ESTUDIOS SOBRE SÍ MISMO.
Quien conoce a los hombres, es hábil
Quien se conoce a sí mismo, es sabio
Quien vence a los otros, es fuerte
Quien se vence a sí mismo, es poderoso
TAO TE CHING.
LA PROYECCIÓN.
Introducción:
Vamos a iniciar el estudio de nuestros mecanismos de defensa psicológicos. Aclarando que los mecanismos de defensa son totalmente inconscientes, invo- luntarios y no controlables por nosotros. Saber que existen, estudiarlos y estar al corriente de las consecuencias que provocan, nos puede servir para comprender reacciones nuestras, que ya hemos tenido o que hemos conservado; o para cuando se lleguen a presentar en un futuro dichas consecuencias, y así poder reconocerlas y modificar los resultados de la proyección.
DEFINICIÓN:
La manera más simple y sencilla de definir el mecanismo psicológico de la proyección, es aclarar que proyectar consiste en poner en el afuera de mí, en el medio ambiente, lo que es mío, sin reconocerlo como mío, y afirmar que es de otro. Lo mío lo reconozco en el otro, en el afuera de mí, sin reconocerlo como mío.
“Ellos Son Unos Rateros”
“Una buena manera de descubrir tus defectos_____dijo el Maestro_____ consiste en observar que es lo que te irrita de los demás”
Y contó como su mujer, que había dejado una caja de bombones en el estante de la cocina, descubrió más tarde que la caja pesaba bastante menos: todos los bombo- nes de la capa inferior habían desaparecido. Y habían ido a parar a una bolsa de papel que se encontraba encima de las pertenencias de la nueva cocinera.
Para no poner a ésta, en una situación enojosa, la bondadosa mujer del Maestro vol- vió a colocar los bombones en la caja y guardó ésta, en una alacena, a fin de evitar tentaciones.
Después de la cena, la cocinera anunció que dejaba su trabajo aquella misma noche.
“¿Por qué?, ¿qué sucede?”, preguntó el Maestro
“¡No quiero trabajar para personas que roban!”, fue su desafiante respuesta. (1)
_____________
Imaginen a un proyector cinematográfico. Para saber lo que está dentro de un proyector cinematográfico, se necesita de una pantalla, y es en la pantalla, en donde vemos lo que está dentro del proyector.
La pantalla la utilizo para ver lo que no puedo ver; para ver lo que está adentro del proyector. Al proceso de hacerlo le llamamos proyección. Lo que se ve es lo proyec- tado, que es un reflejo, una imagen del contenido. Entonces ya tenemos cuatro ele- mentos:
El proyector
Lo proyectado. El contenido
La pantalla
La proyección. Proyectar.
Proyectar como concepto psicológico, es el verbo que se refiere al uso de la proyección. De tal manera que si decimos que “Juan esta proyectando”, es que hablamos de un proyector: Juan. De una pantalla: el lugar donde esta viendo lo que es suyo, y lo proyectado, es decir el contenido. Con una sola condición más: Juan no reconoce para sí mismo, que lo que esta viendo o pensando, del otro, como algo propio. El no reconoce pues, que él mismo es un proyector. Y que está proyectando: tan solo observa. Insisto: El no sabe que está proyectando.
Claro que en ocasiones podemos encontrar que uno en forma consciente y por con- veniencia propia, podemos no reconocer para otro, que lo que pensamos del otro realmente nos corresponde aplicárnoslo a nosotros.
Supongamos lo siguiente: yo sé que yo soy muy ambicioso, y que nunca estoy con- forme con lo que tengo, ¡yo lo sé!, estoy consciente. En cierta ocasión digo que Juan es muy ambicioso no yo. Aquí lo que podremos decir es que es una mentira proyec- tiva, no es una proyección en el sentido de ser un proceso inconsciente, es una mentira porque yo sé que Juan no es ambicioso, y que el ambicioso soy yo. Yo soy un mentiroso. En cambio al utilizar la proyección no pensamos ni sentimos que sea- mos mentirosos, en ese momento es verdad para nosotros lo que observamos, pen- samos o decimos del otro.
La conclusión es que cuando proyectamos no sabemos que estamos proyectando. Mucho menos que seamos un proyector.
Entonces, la proyección consiste en la tendencia de hacer responsable al ambiente, de lo que se origina en el “Sí Mismo” (Self). F. Perls. (2)
¿Cual es la razón por la cual usamos la proyección? Al ser incapaz de soportar la responsabilidad de mis propios deseos y sentimientos, impulsos y acciones, se los adjudico a objetos o personas en el ambiente.
¿Que se proyecta? ¿Qué proyectamos? ¿Qué es lo que ponemos afuera? Lo que no aceptamos como parte de nosotros.
¿Y que es lo que no aceptamos de nosotros? La respuesta es triste: cualquier cosa que nos pertenezca genuinamente a nosotros.
Podemos proyectar tanto defectos como virtudes, potencialidades como realidades, deseos, fantasías, emociones, pensamientos, cualquiera cosa que nos pertenezca. Además también llegamos a despojarnos psicológicamente de los órganos donde nace el impulso o deseo rechazado.
