LAS COSAS POR SU NOMBRE!

Por regla social, se nos enseña desde pequeñ@s a usar palabras suaves y bonitas para referirnos a ciertas cosas o partes del cuerpo que, (sólo en una imaginación enfebrecida por el morbo, la verdad, pero qué le hacemos) pueden prestarse a malas interpretaciones.

Así, los huevos también se llaman blanquillos, el pelo suena mejor cuando es cabello, las nalgas pasaron a ser conocidas como pompis o nachas, los senos son bubis y una larga lista de sinónimos... algunos muy cursis, para decir la verdad

Del mismo modo, una mujer parturienta, resulta que "se está aliviando" de lo que, así dicho, parece una enfermedad y no la bendición de un hijo.

También hemos sido entrenados para que las situaciones incómodas suenen menos difíciles. Entonces nos referimos al hecho de que alguien murió, diciendo "se nos adelantó", "se fue" "dejó de estar con nosotros" o "partió a su último viaje". O bien, después de ver a alguien haciendo tremendas pataleta, algunos dicen "es que está un poco molesto" cuando es claro que está furioso.

El tema de hoy no tiene que ver con la forma como nos expresamos socialmente. Eso corresponde a un experto en lingüística o en ciencias sociales. A lo que deseo referirme es a la forma como muchas veces, echamos el mismo líquido suavizante para evitar decirnos la verdad sobre lo que pensamos y cómo nos sentimos.

Si alguna vez te sorprendes diciéndote "estoy un poquito triste" cuando en realidad sientes enojo, estás traicionando a tus sentimientos.  Si decides que "mejor esta vez no digo nada y lo dejo para la otra" cuando en realidad lo que quieres es manifestar una inconformidad, estás faltando a tu derecho a autoafirmarte. Si niegas lo que tu corazón tiene clarísimo y dices "Esto me parece mal, pero mejor ni le muevo", en realidad lo que estás haciendo es mentirte a ti, y de paso al otro, que no va  a tener idea de cómo estás.

El autoengaño es una de las maneras más fáciles y dañinas de separarnos de nuestra esencia y faltar al respeto a la persona más importante que conocemos: nosotr@s mism@s. Cuando no nos decimos la verdad, nuestra sombra cobra más y más poder de manera no consciente. No tengamos miedo de admitir lo que sentimos. Te aseguro que no es muy distinto de como ya se ha sentido alguna otra persona, alguna vez!

Por supuesto que no siempre nos asistirá totalmente la razón. Pero cuando somos sincer@s nos estamos tratando de forma respetuosa y, muy importante, le estamos dando al otro lo mejor que podemos darle: la verdad, nuestra verdad, aunque no sea absoluta y pueda ser complementada con lo que para el otro es lo cierto.

Todo en la vida puede ser comunicado sin herir a los demás. Para poder hacerlo, es necesario que limpiemos nuestro mensaje de cualquier intención negativa y para lograrlo, es muy importante que primero tengamos absoluta claridad de cómo estamos y qué sentimos. Validemos eso! Los sentimientos existen para sentirse, no para ser reprimidos, distorsionados o guardados en un cajón en espera de un momento, un día o un año! mejor para expresarlos

Que las bendiciones de claridad, autoafirmación y luz lleguen para quien las desee! Así sea!

Espero tus siempre enriquecedores comentarios por aquí, o a través de estimulacioncreativa@gmail.com.

Te recuerdo que por cuestiones de ética, no doy consulta por e mail. Un abrazo!

@Aurora del Villar

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios

  • Muchas gracias es bueno saberlo y ademas tenerlo siempre en cuenta.

  • Gracias por su retroalimentación. Realmente, me ayuda y enriquece mi labor!!! Las abrazo!

  • Cuanta razón en tus palabras!!

    Vivir sintiendo y expresnado desde el amor, es la mejor manera de vivir; para ello hay que desaprender muchas creencias y etiquetas

     

  • Hola Aurora, me encanta leer tus artículos porque me parecen muy interesantes. Y este no es la excepción. Y yo poniendo en práctica lo que escribes, te quiero comentar que considero "el no nombrar tanto mis emociones" es un tanto cultural como dice Edith Verdejo; pero tambien es importante que sepamos controlar esas emociones. Sí decir las cosas, pero cuando hayamos controlado ese sentimiento que si te digo lo que siento: va a explotar y ¿quíen sabe como?. Que sí soltaré yo, pero también puedo soltar ajos y cebollas que pueden dañar más.
    Interesante reflexión. Gracias Aurora
  • Me puedo enojar y molestar, sonreír o llorar, por que simplemente soy humana. Al llamar a las cosas por su nombre me despojo de una gran  presión en mi cerebro y así es, al final me siento sumamente orgullosa de haber actuado con honestidad. Por supuesto la idea es no herir a los demás. Gracias por compartir  Aurora del Villar.

  • Maricela y Edith, muchas gracias por leer mi artículo y por sus valiosos comentarios. Activar al observador interno así como promover nuestra propia madurez no puede sino redundar en nuestro bienestar. Las abrazo!!!

  •  

    Estimada Aurora:

     

    Buenas tardes, a veces es cultural, así nos enseñaron y así actuamos desafortunadamente.

     

    Hace unos meses leía un artículo sobre el tema que comentas y recomendaba que si ibas en un grupo y tenían que decidir a donde ir o que comer, probablemente la primera vez irás donde otros decidan, pero que no siempre vamos a aceptar y que es muy válido externar a donde deseamos ir o que comer o de situaciones. esto es solo un ejemplo.

     

    Considero que la madurez en las personas nos da la pauta para arribar a ¨nombrar las cosas por su nombre¨.

     

    Recibe un cordial saludo.


    Edith.

  • Hay Aurora tienes toda la razón yo soy una de esas personas que hago mucho eso, pero a partir de ahora me empezaré a observar de como hablo.

This reply was deleted.