Fe, Esperanza y Caridad; las segundas se dividen en 4 grandes grupos regidas por: Fortaleza (virtud que empuja a afrontar cualquier adversidad por una causa justa hasta el sacrificio de la vida), Templanza (virtud que frena los deseos obsesivos y modera los apetitos). Prudencia (virtud que nos estimula a actuar con mesura, con serenidad, o sea, a ser dueño de nuestro ánimo y a cultivar el equilibrio íntimo) y Justicia (virtud que empuja a dar a cada uno lo que le corresponde). Como verán, al promover estas virtudes superiores junto con las virtudes asociadas a cada una de ellas, es la manera en que vamos promoviendo por voluntad propia lo mejor de nosotras, reflejándose a través de nuestras conductas y así vamos también viviendo de una manera más congruente y comprometida nuestros valores.
De este pequeño texto, las invito a que me compartan sus reflexiones.
¿Cuál de estas les es más fácil accionar? ¿Por cuál de estas virtudes eres conocida?
¿Con cuál de estas virtudes identificas a tu pareja?
¿Qué beneficios te daría el convertirte en una persona altamente virtuosa?
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