Este año me estrenaré como mamá y en este proceso voy aprendiendo constantemente, de ella y de mi condición natural de ser mujer. Cuando yacía en la cama por Influenza le dije a mi mamá con mucha convicción que mi primer hijo lo tendría a los 30 años, sin embargo ahora que estoy en este viaje fantástico, me doy cuenta que nunca me imagine todo lo que pasaría para lograrlo, incluso después de haber leído y estudiado sobre la maternidad, apenas la estoy descubriendo y viviendo.
Las mujeres de antes tenían muchos hijos, por ejemplo mi abuelita Guadalupe + tuvo trece hijos, de los cuales le sobreviven ocho, por necesidad ella sólo aprendió a leer y escribir cuando ya tenía 60 años, su único trabajo fue ser ama de casa, es decir mamá de tiempo completo y los estudios máximos de algunos de mis tíos son la academia.
Mi mamá tiene seis hijas, de las cuales cuatro ya tenemos estudios de licenciatura, una esta en proceso y la menor esta en el bachillerato. Mamá estudió la primaria completa y en el 2008 término la secundaría abierta, es un logro muy significativo para ella y para nosotros como su familia. Mi padre quién es hijo único, termino la primaria y quizá por esa razón cuando yo tenía quince años me dijo que la única herencia que me podía dar eran los estudios, pues dinero no teníamos y además este se devalúa constantemente.
A partir de la llamada Revolución Femenina, actualmente una mujer puede decidir ser ama de casa, tener su propio negocio, trabajar fuera de casa, ser independiente, viajar, tener su propia casa y auto, incluso ser soltera de por vida. Introduciendo así un nuevo desorden social, porque el sistema no estaba preparado con infraestructura ni leyes para el trabajo de la mujer fuera de casa. Tampoco estaba contemplado el sentimiento de culpa por dejar a los hijos en la guardería, por dejarlo a la deriva, por no estar ahí cuando diga sus primeras palabras, ver sus primeros pasos. Es verdad que la mujer de hoy puede hacer muchas cosas a la vez, sin embargo mi abuelita entre su repertorio de refranes me decía: “El que mucho abarca, poco aprieta”.
Y es que con el afán de darle a los hijos lo que ellos (mamás y papás) no tuvieron, trabajan largas jornadas incluso horas extras para comprar el auto, ipod, laptop, accesorios con los cuales se pueden vivir sin ellos., a veces criando hijos poco sensibles a las necesidad de los demás, faltos de aspiraciones, sueños y metas, pues todo lo tienen.
Mi mamá trabajó en casa mientras que mi papá en la carpintería, sé que a mis padres les enorgullece lo que han hecho de sus “niñas” porque ellos no pudieron acceder a la oportunidad de tener estudios superiores y por consiguiente mejores oportunidades de empleo y cuando no has nacido en cuna de oro, sólo con trabajo se puede llegar hasta donde nosotras como sus hijas lo hemos hecho.
Tengo el orgullo de decir que fui la primera mujer que tuvo una licenciatura entre ambas familias y que hoy puedo elegir entre salir a trabajar dejando a mi hijo al cuidado de otras personas o hacerlo por mi misma como lo hizo mi abuela y mi madre…Abuelita, Mamá: gracias por la vida, gracias por la entrega, gracias por el amor incondicional, por tu presencia, por tus consejos, por tus remedios caseros, tus recetas.
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