¿Qué entendemos por reingeniería personal? Se trata de un proceso de cambio de estructuras del pensamiento y de la acción de un ser humano, que surgen como consecuencia de la realización de un balance del grado de satisfacción o insatisfacción con lo que la vida le devuelve.
Lo ideal sería que periódicamente todos nos miráramos en el espejo del alma para hacer esa evaluación tan necesaria de cómo nos va con la vida, en las distintas áreas de nuestro desempeño.
Allí hurgaremos en nuestros afectos, en nuestro trabajo cotidiano, en nuestros proyectos personales y en nuestra visión de la vida en su conjunto. En un mundo que cambia tan vertiginosamente sus coordenadas, el hacer balances se impone cada vez más en períodos más breves, a los efectos de evitar caer en la apatía, la indiferencia, o la frustración como consecuencia de potenciales fracasos en nuestras metas u objetivos.
¿Cómo iniciar un proceso de REINGENIERÍA PERSONAL?
El primer paso será siempre la aceptación de la realidad. Esto que puede parecer a primera vista como una señal de resignación frente a los hechos de nuestra vida, no lo es de ningún modo. Nadie puede cambiar algo que no sabe lo que es. Por lo tanto, aceptar la realidad es el primer paso del inicio de este proceso que culminará cuándo seamos capaces de cambiar modelos de comportamiento o paradigmas que nos han resultado adversos en sus resultados.
La evaluación de nuestro desempeño en la vida, pondrá al descubierto las fortalezas y las debilidades con que nos manejamos en la existencia, debiendo trabajar entonces sobre estas últimas, a los efectos de transformarlas en nuevos bastiones que nos ayuden a alcanzar nuestro destino en el menor tiempo posible.
Un segundo paso bastante más difícil, es establecer el grado de responsabilidad que nos compete en los resultados que vamos obteniendo, a medida que interactuamos con los demás seres humanos. Y digo que es difícil porque solemos atribuir nuestros fracasos siempre a factores externos, relegando a un segundo plano nuestra responsabilidad en la toma de decisiones erróneas, que nos pueden haber llevado a un final no deseado.
Pero, también es importante admitir que errar es humano y que esa responsabilidad sólo certifica nuestra condición de individuos falibles, con derecho a equivocarnos y a enmendar nuestros errores. Claro está, que si cometemos un error tras otro, hay algo que no estamos haciendo bien, y es allí dónde se impone iniciar el proceso de cambio o de reingeniería personal.
Un tercer paso es la elaboración de un proyecto personal por ejemplo para los próximos 6 meses, de modo que podamos definir lo que queremos que suceda en nuestra vida, fijándonos metas y objetivos creíbles y sustentables por nosotros, y que a partir de ese momento, nuestra cotidianidad cambie radicalmente. Cada mañana al levantarnos tendremos un porqué y un para qué, y le estaremos dando un sentido a nuestra existencia. Ya cada día de la semana será diferente y cada época del año también lo será, porque iremos tras nuestros sueños, con la íntima convicción de que estos son posibles, si nosotros nos lo proponemos.
Un cuarto paso es elaborar un plan de acción. Del mismo modo que un arquitecto elabora primero un boceto, luego un proyecto y finalmente el plano final de una obra, del mismo modo nosotros debemos construir el sendero que hemos de recorrer. Qué va primero y qué va después. Qué es importante para nosotros a partir de ahora, y qué dejaremos de lado porque hemos llegado a la conclusión de que no nos aporta nada positivo para aquello que hemos decidido que nos pase en la vida.
Asumir esta actitud es comenzar a ser el protagonista de nuestra existencia, teniendo una actitud proactiva, es decir convirtiéndonos en los agentes activos de aquello que queremos que nos suceda, y a la vez también en férreos defensores de nuestro territorio, para no ser invadidos y para no necesitar invadir a los demás, para llegar a nuestro destino.
Iniciar un proceso de reingeniería personal, es una decisión valiente, que requiere del coraje necesario para confrontarse con la realidad, como primer peldaño imprescindible para admitir que algo, o muchas cosas no están bien en nuestra vida. Otra característica que tiene este proceso es que nadie lo puede hacer por nosotros. En la vida de todos los días, podemos delegar un sinnúmero de funciones. Pero hay algunas que están reservadas para el ser humano, en su tarea de introspección, en su tarea de diálogo interno y en ese encuentro supremo de tomar un café con uno mismo.
Querida lectora: ¿cuándo has tomado tu última tacita de café para preguntarte, aunque sea parte de lo que yo te describí? Si hace mucho, no dejes pasar más tiempo y decídete ya a revisar tu realidad. Si algunas lágrimas humedecen tus mejillas, no tengas vergüenza, son una liberación y una muy buena señal de tu fina sensibilidad frente a lo vivido. Esto no tiene cambio, pero tu presente y tu futuro, sí lo tienen.
¿Entonces? Manos a la obra e inicia tu propio proceso de REINGENIERÍA PERSONAL. ¿Sabes algo? No te arrepentirás jamás de lo que puedas hacer por ti. Te lo aseguro.
Hasta la próxima
Dr. Walter Dresel
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