Por Gina Zabludovsky
Como sabemos, el 8 de marzo se conmemoró el Día internacional de la Mujer con actividades que tuvieron lugar durante toda la semana pasada y parte de la presente. Por esta razón, conviene preguntarse hasta qué punto la situación actual de las mujeres es diferente a la de sus madres y abuelas.
En el mundo de hoy, hay mujeres como Ángela Merkel y Hillary Clinton con posiciones de poder que antes hubieran sido impensables En América Latina tenemos presidentas en Brasil, Argentina y Costa Rica Especialmente importante resulta la presencia de mujeres como responsables de los cuerpos de seguridad de países o ciudades como es el caso de Janet Napolitano en Estados Unidos y de Martha Rocha en la policía de Rio de Janeiro.
También en nuestro país las mujeres han ocupado importantes puestos dentro la Administración Pública y en la representación política y algunas de ellas que ya se han apuntado a la carrera e para la presidencia de la República. Su liderazgo también se ha hecho visible en la educación y en las empresas - ¿Quién diría hace unos años que el Politécnico estaría presidido por una mujer o que en el sector privado tendríamos una empresaria al frente del Grupo Modelo , una directora general (CEO) de la Ford en México y de la PepsiCo a nivel mundial?
Pese a estos avances, la disparidad entre la participación de hombres y mujeres todavía se hace evidente en distintos ámbitos. En las investigaciones que llevo a cabo sobre la situación de las empresarias y ejecutivas en México, he podido observado que el número de mujeres en la fuerza de trabajo de las zonas metropolitanas alcanza el 41% (INEGI, 2008). Sin embargo su presencia se concentra en los niveles más precarios. Así, entre las personas que reciben menos de un salario mínimo el porcentaje de mujeres alcanza el 65% , mientras entre los que ganan más de cinco disminuye hasta un 29% --.
El aumento de la presencia de mujeres ha sido especialmente relevante en el ámbito universitario. Como lo muestran los datos de la ANUIES, mientras en 1970 las estudiantes en licenciatura apenas representaban el 19%, en la actualidad ya sobrepasan ligeramente al de los hombres (52% en el 2007). Desde luego, esta participación varía mucho en función de las distintas carreras. Mientras en las especialidades de educación y humanidades su presencia alcanza el 68% en las de ingeniería disminuye al 30%. En lo que a carreras como medicina, leyes y administración, que antes eran “territorios masculinos”, el porcentaje de hombres y mujeres ya es paritario
En el contexto más general de la toda la población, la distribución por sexo de los empleos en México, muestra que los trabajos con mayor presencia femenina son aquellos que involucran el “cuidado de otros “como enfermería, actividades educativas, nutrición y psicología. En contraste, las ocupaciones con menos participación de mujeres son física, veterinaria, y las diversas ingenierías. ..
Por otra parte la presencia de las mujeres disminuye conforme se asciende en la pirámide organizacional Esta situación ha llevado a hablar de la existencia de un “techo de cristal “que impide que el personal femenino ascienda a los niveles más altos. En términos generales, en los cargos directivos más importantes., las mujeres no llegan al 15%. Además, las organizaciones tienden a reproducir exponencialmente los papeles socialmente asignados al género en nuestras sociedades. Las mujeres que ocupan cargos de dirección en la vida corporativa a menudo se encuentran al frente de áreas como las de relaciones públicas y recursos humanos, mientras en las de producción su presencia es sumamente reducida. La exclusión de las mujeres de ciertos terrenos es mucho más significativa de lo que muestran los meros números ya que, a menudo, las posiciones que ocupan son las de menor peso estratégico y con pocas posibilidades de ascenso.
Hay algunas esferas en las cuales la participación de las mujeres es notoriamente escasa. En los Consejos de Administración de las grandes empresas que cotizan en Bolsa, su porcentaje no alcanza el 5% En el ámbito de la participación política, esta cifra es similar a las de las presidentas municipales que apenas llegan al 6% .y en las gubernaturas de los estados en la actualidad sólo tenemos a una mujer.
Otro realidad que característica a muchas mujeres que ocupan cargos de dirección o de representación poder es que, en cuanto a su estado civil, muchas son solteras o divorciadas. Esta situación refleja que, pese a los cambios económicos y la creciente participación de las mujeres en el ámbito extra-doméstico, los patrones culturales dentro de las familias no han cambiado con la misma rapidez, y como se dice “los hombres buscan una mujer que ya no existe y las mujeres un hombre que todavía no ha llegado”
Los datos muestran así que, a pesar de las grandes transformaciones recientes, todavía hay mucho por hacer para lograr cambios culturales significativos en la apreciación de lo que “es propio de hombres y mujeres.”
Por otro lado, y con respecto a las cuestiones de salud, expreso mi reconocimiento a las asociaciones civiles que lucharon para echar atrás el proyecto de Norma Oficial que presentó la Secretaría de Salud en noviembre del año pasado y que intentaba aumentar de 40 a 50 años la edad para realizarse una mastografía de forma gratuita y asintomática. Como desafortunadamente lo mostró la reciente muerte de la cantante Rita Guerrero a la temprana edad de 44 años, el cáncer de mamá no espera que lleguemos a los cincuenta para mostrar su fuerza invasora por lo cual, más vale que se de oportunidad a todas las mujeres para poder detectarlo a tiempo.
Comentarios
Hola Letty; te paso el correo del Sr. Presidente felipe.calderon@presidencia.gob.mx
Saludos,
Irma