LA MITAD DE LA MITAD

Cada vez que se avizora un avance en favor las mujeres, la realidad se queda muy atrás de las expectativas.

Así ocurre con la tan publicitada modificación que se incluyó en la reforma electoral de 2014 a fin de establecer la paridad de género en las candidaturas a cargos de elección popular. De acuerdo con las nuevas normas electorales todo hacía pensar que muchas más mujeres podrían llegar al Congreso de la Unión, lo que constituiría un salto cualitativo en nuestra historia contemporánea.

Pero al parecer se trató tan sólo de un señuelo o una simulación, pues aun cuando los diferentes partidos políticos cumplieron con la disposición de registrar a mujeres en la mitad de sus candidaturas, en la realidad no se verá una presencia femenina en esa proporción.

Esa es la conclusión que se deriva de análisis prospectivos que se han realizado con base en los resultados de las elecciones de 2012 para legisladores federales por el principio de mayoría relativa. Sucede, en pocas palabras, que muchas de las candidatas contienden en distritos donde su partido tiene muy pocas probabilidades de ganar. A partir de esas proyecciones, se calcula que el porcentaje de mujeres en la legislatura que comenzará en septiembre próximo se incrementará apenas en un 5% con respecto a la actual; es decir, que de 123 legisladoras de mayoría que ganaron un espacio en la Cámara de Diputados en 2012, ahora podrían llegar a ser unas 130.

Estamos, entonces, ante una desconsoladora realidad derivada del hecho de que en los distintos partidos las candidatas fueron postuladas para distritos donde esos institutos políticos tienen más dificultad para salir triunfantes. Ante eso, candidatas de diversos partidos han señalado esa irregularidad y denunciado que se trata una vez más de discriminación, misoginia y manipulación electorera. Aún más: organizaciones feministas del país hablan de violencia política y guerra sucia contra las candidatas, pues a varias se les ha tratado de denigrar y desprestigiar.

Las estadísticas que se vienen manejando para las elecciones para diputados federales que se realizarán este domingo 7 de junio señalan que si se mantiene la tendencia electoral de 2012, en ningún partido político se reflejará como tal la cacareada paridad de 50-50 en las diputaciones de mayoría relativa.

Así que habrá que pelear hacia dentro de los partidos y exigir un trato equitativo basado en el análisis del comportamiento electoral de elecciones anteriores. Lo más triste y preocupante es que se perdió la oportunidad de lograr desde ahora la tan necesaria equidad de género en el Congreso.

Por todo esto, podemos afirmar que se decidió que las mujeres legisladoras fueran sólo la mitad de la mitad. Si los resultados electorales confirman estas previsiones, será necesario denunciar ampliamente esta trampa y, a la vez, pugnar por mecanismos transparentes y democráticos para que esto no vuelva a ocurrir en ninguna elección futura.

 

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Comentarios

  • Estimada Martha: la saludo cordialmente y la felicito por este escrito y sus escritos en general. Cuantas veces tengo oportunidad de entrar a Retos, procuro leerla. Pero de este texto en particular, me hago (o le hago) la siguiente pregunta: ¿será que de veras los partidos actúan deliberadamente para no darles oportunidades reales a sus miembros mujeres? Lo pregunto por la existencia y éxito conocido de varios elementos femeninos que en su momento han sobresalido dentro de sus respectivos grupos políticos. Sobre este tema de la equidad de género yo siempre he expuesto que no por el sólo hecho de ser mujer adquirimos en automático las cualidades que se llegan a requerir para tal o cual función. Yo pienso que se sea mujer u hombre -no importa el género- se tiene que mostrar facultades, aptitud, conocimiento, experiencia y probidad. Pensar de otra manera (radical, sobre todo) nos llevaría al peligro de una presencia femenina "por cuota" no por reales habilidades. Y entonces caeríamos en un falso progreso... Un número importante de mujeres tienen elevadísimas capacidades; y yo he visto que cuando las hay, no hay quien las pare. Saludos.

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