La tecnología plantea un nuevo espacio para las mujeres, antes relegadas por la preeminencia de los trabajos destinados a la fuerza fisica.
En tiempos no tan remotos, como la primera mitad del siglo XX, y décadas después también, el trabajo en las fábricas e industrias que han movido las economías se basaba en la fuerza física y esto no favorecía la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, en el que primaba la presencia masculina.
Las mujeres parecían destinadas a quedarse en la casa, atendiendo la crianza de los niños y realizando los quehaceres del hogar, como la limpieza y la comida, a la espera del retorno de sus esposos del trabajo.
Pero las cosas han ido cambiando para la mujer actual, a pesar de que existen muchos ejemplos de los preceptos machistas.
Hoy por hoy, las féminas no solo ocupan espacios laborales antes vedados por su condición de “sexo débil”, según la mirada masculina. También llegan a sitios de poder en el mundo de las nuevas tecnologías, una de las claves para el futuro, e incluso el presente.
Esta realidad marca otro cambio sustancial en el modo en que se considera al sector femenino de la población, siempre desde el punto de vista masculino, y más concretamente, el machista. La inteligencia parecía también ser propiedad de ellos y esta idea se ha aplicado también al mundo de las ciencias.
Pero podemos encontrar ejemplos contrarios entre sí en 2 países diferentes.
- En España, por un lado, se ha descubierto que el 10 por ciento de las programadoras informáticas son mujeres, configurando un crecimiento con respecto a años anteriores.
- En Estados Unidos, ha habido un descenso de la participación femenina en el sector de las nuevas tecnologías. Pasaron de quedarse con el 37 por ciento de las licenciaturas vinculadas a la producción cibernética, a comienzos de la década de los 80, a perder espacios en el mundo de las nuevas tecnologías.
Por Cintia Neve para Planeta Ellas
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