Además de esos dos puntos, déjame contarte algo: si tienes hijos, lo que tú pienses de la comida es como ellos se relacionarán con ella. Me explico mejor, si cuando llega tu pequeño de clases y lo ves decaído, con un poco de fiebre y estornudando, seguramente pensarás qué hacer para que esté mejor y le harás un rico caldo de pollo para que se mejore.
¿Sabes los efectos que esto tiene en su vida? En un estudio que hicieron dentro de un hospital, se seleccionó a un grupo de personas con la misma enfermedad y se le separó. A uno de estos grupos se les dio caldo de pollo y al otro no. Las personas que comieron caldo de pollo se curaron con mucho mayor rapidez.
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Aparte de los beneficios de un caldo de pollo (que está lleno de vitaminas y minerales, pero en este caso no aplicaba), al momento de tomarlo reconectaron con los bellos momentos donde les dieron este sabroso caldo de pollo: sintieron el amor de su familia, el cuidado de su madre y esto liberó sensaciones de gran bienestar que fortalecieron su sistema inmune, ayudando a su pronta recuperación.
Con todos estos elementos, considera que el momento de la comida sea un momento agradable, armónico y sabroso con tu familia. No solo se nutrirán de los alimentos, sino también del cariño de la familia, algo que les ayudará en todos los sentidos de su vida.
Si tienes hijos, seguramente te servirá mucho esta información, pero más te servirá si entras al Entrenamiento Gratuito en línea, regístrate ya: https://cw280.isrefer.com/go/optpe/rgp/
Te mando un abrazo con mucho cariño.
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Yola Padilla
Creadora del Programa Mente Sana Cuerpo Ideal
www.yolapadilla.com
www.facebook.com/TerapeutaYolandaPadilla
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