Los cambios o transiciones de trabajo a veces pueden resultarnos estresantes. Estos cambios pudieran deberse a despidos, nuevos empleos o a trabajar horas extras precisamente por el cese de otros compañeros en la empresa. Si te encuentras en alguno de estos casos, considera lo siguiente:
1. Primeramente obsérvate de una manera honesta e imparcial.
Muchas veces cuando ocurre un cambio en nuestro trabajo que afecta nuestra economía, tendemos a culparnos, a criticar –a otros y a nosotros mismos-, nos sentimos frustrados y eso se puede traducir en enojo, desquitándonos con los seres que tenemos más de cerca: nuestra familia. En caso de que el cambio sea favorable, podemos pensar que no lo merecemos, que hay otros esperando esa posición que nos acaban de otorgar y precisamente es cuando conviene analizar la situación con imparcialidad y objetividad. Toma un pedazo de papel y escribe tus características laborales: tus fortalezas, debilidades, habilidades, aptitudes. ¿Cómo ejercieron influencia –ya sea de manera positiva o negativa- en tu transición? Analiza y prepárate para una nueva posición.
2. Incrementa el cuidado de tí misma/o.
Cuando hay cambios fuertes, ocurren desgastes tanto emocionales como físicos . En este momento es cuando debes cuidarte más de lo acostumbrado; al menos incrementa tu consumo de agua y trata de comer una fruta entre comidas. Tendemos a descuidarnos para atender la nueva posición y ‘no quedar mal’, o castigarnos –en caso de despido- pensando que ‘no somos lo suficientemente buenas/os’, que somos ineficientes y entonces, nos abandonamos a una dieta rica en azúcares (¡chocolates sobre todo!).
3. Activa tu curiosidad:
¿Qué pudiste haber hecho mejor? ¿qué estrategias/cursos pudiste o puedes seguir para incrementar tu eficiencia? ¿era este el trabajo que realmente querías? ¿qué buenas relaciones hiciste en el puesto que tenías? A diferencia del punto 1, donde te observas como te encuentras en el momento presente, aquí se trata de analizar y determinar las estrategias a seguir.
4. Enfócate en lo que TÚ deseas y evita enfocarte en lo que no deseas. Mantén tu mirada en la meta que quieres y vive, respira y pórtate como si ya la tuvieses. Sí, respira como si ya… ¿a qué huele el banco cuando entras? ¿huele a prosperidad? Toma respiraciones pausadas y profundas: ¡Dale un nuevo aire a Tu Vida!
A veces nos vamos por las ramas laterales de la vida porque no nos enfocamos en la cúspide de nuestro árbol. Recuerda que allí es donde está la corona. Es importante permanecer atentos Sólo a las oportunidades que nos llevan a la meta deseada, si realmente estamos comprometidos con lograrla.
5. ¡Pide Apoyo!
Debido a que tu transición también afecta a tu familia, pudiera ser mejor buscar el apoyo externo de amigos o profesionistas. Tu familia también está pasando por cambios en sus vidas (amistades, actividades físicas y sociales, metas personales, etc.), entonces es bueno hablar con alguien más para canalizar y considerar otras ideas antes de platicar con tus seres más allegados. Hay que incluir a la familia en este tipo de cambios y escuchar sus ideas después que las hayas externado con algún amigo/a o profesionista, con el fin de actuar con calma y prudencia al estar con los seres que más quieres.
6. Trabaja con tus pensamientos. Calma tus miedos y refuerza tu sentido de esperanza y alegría. Recuerda que nadie contrata a una persona negativa y desanimada. Louise L. Hay recomienda en estos momentos afirmar: ‘Estoy a salvo, estoy bien. Es sólo un cambio y esto también pasará’.
7. Dales seguridad (o evita) aquellos que se sienten amenzados o están celosos de tu cambio. Si tu cambio fue para mejorar, algunas personas sentirán temor de ser desplazadas o envidia de tu promoción. Ahora es cuando hay que olvidar las rencillas pasadas con aquellos que conservan una posición en desventaja con respecto a la tuya y convertirlos en aliados. Es un buen momento para ¡Ser Mejor Persona!
8. Festeja tu progreso. Algún tipo de celebración ayuda con cualquier transición. Tu progreso merece un reconocimiento social: agradece a quienes te ayudaron a llegar a donde estás y a quienes estarán contigo en esta nueva emprenda. Se nos olvida que somos seres sociales, y al encontrarnos ante nuevas posiciones laborales, nos sentimos ‘agobiados’ con el cambio, queremos “quedar bien” sin disfrutar la transición.
9. Libera el cómo las cosas “deberían haber sido” y acepta cómo “son las cosas”. Busca y encuentra la apreciación por las cosas como son. Si buscarás un nuevo empleo, recuerda llevar a cabo los cambios que has decidido hacer, de acuerdo con los puntos 1 y 3 de este artículo.
10. Mantén las cosas en perspectiva o busca una nueva perspectiva. Evita quedarte estancado. Recuerda que la única constante es el cambio. Si consideras que el cambio fue por causas ajenas a tu preparación y/o características personales (la empresa pudo haber cerrado, reducido sus sucursales, etc.), entonces toma este tiempo para enriquecer tu currículum con cursos (¡sí! Hay cursos GRATIS que puedes tomar, búscalos en el IMSS, en línea, etc.), pudiendo además, llevar a cabo voluntariados a cambio de constancias (pide una constancia por cada voluntariado que realices), etc.
Espero de corazón, que estas ideas te ayuden a mantenerte positivo durante el cambio.
Por tu éxito y desarrollo,
Juracy
Comentarios
Lisbet,
Estoy contigo. Todo cambio es para mejorar nuestra vida... afirma conmigo: "Todo está bien en mi mundo" (de Louise L. Hay).
Te abraza desde Ensenada,
Juracy
Leti,
Me pongo a tus órdenes para cualquier cosa. Estamos para ayudarnos!
Te abraza,
Juracy
www.juracyjohnson.com