No sé si se dan cuenta de la importancia de éste mecanismo, si hacemos uso exce- sivo de éste mecanismo y por mucho tiempo, sería como irnos quitando partes, co- mo irnos desmembrando, descuartizando, despedazándonos nosotros mismos. Es más que el simple hecho de desconocer partes de nosotros.
¿Que porque dije que es triste? Porque nos desprendemos de partes de nosotros, que catalogamos de malas, y nosotros básicamente no somos malos, es la sociedad quien al educarnos a través de sus diferentes instancias (familia, escuela, religión, costumbres sociales, normas sociales etc.) clasifica los comportamientos como bue- nos o malos, y entonces nos desprendemos hasta de partes que universalmente se consideran buenas e impedimos que nuestro cuerpo participe y goce de la vida.
Al estar haciendo éste estudio según yo para ustedes, me di cuenta que primera mente lo estaba haciendo para mí, y llegue a una clasificación que no viene en nin- gún libro de los que yo haya leído. Se las enuncio primero y luego se las paso a des- cribir.
Podemos clasificar a la Proyección en: Proyección Simple Y Proyección Compleja. Esta división tan simple, nos permite entender la complejidad del mecanismo proyec- tivo.
LA PROYECCIÓN SIMPLE:
Consiste en colocar lo que no queremos de nosotros, en el afuera, en el otro y después criticar lo que le acabo de colocarle, de plantarle.
En ocasiones el otro ya posee, lo mismo que yo no acepto en mí, y aprovecho para agregarle lo mío. Y criticarlo. Es decir que al utilizar la proyección no es suficiente colocar lo mío en el afuera, además lo juzgo y lo critico.
EN LA PROYECCIÓN COMPLEJA:
Además de lo mencionado, observamos el efecto bumerang. Es decir lo que coloco en el otro, se me regresa. Y luego reaccionamos según el contenido de la proyección, y nos dirigimos hacia la persona que según nosotros nos envió X cosa. ne desprendo de algo mío. lo observo afuera y lo juzgo
Algo mío lo coloco
Desprender Afuera
Proyección lo miro
Simple. Observar Afuera
Lo de
Juzgar Afuera
Proyección Lo que coloco afuera y luego se me regresa a mí.
Compleja. (Sobre todo lo que considero negativo)
Me defiendo atacando.
PROYECCIÓN SIMPLE:
El investigador: acusador.
La proyección no consiste tan solo en quitarnos lo que no nos gusta de nosotros y colocársela a otro. No queda allí la acción, no solo nos desprendemos de partes de nosotros y ya. ¡No!, además lo vemos afuera y lo denunciamos, es decir no solo lo rechazamos en nosotros, sino que acusamos, culpamos a la persona o evento que nos sirve de pantalla. Y luego actuamos conforme a lo proyectado como en el cuento ya mencionado
“Me voy, no quiero trabajar con personas que roban”
Insisto es un proceso totalmente inconsciente, de lo único que nos damos cuenta son de sus consecuencias, y las consecuencias es que al utilizar la proyección, que es un mecanismo psicológico mío, veo lo mío en el otro. Es él. Es en él donde está tal o cual cosa. No en mí. Allá está. Él es el ratero.
Es decir las criticas sin sentido que hago, generalmente son las criticas que no me hago a mí. Me baso en la frase: yo estoy bien....él o ellos... tú o ustedes, son los que están mal.
Hay otro tipo de proyección mas oscura para estudiar y para comprender: cuando el resultado de la proyección es la autocrítica sin sentido que nos lleva a sentir y pen-sar: “Yo estoy mal, ellos están bien”. Pero lo estudiaremos mas adelante.
Imaginen lo siguiente, ustedes están en el frente de su casa, y allí hay mucha ba- sura, que es basura que ustedes mismos generaron. Y tienen mucha basura, basu- ra de todo tipo. Hay mal olor. Basura con gusanos. Y se ponen a barrer y agarran parejo, a recoger todo y a tirar todo; cuando digo todo, también me refiero a objetos que aún les son útiles. Agarran parejo. A barrer se ha dicho y a limpiar. Y luego le a- vientan toda la basura al solar de al lado, al terreno de su vecino.
Y después dicen: ¡que vecino tan cochino!. Mira cuanta basura tiene. Que flojo es. Ahora sé quien se robo las chanclas mías que traigo perdidas. Hasta allí vi mi desar- mador Es un desconsiderado con la gente. Nadamás falta que niegue que es su ba- sura. ¡Ha pero pobre si me hecha la basura! Voy a estar al pendiente de lo que ha -ga. Yo sí, le hecho a la policía. Vecinos como ese no los quiero en mi colonia. ¿Ya entendieron?
El proyector ahora está en camino de convertirse en la victima de las circunstancias provocadas por él mismo.
El Temor:
Empieza a temerle al otro. La responsabilidad está en los otros. El otro o los otros son los depósitos de nuestra basura. No es fácil que uno se le acerque con mucha confianza a un bote de basura.
“Yo no soy, es él”. “Yo no fui, fueron ellos”.
“Ellos son los envidiosos”. “Tú no eres digno de confianza”. “Yo no soy seductor, él es el seductor”.
