La sobreprotección, una tendencia en ascenso en nuestra época que tiene como principales resortes: la intención de que nuestros hijos no sufran ni padezcan lo que nosotros sufrimos y padecimos, el deseo de darles lo que nosotros no tuvimos, la existencia de uno o dos hijos solamente y la culpa por no estar con ellos de manera suficiente.
Existe ciertas premisa básica en la crianza de los hijos e hijas: 1) no hacer por ellos lo que ya pueden hacer, 2) darles sólo lo que necesitan y todo lo que piden, 3) no evitarles los problemas, conflictos y frustraciones propios de la vida sino enseñarles a superarlos.
Cuando les evitamos experimentar las complicaciones propias de la vida, hacemos las cosas por ellos y les damos lo que no necesitan, caemos en la sobreprotección. Y esta es dañina porque impide la consolidación de una personalidad íntegra, la conformación de un carácter sólido, es decir, perjudica el desarrollo humano.
En ocasiones hasta pretendemos cubrirles sus necesidades antes de que estas aparezcan, lo cual trae consecuencias negativas serias aun y cuando la intención no sea esa. Dar en exceso y por anticipado es como pretender administrarle antidepresivos a un niño sano para que el día de mañana no se deprima; lo cual sólo redunda en intoxicación.
Al evitarles dolores y frustraciones propios de la vida también les impedimos el acceso a experiencias que no sólo no los lastimarían sino que les darían fortalezas para el crecimiento.
La sobreprotección no sólo es una práctica de crianza desatinada, sino uno de los nuevos tipos de maltrato infantil aún no tipificado como delito, pero sí altamente dañino. De ahí la importancia de erradicarlo.
Comentarios
Viví durante mis primeros años de vida con mi abuela y ella siempre me decía. "Cuando tú haces algo por tus hijos que ellos pueden hacer, les estás robando esa parte de su vida y experiencia".
Aprendí mucho con ella, posiblemente por eso soy como soy y se lo agradezco infinito, y a ti por el tema.
Efectivamente, la sobreprotección es una forma de control, incapacita a los niños hasta para tomar decisiones y puede ser un factor de riesgo para caer hasta en adicciones y conductas delincuentes.