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Alguna vez te has preguntado ¿cómo podré hacer para soportar taaanta carga?, ¿por qué esta cruz tan pesada, por qué yo?, no te encantaría tener una varita mágica que te borrara tan malos momentos, tantas enfermedades, tanto malestar por una situación, o bien por un cambio no grato,  por una rachita que ya te parece eterna, pues cada una de estas cuestiones son parte de la vida misma, TODO ser humano invariablemente pasa por momentos de crisis, adversidades o experiencias negativas que no son, más que oportunidades personales de ser mejor cada día. Supongo que ahora mismo estarás repitiendo, ¡pero esta mujer está loca! Siempre pensando que todo es crecimiento, ¡PUES SI!, la vida misma es esa bendita oportunidad de trascender y ser mejor cada día, hoy eres diferente de ayer y por supuesto mejorarás mañana porque así debes visualizarlo.

Pues acá va la receta fácil, rápida y económica… piensa en alguien a quien le puedas ofrecer todo lo que harás en tu día, un familiar muy amado, una amistad y ¿porque no? Una perfecta o perfecto desconocido. Ofrecer de corazón tu  bendito día a alguien incrementará tu PACIENCIA pues tendrás en tu corazón la convicción y el compromiso amoroso  de hacerlo por ese ser humano que necesita de tu OFRENDA, ¿captas? ¡Que hermoso regalo!, esto agudiza tu TOLERANCIA, dejarás de enfocarte en situaciones adversas que te quitaban el sueño, te ocuparás de las necesidades del otro.

Piensa en el pequeño niño que viste vendiendo chicles esta mañana mientras esperabas el siga del semáforo o la tierna viejecita vendiendo periódicos con la mejor de sus sonrisas y ¿qué tal? el  hombre desvalido tirado en la banqueta y que logró expresar  de ti, ¡Pobres, no puedo hacer nada por ellos! la diferencia será el día de hoy que tus palabras se modificarán con un: “PUEDO OFRECER MI DÍA” por esos seres humanos, mis hermanos terrenales  y por ello NO daré tanta importancia a las tribulaciones que hoy me agobian, hoy existe un MOTIVO, una RAZÓN que mueve mi sentir y me hace actuar distinto, hoy marcaré la diferencia  y ofreceré mi corazón en favor de un ser que sin duda tiene mayores preocupaciones que las que injustamente magnifico YO.

Si TÚ ofreces el día a Dios por otro ser humano perfectamente imperfecto como TU o como YO es llevar a los hechos una ORACIÓN y la oración es hablar con ÉL y entregarle todo lo que te duele y te entristece, ¿no es maravillosa experiencia? INTÉNTALO y me comentas, te puedo asegurar de corazón que te funcionara y hará tu andar más “ligerito”.

Viktor Frankl decía: “si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”

Así que te dejo esta “recetita” sencilla y muy fructífera ya lo verás.

Dios te de la humildad y la sencillez para percibir en la necesidad del ser humano esa ofrenda que sólo puede salir de tu bello corazón.

Hasta el próximo martes.