El proyector se está convirtiendo en la victima de las circunstancias que el está provocando. Imagínense la siguiente sentencia filosófica que hemos escuchado por mucho tiempo: “tú eres el arquitecto de tu propio destino”. Hay muchas cosas, pero muchas que sabemos a “plena conciencia” que nosotros somos responsables de ellas, y no hacemos nada por cambiarlo, ahora aplicado a los mecanismos de de- fensa, en éste caso a la utilización de la proyección, ¡que difícil!
“Está enojado conmigo porque yo sé quién es él”.
El otro tiene puras cosas malas: ¡pues como no, si son las que yo le puse!
“YO NO VUELVO A CONFIAR... “.
Un ladrón encontró la siguiente nota en la caja fuerte que iba hacer explotar:
“Por favor, no emplee dinamita. La caja no está cerrada. Basta con hacer girar el picaporte”
Y en el momento en que hizo girar el picaporte,
Cayó sobre él, un pesado saco de arena,
Se encendieron las luces de la habitación,
Y la alarma sonó y despertó a todo el vecindario.
Cuando el Maestro visitó en la cárcel al ladrón,
Éste no podía ocultar su resentimiento:
“¡¿Cómo voy a poder confiar de nuevo en ningún ser humano?!” (3)
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Otras quejas de la victima:
“Tenía que ocurrirme a mí”...Niega toda relación o participación. No tengo nada que ver
“Yo tengo que sufrir”.... Niega toda relación o participación. No tengo nada que ver
Es decir una consecuencia de la proyección es sentirse y colocarse en la posición de Victima.
“El solitario su queja: es que nadie me quiere”.
Tiende una tendencia a culpar a lo proyectado y en quien deposita lo proyectado, de lo que a él le pasa. Sin encarar, sin darse cuenta, de que son parte de él mismo
El Inquisitivo Investigador:
Imaginen a una persona con unos binoculares, observando a la casa del vecino diciendo: ya te vi desnudándote, eres un sinvergüenza.
Hay una forma muy sutil de proyección ya conocida por cualquiera y señalada por Cristo hace miles de años:
“¿Y porque te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en el ojo, si no eres consciente de la viga que tiene el tuyo?......
¿Como puedes decir a tu hermano: “Hermano deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo”, si tú no ves la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo para que veas con claridad, y entonces sacarás la pelusa del ojo de tu hermano”. Autor: Jesucristo. Lucas 6-41.
¿En que es diferente éste tipo de proyector? En que la persona se especializa, en detectar lo que para él es un defecto en el otro, luego que lo detecta, lo amplifica, y se lo muestra a medio mundo. Es decir, digamos que no proyecta de primera intención, busca inicialmente con una gran lupa en la mano, y luego encuentra; y como si hay tela de donde cortar, lo descubre y de pasada le agrega de su propia cosecha.
Desplaza su atención y la atención de los demás sobre la atormentada víctima. ¡Él es, él es! Acusa retadoramente el proyector a la sorprendida víctima. Aquí el pro -yector no es el indigno social, él aparece como el ciudadano honesto.
¿Dónde escuché ese consejo que dice: “la mejor defensa es el ataque”? ¿Dónde lo escuché? Éste tipo de proyección es un mecanismo proyectivo más engañoso, más neurótico. Tal vez menos complicado psicológicamente, pero más socialmente, ¿y espiritualmente? ni mencionarlo.
Miren no es lo mismo que:
Mi vecino tenga un bote de basura con algo de basura de él, después llegue yo y le hecho mi basura. Y lo acuse, mínimo socialmente.
A que yo vaya y le ponga mi basura o mi bote de basura y diga que es de él, esto último está más zafado. Está más loco.
En este pasaje recién mencionado de la vida de Cristo, podemos observar, todo lo dicho hasta aquí sobre la proyección simple.
LA PROYECCIÓN COMPLEJA
Se Regresa Lo Proyectado. El Bumerang.
Otro resultado de la proyección es que se regresa lo proyectado. Aquí ya empieza a complicarse más la vida el proyector.
Se convierte en la víctima.
Por ejemplo, yo no puedo ver, o sentir, o darme cuenta de que yo odio a Fulanito, pero a través de la proyección, proyecto y coloco ese odio en Fulanito, y digo: el que odia es él, ¡yo no!, yo soy todo amor y dulzura. Y hasta allí queda la acusación y de- nuncia.
En ocasiones no es suficiente, así que además, el proyector “no solo sabe que hace el otro: ¡odia!” Sino que también sabe a quien va dirigido ese odio. Conoce el remi -tente, el contenido y el destino de la carta: él me odia a mí. Ahora acusa, denuncia y reprocha. Yo soy la víctima.
Otro ejemplo sería que, yo no admito ser envidioso, yo no acepto mi envidia, así que me desprendo de ella a través de la proyección. Y entonces no es lo mismo decir, pensar y acusar:
a) Él es un envidioso. A pensar, decir y acusar:
b) Él me tiene envidia a mí
O no es lo mismo proyectar mi enojo asesino y decir y acusar:
Él (ella) está tan enojado, que mataría a cualquiera. A pensar, decir y acusar:
Él (ella) me quiere matar.
