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La siguiente historia está basada en un caso real, pero nombres y características de ella fueron cambiadas por respeto y protección de las personas involucradas.

Lourdes, una mujer de 40 años, estaba muy preocupada porque tenía problemas con su esposo y esto le daba mucho miedo, ya que sentía que él ya no la quería y llegó conmigo a consulta por tener muchas dificultades en su matrimonio.

Lourdes: Me siento muy sola y triste, creo que mi esposo ya no me quiere

Yolanda: ¿Sientes que ya no te quiere o crees que ya no te quiere?

Lourdes: Bueno la verdad no lo sé. Lo que pasa es que soy una mujer muy callada y él se queja constantemente por eso. Me dice que lo desespero porque no hablo.

Yolanda: ¿Y tú crees que por tu silencio él ya te dejó de amar? ¿Él alguna vez ya te lo ha dicho?

Lourdes: ¡No, claro que no me lo ha dicho! Pero es lo que yo creo, ya que me alza la voz y se desespera. Y eso nos ha traído varios problemas.

Se soltó llorando

Lourdes: No, de verdad no sé qué me pasa, siempre que quiero decir algo, defenderme o simplemente quiero platicar. No puedo, no sé qué tengo, quizá es que soy demasiado tímida.

Empezamos a trabajar en sesión y Lourdes pudo ver con claridad que cuando era pequeña en una ocasión su padre estaba viendo un programa de TV, ella llegó muy emocionada, quería que su papá viera la estrella que por primera vez su maestra le había puesto en clase. Su padre de una forma impaciente gritó: “que no ves que estoy viendo un programa, eres igual de inoportuna que tu madre, nunca dejas de hablar.”

Empezamos a trabajar en sesión y Lourdes pudo ver con claridad que cuando era pequeña en una ocasión su padre estaba viendo un programa de TV, ella llegó muy emocionada, quería que su papá viera la estrella que por primera vez su maestra le había puesto en clase. Su padre de una forma impaciente gritó: “que no ves que estoy viendo un programa, eres igual de inoportuna que tu madre, nunca dejas de hablar.”

En ese momento su papá estaba tan metido en su tema que no se dio cuenta, no solo de que la pequeña salió corriendo a su recamara empapada en llanto, sino que sus palabras habían creado una herida y una creencia que la marcaron.

Trabajamos en sesión con su niña interior herida y se dio cuenta que ella no hablaba con su esposo pues inconscientemente pensaba que si hablaba iba arruinar el momento (ojo, ella conscientemente quería hablar, pero su mente inconsciente actuaba para defenderla, pues había aprendido que el hablar podía lastimar a los demás y eso la convertía en mala persona, por lo que esa creencia tenía que cambiarse desde el inconsciente para poder transformar su vida actual).

Para Lourdes el darse cuenta de que ella en realidad no era ni tímida ni callada sino que esas eran únicamente consecuencias de lo que su mente inconsciente había adoptado para defenderla, lo que finalmente se convirtió en su “realidad”.

Ahora ella puede elegir cómo actuar ante diferentes circunstancias.

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El día de hoy ella es una mujer que ha recuperado su valía, su esposo siempre la ha amado. Él nunca la había dejado de querer, pero esa creencia tuvo que ser modificada para que ellos pudieran recuperar esa chispa y hoy es una pareja increíblemente feliz.

Toda conducta presente tiene una historia atrás que la respalda.

El deber de cada persona en la vida es convertirse gradualmente en un mejor ser.
- León Tolstoi-

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Yola Padilla
Especialista en Relación de Pareja

Repetición del Webinario Gratuito en línea: 3 Claves que toda pareja debe saber