¿Estás muy triste porque perdiste a un ser querido?
La muerte es un tema central en la vida del hombre, morir o perder a un ser querido es una experiencia que TODOS en algún momento de nuestra vida tenemos que vivir pero para la cual casi nunca nos sentimos lo suficientemente preparados.
El sufrimiento que se experimenta por la pérdida de un familiar ó amigo es vivido de diferente manera por cada persona dependiendo de su historia, de su actitud hacia la muerte, de su personalidad y de la relación que tenía con quien murió. Aunque el proceso de duelo nunca puede ser el mismo para dos personas y el dolor se manifiesta de muchas maneras diferentes es común que durante el proceso se experimenten algunos de los siguientes síntomas físicos y emocionales:
Síntomas del duelo
- Sensación de opresión en el pecho acompañado de aumento en la frecuencia cardiaca.
- Sensación de vacío en la boca del estómago con aumento o pérdida del apetito.
- Inquietud o dificultad para concentrarse y para recordar.
- Estado como de transe, permanecer sentado por horas y horas mirando al vacío.
- Mareo, desorientación.
- Impaciencia é irritabilidad.
- Dificultad para dormir, pesadillas o sueños donde aparece el fallecido.
- Enojo, culpa y/o tristeza extrema
- Desear dormir todo el día o quedarse en la cama.
- Dificultad para realizar las labores habituales.
Las personas que se han dedicado al estudio de este tema (tanatología) han explicado que el proceso de duelo comprende cuatro fases principales.
Fases del duelo
1. - Shock y Negación.
No se logra reconocer y aceptar la pérdida del ser querido. Es común un sentimiento de adormecimiento emocional, que se busque al fallecido o que se actué como si aún estuviera vivo.
2. - Enojo y Culpa.
Algunos ejemplos de sentimientos de culpa son:
Preguntarse una y otra vez ¿Por qué? querer buscar culpables hasta en uno mismo y pensar en todo lo que se pudiera haber hecho pero no se hizo para salvarle la vida.
3. - Desesperación y Depresión.
Perder todo interés por vivir, sentir que nada vale la pena o que el dolor es tan intenso que es insoportable y se esta enloqueciendo.
4. Reorganización del estilo de vida.
Con el paso del tiempo lo ideal es lograr recordar al ser querido que murió y las experiencias compartida sin sentir como antes un dolor avasallador. Esta se convierte en una fase donde los antiguos intereses se retoman y se plantean nuevas propuestas de vida. En ocasiones durante este período se puede sentir que se está siendo desleal con la persona que falleció, pero lo que se vivió en el pasado siempre existirá en el corazón de quien queda vivo sea lo que sea que haga en el presente o en el futuro con su vida.
Durante el proceso de duelo pueden surgir muchos otros sentimientos además de los citados anteriormente que en ocasiones confunden y asustan a quien los vive. Cuando el dolor se torna inmanejable se llega a creer que tapándolo por medio de alcohol u otras substancias éste va a desaparecer, desafortunadamente cuando se utiliza esta táctica sucede exactamente lo opuesto, el proceso de duelo se enquista y extiende por un período mucho mayor de tiempo.
Una parte indispensable del proceso de duelo y de la recuperación de una pérdida significativa es dejarse sentir todas las emociones que surjan, y buscar a un escucha empático con quien compartir estos sentimientos. Es común que pensemos que es obligación de nuestros familiares o amistades acercarse para brindarnos su ayuda, pero con frecuencia esto no sucede porque muchas personas sienten que no saben que decir o como ayudarnos en momentos tan dolorosos. Si queremos apoyo no podemos esperar que los demás lo adivinen, tenemos que tomar el primer paso, y hacer saber a los que están cerca que los necesitamos y el tipo de apoyo que queremos recibir de ellos.
Otro error que frecuentemente cometemos en momentos de crisis es pensar que se puede huir del dolor haciendo cambios muy significativos en el estilo de vida, muchas personas se arrepienten de las decisiones que toman en esos momentos y confirman que a veces lo que más les ayuda se aloja en lo sencillo, en sentirse escuchados y en poder compartir su dolor.
Cuando se pierde a un ser querido el dolor puede llega a ser tan intenso que muchas personas se cuestionan si van a poder salir adelante. El tiempo y el apoyo de amigos y familiares son un gran aliado en este proceso pero a veces no es suficiente y se vuelve necesario buscar apoyo profesional.
Recuperarte de una perdida no implica olvidar a tu ser querido que murió sino reconocer y recordar todo lo valioso que esa persona aporto a tu vida.
Comentarios
Lizi: Hoy particularmente me enteré de dos chicos de alrededor de 30 años, que fueron asesinados en Monterrey, simplemente porque se habían perdido buscando una dirección. Ambos jóvenes,hombres buenos, profesionistas, éxitosos, solteros y comenzando sus vidas.
Es doloroso perder a alguien, aceptar su perdida. Pero en estos tiempos que estamos viviendo,que escuchas como arrebatan la vida a tantos mexicanos, a tantos jóvenes,hombres, mujeres, niños; que tantas personas se ven hundidas en el más profundo dolor por la brutal y dolorosa muerte de un ser amado, un hijo, un hermano, un esposo... Qué se hace con esta tremenda frustación donde no existen recomendaciones ni guías para sobrellevar semejante dolor, en dónde el curso natural de la vida no se aplicó. En dónde la muerte no sólo está marcada por la pérdida en sí, sino que va cargada de una tremenda decepción, coraje y tristeza de tu país, de tu gobierno, de tu gente...de tu sociedad, tu entorno...que te queda, que sigue. La muerte tiene muchas caras.
Hola Lizi, que tema tan interesante, y la información que nos das es muy concreta y nos ayuda a permitirnos investigar más de estos temas dolorosos. Yo soy Psicóloga y para mi es de mucha ayuda leerte.
Saludos
Paty