O no es lo mismo al proyectar mi deseo sexual y después decir:
Él (ella) es una persona seductora, a decir y acusar
Él (ella) es un persona seductora y me está seduciendo a mí.
En éste tipo de proyección al devolverse lo proyectado, puede dar lugar a la inter - vención de nuevos mecanismos defensivos como racionalizaciones de conducta, de la emoción, de impulsos o de deseos proyectados. Realmente estamos ya en medio de un proceso mucho más complicado, que el simple hecho de ver en el otro lo que no puedo ver en mí.
En la proyección compleja, si me doy cuenta de mis impulsos pero en forma secun -daria, es decir, los siento y los acepto pero como una reacción a lo que según yo, el otro me hace o me quiere hacer, este impulso no lo veo como una causa primaria.
“Ahora me enojo con el (ella) porque me tiene envidia”
“Ahora le golpeo porque sé que me quiere golpear”
“Ahora le insulto porque sé, que me quiere insultar”
“Ella (él) es muy avara y todavía viene a pedirme prestado, que ocurrencias...Por supuesto que no le preste”
“Esa vieja es bien criticona, ¡no le hables!”.
“Esa vieja es bien criticona, mas vale que cuando platiques con ella, no digas nada...Porque después va a hablar a espaldas tuya... es más, ¡y si te quedas callada!, va a decir que eres una sangrona...a ella jamás se le entiende”.
Es decir, además cuando proyectamos, resulta que también adivinamos pensa -mientos, deseos, intenciones y comportamientos de otros.
Es mediante la proyección la que nos hace posible desposeer y renunciar a aquellos aspectos de nuestra personalidad que encontramos difíciles y ofensivos o poco atractivos para aceptarlos.
JUEZ Y VERDUGO.
Ésta es la parte más difícil de la proyección. Me vuelvo juez, juzgo, y me pongo la capucha del verdugo. Me vuelvo frío, cruel. Mis críticas ahora son sádicas. Me vuel -vo insensible y despiadado en mis observaciones y puedo castigar. La compasión en cuanto a ese tema huyó de mí. Corrijo en el otro, lo que no puedo corregir en mí.
El sujeto al usar la proyección, lo proyectado tiende a tener una existencia propia y objetiva, de modo que puede culpar a los demás de sus problemas, sin encarar el hecho de que son partes de él mismo. Del propio proyector.
Ahora el proyector les hace a los demás, lo que él acusa a los demás hacerle a él.
“tú me tienes envidia” “Tú siempre estás rivalizando conmigo”
Socialmente al proyectar me siento atacado, no comprendido, ofendido y eso me dará pie, para yo justificar mis ataques y mis críticas
Ahora pasemos a una descripción más amplia, de la proyección y del proyector
El proyector:
Tiende a tener una disposición a desposeerse de algunas partes de sí. Impulsos, deseos, pensamientos, fantasías y hasta partes anatómicas con todo y funciones.
En lugar de ser un participante activo de su vida, el proyector se convierte en objeto pasivo, víctima de las circunstancias.
El neurótico no solo usa la proyección en relación con el mundo exterior, también lo usa en sí mismo. No solo tiene la tendencia de desposeerse de sus propios impulsos, sino que también tiende a desposeerse de aquellas partes de él mismo, de donde se originan aquellos impulsos.
Al usar la proyección en si mismo, lo proyectado tiende a tener una existencia propia y objetiva, en partes de su self, de modo que puede culparlos de sus problemas, sin encarar el hecho de que son partes de él mismo. Mi hígado no me deja en paz
La personalidad proyectiva hace del mundo externo su campo de batalla, en donde deben guerrearse sus conflictos privados. (F. Perls) ( )
Es en el psicótico paranoide y sus delirios de persecución en donde podemos obser- var el proceso proyectivo llevado al máximo de su intensidad, en donde inclusive puede llegar a lesionar físicamente o matar al objeto de sus proyecciones. Aquí ob -servamos todos los elementos estudiados de la proyección.
Veamos una Fábula de Esopo en donde podamos observar el uso de la proyección:
EL LOBO Y EL CORDERO.
Un lobo se detuvo a beber de un riachuelo cuando vio a un cordero parado corriente abajo. El lobo empezó a babear.
Pensó: necesitaré una buena razón para presentarme ante esta inocente criatura y engullírmela.
Entonces, le gritó al cordero: “¿Cómo te atreves a ensuciarme el agua cuando estoy tratando de beber?”
Con toda humildad el cordero replicó:” ¿Cómo voy a estar ensuciándote el agua, cuando yo estoy más debajo de la corriente que tú?”
“¿Me estás llamando mentiroso?” gruñó el lobo.
“Por cierto alguien me dijo que el año pasado te habías dedicado a decir mentiras sobre mí”
El cordero empezó a temblar y dijo.”¡Eso no puede ser cierto porque el año pasado yo ni siquiera había nacido!”
“Entonces tiene que haber sido tu padre, lo que viene a ser igual” gruñó el lobo mientras se abalanzaba sobre el cordero y se lo comía.
