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Ser mujer es el mejor papel que nos pudo tocar en esta vida. Está lleno de magia, emociones, ilusiones y por qué no, también de decepciones. Siempre estamos con los sentimientos a flor de piel, pensamos las cosas más profundamente, guardamos una memoria impresionante (cosa que a los hombres por lo general no les agrada), hablamos todo el tiempo, queremos interactuar y en nuestra naturaleza está el servir. Por algo nos tocó la maravilla de ser mamás.  En la actualidad nuestro papel tiene gran importancia porque debemos dividirnos entre el ser una mujer exitosa, trabajadora, profesionista y ser una perfecta ama de casa y pensamos que todo lo podemos resolver, pero en ocasiones es válido aceptar que no podemos con todo, que necesitamos ayuda y sobre todo alguien que nos apoye. El apoyo más que nada moral, que nos hagan saber que nos entienden y que reconocen el enorme esfuerzo que hacemos por tratar de agradar a los que más queremos haciendo todo perfecto o al menos así lo deseamos. Se vale llorar y recordar que dentro de nosotras está una niña asustada que a veces no sabe qué hacer, que tiene dudas y miedos y unas ganas enormes de ser protegidas, pero el simple hecho de reconocerlo nos da el alivio y la paz que tanto anhelamos. Debemos tomarnos un momento para pensar si estamos haciendo lo que en realidad queremos, lo que amamos y nos apasiona o simplemente estamos viviendo conforme la corriente nos lleva. Y si no es así, pues levantemos la mirada al cielo y retomemos el rumbo que en algún momento perdimos, nuestra misión es ser feliz, pero siempre aceptando y agradeciendo: la maravilla de ser mujer!