Preguntas tan básicas, pero a la vez un poco complicadas de contestar como: ¿dónde estoy? ¿hacia dónde voy? y ¿qué camino me conviene elegir?, son algunos de los cuestionamientos que nos hacemos al encontrarnos en un laberinto. Pero qué ocurre cuando además éste implica el uso de las matemáticas, como por ejemplo, la correlación de elementos, tema fundamental en el desarrollo de los niños.
A través de un divertido y entretenido laberinto los niños explorarán la experiencia de encontrar la salida, pero ahora con un objetivo matemático, buscando la relación entre el número y cantidad de figuras, ejercitando el trazo de líneas, identificando figuras y ejemplificando el concepto de cantidad, además de resolver de forma sencilla preguntas como: ¿dónde estoy?, ¿hacia dónde voy? y ¿qué camino debo elegir?
Conocimientos previos
Identificación de números, triángulos y trazo de líneas.
Instrucciones
Es importante explicar a los niños qué es un laberinto y la forma de resolverlo, para despertar su interés.
Haz mención de las tres preguntas planteadas, para motivar a los niños.
Proporciónales hojas con diferentes laberintos a resolver.
Menciona el objetivo de cada uno al encontrar la relación de el número con la cantidad de figuras encontradas.
Apóyalos y motívalos a terminar la actividad exitosamente.
Y recuerda que las matemáticas se aprenden mejor con una sonrisa.
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