Moraleja de Esopo:
Ninguna excusa es válida para un tirano
Aclaraciones:
Aquí podemos observar directamente la Proyección Compleja. La moraleja de Esopo es una moraleja de valoración social.
Yo estoy intentando darles elementos para comprender psicológicamente hablando, al proyector. No para valorarlo.
Un ejemplo de intento de juzgar y criticar y castigar en el otro lo que proyectamos, y al mismo tiempo una intervención terapéutica de toma de conciencia es el siguiente pasaje en la vida de Cristo. Podemos darnos cuenta como Jesús confrontó a un grupo de gente con sus proyecciones grupales; fue tan sutil en éste caso, y desde el punto de vista psicológico rompió el mecanismo proyectivo grupal, para que tomaran consciencia de sus propios contenidos, de sus propias vigas pues, y dejaran de ver la paja en el ojo ajeno
“En un caso como éste la Ley de Moisés ordena matar a pedradas a la mujer. ¿Tú que dices?... (Le preguntan a Jesús)
Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo.
Como ellos insistían en preguntar, se enderezó y les dijo:
“¡Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra!”
Se inclino de nuevo y siguió escribiendo en el suelo.
Juan 8-5
PROYECCIÓN DE PARTES BUENAS:
¿Y proyectamos tan solo partes malas de nosotros o también buenas?
Al respecto dos respuestas:
Lo que proyectamos ¿es bueno o malo para quien? Es algo que ustedes se tienen que aclarar. Si ya decidieron que es lo bueno y que es lo malo para ustedes. La respuesta es invariable: Sí, también proyectamos nuestras partes buenas. Como que eso, creo, que ya no les gusto ¿No es así?
Ejemplos de proyectar nuestras cosas buenas
El otro es más trabajador que yo.
El otro es muy bueno
El otro es más inteligente que yo
El si puede
El si entiende las cosas.
La otra es más bonita que yo
Órale... ¿como les quedó el ojo?... perdón.
Si en la proyección de lo negativo al realizarlo nos sentimos superiores y buenos porque ya limpiamos nuestra casa de mugrero, de lo malo; en la proyección de lo positivo nos sentimos inferiores, porque no tenemos nada bueno, nos devaluamos y nos sentimos tontos, pudiendo dar lugar a admiraciones erróneas y a envidias contenidas.
Para la proyección de mis cosas buenas, es suficiente la proyección simple en sus dos modalidades:
Ver en el otro lo bueno que no puedo ver en mí.
Colocar en el otro lo bueno que no puedo percibir en mí.
Espero que sepan ahora sí, cual es una de las raíces de la tan cacaraqueada, bajo-estima y de los miles de ejercicios que se practican con tan pocos y efímeros resul- tados. Y además del origen de la mentada imagen auto devaluada. En la proyección es como estar en ese juego infantil que se llama el sube y baja, en donde un niño se coloca en cada extremo de una tabla. Abajo, te devalúas, arriba te sobrevaloras.
La proyección de las partes buenas, también puede llegar a la intensidad de las proyecciones complejas. Nuevamente lo observamos en el psicótico paranoide en su delirio erótico, que se le llama delirio erotomaníaco. ¿Cómo es éste delirio? Nuevamente hay que recordar que al proyectar al final vemos algo donde no hay nada que ver. En el psicótico paranoide el empleo de la proyección llega a su máxi- mo en sus diferentes sistemas delirantes, y hablando del delirio erotomaníaco él pro- yecta su amor a niveles elevadísimos en el otro y luego se le regresa (efecto bumer- ang) y luego justifica sus emociones.
Paso a explicarlo:
Yo no admito estar enamorado de ella. Lo proyecto.
Ahora yo veo que ella se enamoró de mí.
Ahora yo le correspondo, yo la amo porque ella me ama.
¿Difícil de entender? Este drama amoroso del psicótico paranoide con su delirio erotomaníaco ha sido el tema de muchas películas, y se puede presentar tanto en hombres como en mujeres.
ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE LA PROYECCIÓN.
Solo estoy describiendo un mecanismo en todas sus variantes: La Proyección.
Para nada estoy describiendo la personalidad del proyectante. ¿Porque razón? Porque la proyección es un mecanismo de defensa que utilizamos todos o podemos utilizar todos. Lo repito, lo utilizamos todos, y lo utilizamos según las circunstancias nos obliguen a emplearlo, y por lo general recurrimos a éste mecanismo junto con otros mecanismos de defensa psicológica.
Además como hay una ley universal que aclara que el amor une y el odio separa...... así que espero comprendan ahora porque cuando una persona proyecta sus partes buenas en el otro, se queda pegado a él, se queda dominado, subyugado. Se vuel -ven sumisos, y en ocasiones son simples accesorios de la persona en quien han de- jado sus partes buenas.
Sin importar el contenido, cuando usamos la proyección sobre todo en forma conti- nua y sostenida, y por mucho tiempo pues, al final, el uso de la proyección es tan solo un factor más, que nos impide valorar adecuadamente la realidad externa, y co- mo no puede existir realidad externa sin realidad interna, la proyección nos impide también valorarnos adecuadamente.
