La elección creativa tiene también diferentes expresiones, esto es, puede ser constructiva o destructiva.
Desde Einstein sabemos que materia y energía son distintas manifestaciones de lo mismo; algo que sirva para edificar positivamente también puede ser empleado en un sentido destructor.
La creatividad es tan dinámica y tan rápida que surge casi de la nada. En lo personal me gusta esa caricatura empleada comúnmente del “foquito que se enciende” cuando emana una idea; hasta hemos caído en la verbalización de: “se me prendió el foco”.
Las ideas fluyen y están disponibles para usarse, lo mismo para lo bueno que para lo malo. Si de alguna forma las bloqueamos lo único que haremos será aumentar la presión interna que nos puede llevar a síntomas indeseados, tanto físicos como emocionales y mentales.
Las sensaciones son positivas o negativas, son a fin de cuentas sensaciones. Nadie puede evitar el signo de ellas, si acaso queremos dejar de sentir sólo las negativas, el camino es admitirlas y manejarlas; trabajar en ellas para que sus posibles desajustes sean considerados y puestos en el verdadero valor que tienen, quitarnos la destrucción como destino. Lo inaceptable es esconder la realidad, partir de un principio de la misma que esté totalmente distorsionado a los hechos.
Un evento negativo siempre conlleva la oportunidad de convertirlo en positivo, experiencia, enseñanza y la inquebrantable voluntad de crear son los bálsamos que lo logran.
Crear en positivo significa innovar; aplicar la energía a las actividades que enriquecen, que ayudan, que empoderan. Un grabador espléndido puede embellecer tanto retina como emoción de quien vea su obra; su talento se distancia de alguien que suponga que pueda ser usado para falsificar papel moneda.
La génesis de la creatividad parte de un principio de realidad y de un lenguaje entendible en principio para nosotros, sin excluir a quienes decidamos.
Como sabes prefiero evitar la palabra NO, la causa es que la energía que subyace a cualquier expresión libera nuestro interior; proporciona anchos caminos de todo lo que contenemos dentro, de todo aquello que podemos aportar al mundo y a quienes nos rodean. Así entenderás lo que implica empezar la frase por ese “No”, imagina qué estás dejando fluir con ello, lo que estás atrayendo.
Toda expresión lleva por sustento emociones, felicidad e inspiración; algunas veces lo contrario.
Bloquear la expresión es impedir también sensaciones, en la gran mayoría de los casos se hacen visibles en padecimientos e imposibilidades físicas; cuántas veces se nos va la voz o nos llega una repentina ronquera porque somos incapaces de poner en palabras nuestras emociones, a veces por miedo al receptor.
Es necesario rejuvenecer y revitalizar cuerpo y alma que traerán por resultado nuevos hábitos y apertura.
El crear se da a veces en el aislamiento, en la introspección que hemos visto en pintores, poetas y músicos. Escuchar es una gran virtud; el hacerlo con nosotros mismos es el paso siguiente para aceptarnos libres de culpas y juicios.
La fuerza que se manifiesta al salir de nuestro interior, sus impulsos expresivos entusiasman y animan; llevan a la repetición rompiendo la queja y las críticas insanas que entorpecen el desarrollo.
Animar en vez de herir, canalizar lo positivo beneficia al mundo, cura nuestro interior. Nos lleva a la integración cósmica.
La expresión honesta de nuestras emociones beneficia las relaciones interpersonales y atrae a nosotros verdad y un destino distinto; magia y cambio.
La calidad de vida depende de nosotros mismos; elegir, positivamente y creativamente es una obligación que enaltece.
Liberar la energía positiva, estableciendo un contacto permanente y real con lo más auténtico que llevamos dentro; adecuadamente, en el tiempo exacto que tenga que ocurrir produce sanación.
Lo positivo dista mucho de que en ocasiones se manifieste enojo o ira; miedo o pena; lo relevante, lo que es deseable y debemos perseguir en cada instante es que ello se de en concordancia con nuestra tranquilidad interior.
La paz, el asumir la responsabilidad de nuestra vida es distinto a que pasemos por momentos difíciles que en algún momento pueden ser desagradables.
Evitar las barreras con respecto a la verdad de lo que sucede produce la sensación de control, al menos conocimiento de causas y efectos. Mientras más dentro nos encontremos de visualizar cada una de sus posibles consecuencias y hechos generadores, más fácil encontraremos una salida positiva para modificar radicalmente el destino y el momento de las cosas.
Debemos de ser capaces de disminuir la carga que le es inherente al conflicto que en sí mismo ocupa espacio, mente y sueños. Acentuar el peso al sostener el disgusto que la acompaña simplemente complica las cosas. Requerimos entonces de una mayor energía para poder salir del valle en el que estamos, recuerda que esta, está dentro de ti; de ti depende el tiempo que decidas; mi consejo es aquí y ahora.
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