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Islandia es un país que despierta mi imaginación, Julio Verne eligió un de sus volcanes para que sus personajes realizaran su viaje al centro de la tierra,  leímos la historia y la vimos en la pantalla grande. Hace unos días leí que en ese remoto país piensan castigar con cárcel a los banqueros que desfalcaron a la población, la gente deba pagar por sus errores.

Sus habitantes son descendientes de  Arnarson y su esposa Hallveig Fródadóttir, quienes según el Landnámabók, mejor conocido como el Libro de los Asentamientos, fueron los primeros habitantes de una bahía  rodeada por una cordillera en la que brotaban sorprendentes columnas de humo blanco, Reikiavik  significa bahía del humo o bahía humeante. Entre  874, fecha  del arribo de la primera pareja y el año 930 después de Cristo, llegaron 400 colonizadores que huían del poder dictatorial de Harald Fairhair de Noruega.  Dependieron de Dinamarca hasta los años cuarenta del siglo XX. Y ahora Johanna Sigurdardottir  afirma haberse beneficiado con la nueva legislación de Islandia que permite el matrimonio homosexual y para festejar se casó con la escritora Jonina Leosdottir el día Internacional del orgullo gay. Johanna Sigurdardottir, la primera ministra, tiene 67 años de edad y estaba divorciada y con hijos de su anterior matrimonio con un hombre. Es la primera jefa de Gobierno del mundo que se casa  con una persona de su mismo sexo. El obispo de la Iglesia Estatal Luterana de Islandia se opone al matrimonio entre homosexuales y le pidió al clero que no acate esta nueva ley, eso no parece molestar a Johana ni a Jonina. 

Patricia Rodríguez