Definitivamente que cuando proyectamos, el resultado de la valoración de la realidad es que “esa es nuestra verdad”. En ese momento cualquier teoría sobre la comuni -cación sale sobrando. Frases tan simples como “cada cabeza es un mundo”, “estás ciego, no ves bien las cosas” “es lo que tu te imaginas” etc., son frases totalmente incomprensibles e impenetrables a la toma de conciencia, y que carecen de toda intención de empatía para el proyector.
Durante los estados proyectivos, existe una incapacidad para juzgarse a sí mismo ya sea negativamente o positivamente. En cambio si puede juzgar al otro. Pero como es una valoración basada en la proyección, por lo tanto ésta valoración jamás será justa, es una valoración falsa, en donde el otro por anticipado o sale perdiendo o sale ganando; y yo, el proyector salgo ganando o salgo perdiendo, pero nunca, nun- ca... ¡Nunca soy yo!
Creo que es por eso, que la confrontación tan violenta e implacable que hizo Cristo, se ha quedado en el aire. Han pasado más de 2000 años y “la papa caliente” sigue dando vueltas y vueltas en todo el mundo.
Y otra creencia mía, es que podemos leer, mostrar mucho interés y hasta compren- der muchísimas cosas que leemos en: novelas, historias, cuentos, poesías, religión, política, mensajes, metafísica, parapsicología, Budismo, Taoísmo, Hinduismo, cual- quier libro que nos caiga en las manos....hasta el libro de la selva etc. A cualquier libro pues, lo leemos con mucho interés y dedicación..... ¡Excepto el libro de nuestra vida!
En nuestro libro de la vida nos contentamos con escribir, ¡y eso lo hacemos aunque no queramos! Pero pocos nos ponemos a leerlo, estudiarlo, intentar comprender, aprender, obtener experiencia y guiarnos según vayamos comprendiendo. Por eso puedo resumir éste comentario con la siguiente frase:
¡Nuestro libro de la vida por lo general lo usamos para escribir, no para estudiarlo! Dr. Pedro Cortines H.
La razón es muy simple y comprensible: si los mecanismos de defensa nos defien- den de la angustia, entonces a medida que los vamos enfrentando me va aparecien- do la angustia, es decir nos ponemos angustiados, nerviosos, porque algo va a salir de adentro de mí. Y si queremos solucionar los conflictos de lo que nos defiende el mecanismo de proyección, tenemos que sentirla y enfrentarla; solo que de diferente manera. ¿Capean?
Un comentario más: el uso de la proyección es a nivel inconsciente, involuntario, espontáneo, más eso no deja de traer consecuencias a varios niveles.
Espirituales ya lo vimos, creo que se aplica sobre todo es para esas personas que viven criticando socialmente a sus semejantes.
Trae muchas consecuencias sociales negativas.
Trae consecuencias legales, sobre todo cuando se trata de las proyecciones complejas.
Y trae consecuencias psicológicas, pues el uso excesivo y crónico ocasiona que nos vayamos desmembrando paulatinamente de nuestras partes, y eso nos va dejando con un vacío existencial.
Quiero aclararles que para una comprensión más profunda del proceso proyectivo hace falta entender otro mecanismo que se llama: Introyección.
LA PRÁCTICA.
Estos artículos no merecen el nombre de “Estudios Sobre Sí Mismos” sin la parte que sigue. Tal vez sea la más difícil. No estas obligado a hacerlo, lo único que sé es que entonces ésta plática tan solo te servirá de información, y no de formación.
Viene la parte más difícil, porque es la parte personal. Fíjense como en todo lo ante- rior yo me incluía en la parte teórica. De aquí en adelante es una guía personal para ustedes en lo particular. Aclarando que me aplico perfectamente el dicho de que un ciego no puede guiar a otro ciego. Yo sé que he proyectado intensamente. Conozco éste camino y tengo una tendencia increíblemente fuerte para seguir recorriéndolo una y otra vez. Esta es la razón por la cual les puedo dar algunos consejos, no por- que los haya leído en ningún libro, más que en el libro de mi propia vida.
TOMA DE CONCIENCIA.
1.- Espero que se hayan dado cuenta de que es muy difícil por si mismos el darnos cuenta cuando estamos proyectando, de allí la necesidad de ir a psi- coterapia. Ir a terapia no significa ir a que te operen, es decir ir a que te ha- gan algo, ir a psicoterapia significa tu deseo de intervenir activamente en tu vida que en ese momento te resulta insatisfactoria, solo que basado en una nueva comprensión de ti mismo con la meta firme de modificarla.
2.- En ocasiones cuando proyectamos sobre un familiar o sobre un amigo, éstos actúan como Cristo, señalándote que ellos no son como tu los percibes, o que lo que dices de una tercera persona no es cierto, o no corresponde a como tu los ves. Una reacción de humildad es, cuando menos aceptar que las opiniones que ellos dicen sobre “tus mentiras” y que para ti son verdades, puede ser que tengan algo de razón. Es decir darles el beneficio de la duda cuando menos.
