La llegada del Año Nuevo constituye el momento idóneo para expresar reconocimientos, subrayar certezas, manifestar entusiasmos y desear prosperidad. Para los niños implica en general una gran ilusión por recibir juguetes, si bien los adolescentes de hoy tienen otras expectativas. Figúrense ustedes que muchos jóvenes esperan recibir el último modelo de iPad, un iPhone 5 o la oportunidad de viajar.
De acuerdo con un estudio realizado por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, se esperaba que las muñecas de moda, bicicletas y patines fueran los principales juguetes que darían los Reyes Magos. Sin embargo, según notas periodísticas reportan los resultados del estudio que, “las peticiones de los niños capitalinos son otras, pues ellos prefieren tabletas electrónicas, teléfonos inteligentes y consolas de videojuegos”.
En cambio, a muchos de quienes estamos en la edad madura nos causa una infinita emoción el simple hecho de compartir esos momentos de fraternidad y convivio. Son días que pasamos en la intimidad de nuestros hogares con nuestros seres queridos.
Pasamos, así, por el festejo de Año Nuevo, que simboliza calidez de los corazones de aquellas personas que se reúnen y donde se impera la generosidad hacia todos, pero en especial hacia quienes nos han dispensado afecto y atenciones durante el año que se va. Surge, asimismo, la esperanza de seguir adelante en la vida y el momento de olvidarnos de los problemas, así como de reflexionar en el verdadero significado de los sentimientos más profundos y valiosos, como el amor y la armonía. Se convoca la exaltación y la alegría, que incluye escoger los regalos para las y los nietos, los hijos, la pareja y, en fin, para la familia y nuestras amistades, porque en México existe un sentimiento muy especial por esta tradición.
Según reseñas que he leído aquí y allá –incluida la ya indispensable Wikipedia–, la historia de la rosca o roscón de Reyes está relacionada con las “Saturnales Romanas”; aunque, también se vincula con una imagen adicional y, por cierto, comestible: la corona de adviento, si bien algunos piensan que no es tan confiable esta analogía. En realidad, dicen los conocedores, que sus orígenes estos festejos estaban destinados a honrar al dios Saturno, con la idea de que el pueblo romano pudiera alabar los días más prolongados después del solsticio de invierno.
Y dado que celebración implica por lo general un buen sabor, en esta fecha tan importante se acostumbraba preparar unas tortas de forma redondas con higos, dátiles y miel. El acto tenía un sentido democrático, ya que las tortas se compartían por igual entre los plebeyos y esclavos. Desde el siglo III ya se solía introducir a esos grandes panes una haba seca, y a quien le tocaba el trozo con el haba era elegido rey de reyes durante un corto tiempo. Se sabe también que ya desde la época del Emperador Constantino que oficializó al cristianismo en Roma, fomentó la idea de que eran tres los Reyes Magos pues en realidad eran más.
El antropólogo e historiador español Julio Caro Baroja reproduce en su obra El Carnaval dos testimonios del siglo XII sobre el contenido del roscón o rosca de Reyes. Señala, así, que en 1361 en el reino de Navarra se designaba rey del faba al niño que encontraba el haba en el roscón. Por otro lado, indica que el poeta de la España musulmana Ibn Quzman describe en su Cancionero una tradición similar en el Año Nuevo, con una torta que contenía una moneda.
Y no se trata sólo de una tradición hispánica. En Francia toman le gâteau des rois (la torta de los reyes) y la galette des rois (la galleta de los reyes), propia del norte del país. En la cocina portuguesa se acostumbra el bolo rei (pastel del rey), y aunque los ingredientes son completamente distintos, la costumbre es la misma.
En México, donde la tradición de la rosca de Reyes con toda seguridad nos llegó de España en el siglo XVI, la representación de la Natividad se incorpora a través de los muñequitos que se añaden a la rosca durante su preparación, los cuales simbolizan al niño Jesús. Originalmente el muñeco se hacía de porcelana o cerámica, pero en la actualidad es de plástico resistente al calor. Por influencia posterior, este bizcocho se sirve igualmente en otros países hispanos, como Argentina, durante las mismas fechas.
La masa con la que se elabora la rosca con frecuencia se aromatiza con agua de azahar, lo que le proporciona un olor característico. Y es habitual que se sirva acompañada de una rica taza de chocolate caliente.
Casi todos y todas parten la rosca en la merienda del día 6, mientras otras prefieren servirla en el desayuno y algunos un día antes. Así también, las frutas cristalizadas y multicolores son indispensables pues simbolizan las joyas de las coronas de los Reyes Magos. Eso sí, la persona que encuentre el muñeco se compromete a organizar un convivio y preparar tamales y atole el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
En fin, que la rosca de Reyes es uno de los manjares más emblemáticos en la repostería del mundo.
Al respecto, hace unos días se llevó a cabo todo un acontecimiento en nuestra ciudad capital: como en otros años, el gobierno del Distrito Federal obsequió la rosca más grande del mundo, la cual se elaboró con una cantidad inimaginable de harina, huevos y otros ingredientes. La enorme rosca, de nueve toneladas, tuvo una longitud de 1900 metros y un ancho de 90 centímetros y le dio la vuelta completa a la plancha del Zócalo. Los niños que acudieron a degustar este rico pan fueron entrevistados y estaban felices, come y come. Y ¿qué creen? El jefe de Gobierno, Miguel Mancera, fue el primero en sacarse el muñequito. Además, se informó que la noche del 5 de enero y la madrugada del día 6 habría transporte público gratuito para los Reyes Magos y se alargaría el horario de servicio. Así de importantes son estas festividades.
Por mi parte, yo les digo ¡Feliz día de Reyes!, sobre todo si aparece debajo del árbol –o en el calcetín– el regalo que han soñado recibir.
Comentarios
Adorable artículo querida Doña Martha! Para mí es especialmente emblematica la "Rosca de Reyes", porque yo nací el 6 de Enero, y este año tengo la fortuna y la gracias de cumplir mis primeros 50 Añitos! Agradecida y alegre... seguiré festejando y deleitándome, con todas las Roscas de Reyes que se me crucen en los caminos de la vida. Abrazos. Muy Feliz, Saludable, Armonioso y Próspero Año Nuevo 2013! Abrazos: *Gena. ("La Reina Maga")