Es verdad que todo cambia y evoluciona , pero como saber si esta evolución esta siendo benéfica, si nos está acercando mas los unos a los otros o mas bien nos estamos distanciando.
Ya sé que todo tiene pros y contras pero en este caso, o mejor dicho en mi opinión esta nueva era de la tecnología en la que vivimos constantemente conectados (y no me refiero en un sentido espiritual) .. estamos viviendo “conectados” y mas desconectados que nunca.
Nuestra relación mas íntima la tenemos con el celular que nos acompaña a todas horas y en todo momento y del cual dependemos 100%.
Recuerdo hace no muchos siglos, ponerse a leer el periódico en la mesa a la hora de desayunar, comer o cenar era simplemente impensable, inadmisible, era de muy mala educación, la gente se tenía que ver a los ojos y mantener conversaciones entre todos, de eso se trataba compartir una mesa, el momento en donde aprovechábamos para conectar con nuestros hijos, amigos, pareja, en fin..
Hoy día sí que nos sentamos a la mesa para conectar pero no entre nosotros sino con nuestro teléfono! . Se ha vuelto un fenómeno que nunca antes hubiéramos tomado como normal o aceptable.
Desde que apareció este diminuto aparatito que nos puede seguir a donde vayamos, las relaciones se han vuelto digitales. Decimos “te amo’ con un agraciado “emoticon” en forma de corazoncito! . ROMPEMOS RELACIONES por mensajito de voz ! y nos sentamos a la mesa a la hora de comer para apenas hablar unas cuantas palabras y “hacer acto de presencia” cuando en realidad nuestra atención se posa en nuestro teléfono y nos enojamos cuando alguien osa llamar nuestra atención para dejar ese aparatito a un lado.
No estoy en contra de los avances en la tecnología, de la evolución, ni de mejorar las vías de comunicación para tener un mejor trabajo, ni de lograr hacer mas cosas en menos tiempo y agilizar el desarrollo en el ámbito que quieras, si !, es cierto que tiene ventajas maravillosas. La pena es que ya no distinguimos ni sabemos regular los momentos en que valdría la pena dejar el teléfono en paz.
Ver caer el atardecer solía ser algo muy “especial” y ahora en lugar de poner toda la atención a ese mágico momento que dura apenas unos minutos, que hacemos?, sacamos el celular para tomarle una foto y luego compartirla en redes sociales y que todo el mundo vea lo fregona que soy porque puedo estar en la playa mientras otros están laborando y cuando finalmente mandas tu post… ya perdiste tu momento, no mas atardecer!. Y así va con todo.. hemos perdido la capacidad de vivir el momento por estar mas preocupados en mostrarle al mundo donde estamos y lo que estamos haciendo.
Que interesante lo que hoy vivimos, poder estar en contacto con personas que están muy lejos, poder tener juntas laborales a través de una pantalla y ya no viajar miles de kilómetros para tener una cita. Si!, tenemos muchas ventajas gracias a internet y redes sociales pero en verdad creo que estamos perdiendo la esencia en la manera de relacionarnos. No perdamos lo mas valioso que tenemos, vivir el momento presente con las personas que nos rodean, con nuestra pareja, hijos y amigos. No convirtamos nuestras relaciones personales en relaciones digitales, Sigamos diciéndonos un 'te amo' de viva voz.
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