3.-Tal vez al leer y aplicarte éste estudio a ti mismo, -es decir no son estudios para descubrir la paja en el ojo ajeno- entonces sin ir a terapia y aunque nadie te lo diga, y humildemente ante ti mismo, es decir dejando a un lado toda a- rrogancia y egocentrismo, en la comunión contigo mismo, en la comunión con todas tus partes, tú te puedas preguntar con respeto, la posibilidad de haber estado proyectando, quizá puedas darte la oportunidad de ir descubriendo las consecuencias de tus proyecciones y darte así la maravillosa posibilidad de ir cambiando.
¿Como puedes tomar conciencia por ti mismo de las consecuencias de tus propias proyecciones?
Tomando en cuenta lo que tus amistades te dicen sobre tus criterios erróneos.
Cuando recopilas versiones de una persona y de otra y de otra y todas coinciden en que lo que tú piensas estas equivocado.
Como supongo que ya eres una persona adulta, sepárate psicológicamente hablando lo más que puedas de tus padres, toma distancia emocional. Y de entrada, a ellos no les hagas mucho caso en las opiniones que dan de ti. Es posible que coincidas con ellos, es posible que no. Este consejo se aplica con mayor fuerza cuando por tu experiencia propia, tu vida es insatisfactoria aún haciéndoles caso.
Como una guía general toma en cuenta lo siguiente:
Si tú estás delante de una persona en donde toda la gente concuerda que es un alma de Dios, y tú reaccionas con coraje, envidia o simplemente rechazo. ¡Tal vez estés proyectando!
Si tú estás delante de una persona en donde toda la gente concuerda que debes de tener mucho cuidado con esa persona y con sus reacciones, y tú reaccionas con admiración, bondad... ¡Tal vez estés proyectando!
Si tú te consideras , que eres un alma de Dios, bondadoso, simpático, gene- roso, que solo buscas el bien para tus semejantes, pero todos te sacan la vuelta o se acercan a ti con recelo, y casi no desean estar contigo....¡tal vez estés proyectando!.
Si tú te consideras un miserable y que no sabes a que viniste al mundo, que no sabes hacer nada, que nadie te quiere, y observas que tienes mucha gen- te buena a tu lado, que te busca y te apoya... ¡Tal vez estés proyectando!
LA PANTALLA. “EL OTRO.”
Un estudio realmente sensible, que no tome en cuenta al otro, es decir a la, o, a las personas sobre las cuales proyectas, es un estudio parcial e incompleto. Es tan solo un estudio científico más. Y ésta meta, no es de mi interés.
1-¿Que sucede con el otro, con la pantalla, cuando tú opinas de él?
En éste caso no es una simple pantalla, es una pantalla viviente. Estas proyectando sobre un prójimo. Si tú atacas, él se defiende o debiera defenderse. Cuando menos la reacción mas simple es pensar de ti o decirte que “tú eres un mentiroso”. Que lo que opinas de él no es cierto. Sobre todo cuando no es verdad lo que le estás enja -retando. Y de allí en adelante puede reaccionar de múltiples maneras hasta llegar a atacarte. ¿Qué haces tú cuando el otro proyecta sobre ti? ¡O sí claro!, por supuesto que uno puede a su vez servir de pantalla al otro.
2-¿Y si le señalas la paja que trae? Es decir, sí es verdadero lo que tú dices de ésa persona.
La respuesta mínima es tan simple. ¿Qué haces tú cuando alguien te señala la paja que tú traes?: la primera reacción es ¡Negarlo! (Que también es otro mecanismo de defensa, por cierto)
3.- ¿Y qué pasa si le quieres colocar la viga que tú traes?
Si no lo sabes, la respuesta es muy fácil: entonces se honesto contigo, piensa y pon por escrito que haces tú cuando te colocan a ti una viga que no te corresponde. ¡Hazlo de verdad! Así te darás cuenta que haces tú, cuando te lo hacen a ti, y que buscas hacerles tú, cuando tú lo haces.
¿Te das cuenta?.................
“La mejor manera de comprender al otro, es conocerte a ti mismo”
Cristo en su momento y según las escrituras bíblicas habló y desenmascaró la ten- dencia a proyectar del ser humano, y lo hizo de una manera confrontadora, fuerte, directa, intensa. Habló así, con mucha intensidad sobre “el proceso” de la proyecc- ión. Pero también habló de una manera suave, directa, diluyente, terapéutica, y confrontó “al contenido” de la proyección de una manera indirecta, con la finalidad de detener la mano ejecutante de la inclemente horda justiciera y despiadada.
Veamos ahora a autores diferentes que hablan sobre la proyección, uno con palabras fuertes, candentes, otro con palabras diluyentes. Y Otros ejemplos más que ayuden a diluir la ansiedad.
Si sientes odio hacia algo que está allí,
Ese algo eres tú mismo, aunque te sea difícil soportarlo.
Porque tú eres yo y yo soy tú.
Odias en mí mismo lo que desprecias en ti.
Te odias a ti mismo y crees que soy yo
Las proyecciones son de lo más endemoniado.
Te hacen trizas y te vuelven ciego.
Conviertes en montañas las pequeñas colinas,
Para justificar tu perjuicio.
Vuelve a tus sentidos. Velo con claridad.
Observa lo real, no tus pensamientos.
Fritz Perls. ( )
El Maestro afirmaba que el mundo que ve La mayor parte de las personas
No es el mundo de la realidad, Sino un mundo creado por sus mentes.
Cuando un sabio quiso contradecirle.
El Maestro puso dos palos sobre el suelo Formando lo que sabemos es la letra “T”, y le preguntó: “¿Que ves allí?”...
La letra “T”, respondió el otro.
¡Lo que me suponía dijo el Maestro!:
¡No existe la letra T”; la letra “T” no es más que un símbolo que hay en tu mente.
Lo que hay allí son dos pedazos de rama una junto a la otra.
Por lo general la realidad no es lo que es, (Nos aclara el Maestro)
Sino lo que nosotros hemos decidido que sea.
¿Es Usted Chilango?
Una ancianita nacida en la Ciudad de México viajaba en avión.
A su lado se encontraba un norteño de acá del norte...
Botas vaqueras, enchaquetado, el clásico sombrero......
Entonces se le queda mirando la anciana fijamente y le dice
“¿Oiga usted perdone... es usted chilango?
“No” le responde seco y amablemente el norteño... arreglándose el sombrero
Pocos minutos más tarde, ella vuelve a insistir: “¿Podría usted decirme, y perdone la molestia, es usted chilango?
“¡Le aseguro que no!”, responde él con tono mas fuerte...
La anciana, se queda escudriñándolo con su lupa ocular durante unos minutos
Y vuelve a la carga: “¿de verdad, no es usted chilango?....
Molesto el tipo, y ajustándose la chaqueta de cuero y arreglándose el bigote contesta ya airado, pero contenidamente: “¡Señora, ya le dije que no!”
La anciana se le queda viendo acusadoramente a los ojos y le dice: “Habría jurado que ¡usted es chilango!....”
Para acabar con tan enojosa situación, el norteño se baja de su caballo y hasta se quita el sombrero y le dice: ¡Está bien señora, si soy chilango!
-Ahora ella termina de escudriñarlo, sacude la cabeza dudosamente y dice:
“Pues la verdad, es que no lo parece”
Primero sacamos nuestras conclusiones
Y luego hallamos la forma de llegar a ellas.
(Nos señala el Maestro)
Hasta en los proverbios chinos encontramos rastros de proyecciones
“Nunca se pierden los años que se quita una mujer...
Van a parar a cualquiera de sus amigas”
(Proverbio Chino)
Para mí el ser humano es en esencia, biológica, psicológicamente y espiritualmente bueno. Ésta idea es mía y hasta hoy nadie me la ha cambiado.
Finalmente
Hay una pregunta que espero ande rondando por su cabeza y es la siguiente ¿Qué hace que proyectemos?
Los mecanismos de defensa son parte de nuestros procesos psicológicos normales, y aparecen desde que se nace. Y la proyección es especial está regido por el prin- cipio de: “Lo bueno me quedo con él, lo malo lo expulso” Comemos y lo bueno, lo nutritivo nos quedamos con el, lo que ya no sirve, lo malo, lo expulso”
Éste principio esta presente en cada una de las células de nuestro cuerpo. Es una ley de sobrevivencia. A medida que vamos creciendo, en meses y años como seres sociales y psicológicos, nos van educando y nos van señalando que es lo bueno y que es lo malo. De acuerdo a las normas familiares, culturales, religiosas, escolares, sociales, grupales y legales, por mencionar algunas.
Así que la respuesta en concreto a la pregunta ¿Qué hace que proyectemos? es: Nuestros Introyectos. Y el estudio de la introyección es el tema de nuestra próxima plática.
DOS ANCIANOS.
Dos ancianos hablaban sobre la vejez, y comentaban que las mujeres nunca aceptan los signos de su vejez, uno de ellos había ideado una forma para descubrir cómo se van quedando sordas, y le dice: Si quieres saber si tu mujer se está empezando a quedar sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta.
Cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros. Después a 2 metros y luego a 1 metro. Ya no le quedara más remedio que darse cuenta que esta sorda.
El viejito encuentra que la idea es buena y cuando llega a casa se coloca a 10 metros de su señora y pregunta, levantando la voz:
'Cariño, ¿qué hay de cena?'
No recibe respuesta.
Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo:
'Cariño ¿qué hay de cena?'
No recibe respuesta por lo que decide acercarse a 2 metros:
'Mi amor ¿qué vamos a cenar?' Nada de nada. Mi mujer se está quedando sorda, sigue pensando el anciano.
Se acerca a 1 metro de ella y......'Mi vida ¿qué vamos a cenar?'
Y la Señora enfurecida contesta:
¡Hay Viejo! Te he dicho 4 veces que Pollo con Papas Fritas; ¿¡Estas Sordo o te haces el que no oye!?
Gracias.
Dr. Pedro Cortines Hernández
Comentarios
Dr. Pedro Cortines....
Le habia leido en otra faceta de su personalidad, ahora me alegra tambièn ver q nos comparte
de su caudal de conocimiento respecto al apasionante mundo de la psicologìa.
Ademàs de q el aporte lo hace de forma muy amena con ejemplos y comentarios chuscos
facilitando su comprensiòn.
Gracias y le seguire leyendo.
Saludos.