LA "JUANA DE ARCO MEXICANA"

En estas fechas del 2010, tan importantes para el país, es fundamental voltear nuestros ojos a la vida y obra de muchas mujeres que han sido decisivas en su construcciónSon en verdad personajes que sin duda inspiran para seguir luchando y creando. Un caso excepcional es el de María Andrea Villarreal González, una mujer fuera de serie, que nació en Lampazos del Naranjo, Nuevo León, el 20 de enero de 1881.Su vínculo con la revolución se debió a que era hermana de un famoso miembro del grupo de los hermanos Flores Magón: Antonio I. Villarreal, a quien acompañó sin ningún reparo en su exilio a los EEUU.Es evidente entonces la influencia y el espíritu revolucionario que imbuyó a su hermana Andrea.Sin embargo, resulta indispensable recordar la labor que ella misma realizó con absoluto convencimiento y su compromiso con la revolución. Por cierto, de manera subrayada, su lucha estuvo al lado del movimiento magonista y más tarde en apoyo de Madero.Es así como Andrea vivió de manera intensa durante una época agitada y convulsa. Por supuesto que no se hacían esperan las persecuciones a quienes sustentaban y defendían estos ideales a la vez que luchaban por una transformación social.Como sabemos, el gobierno de Porfirio Díaz mantuvo hundida a la república mexicana en una cruel dictadura, lo cual desembocó en una mayor y más profunda conciencia social que de manera pública y valiente repudiaba tantas arbitrariedades e infinidad de injusticias.El mejor conducto para que las mujeres s hicieran presentes fue sin duda la prensa y la literatura.Así, Andrea Villarreal se expresó a través de este medio donde no sólo era permitida, sino necesaria la presencia creciente de mujeres comprometidas. Ella entró a formar parte de este tiempo convulso y fue decisiva su colaboración en el periódico Regeneración en 1905, e incluso también en algunos levantamientos armados como ocurrió en Jiménez, Viesca, Las Vacas y Palomas, Coahuila. Desarrolló además labores propagandísticas de la corriente magonista a través de sus vehementes escritos, en los que mantenía la verticalidad de su postura en contra del gobierno de Porfirio Díaz y asimismo del gobierno de los EEUU al que consideraba cómplice del dictador.La ruptura posterior del grupo de los Magón, trajo consigo cambios substanciales y se reagruparon con muchos otros. Andrea se unió, al igual que su hermano, a la causa maderista, tan peligrosa como el carácter anarquista que estaba adquiriendo el grupo magonista.Y en fin, continuó con su labor periodística, colaborando con el periódico La Prensa, desde San Antonio en Texas.Una vez terminada la revolución, Andrea volvió a Lampazos y posteriormente a Monterrey donde murió un 19 de enero de 1963. Su dedicación y lucha contra la opresión le valió el sobrenombre de la “Juana de Arco Mexicana”.Es imposible no conmovernos ante esa grandeza y evocarla en la conmemoración del Centenario de la revolución, pues poco sabemos de nuestro género y es justo que este año, tanto ella, como muchas otras, las tengamos presentes con todos los honores.
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Comentarios

  • Aqui te dejo una bibliografía Marissa,
    - J. Jesús Ávila Ávila. "Presencia revolucionaria de María en Memoria del Congreso
    Internacional sobre la Revolución Mexicana.
    Gobierno del Estado de San Luis Potosí / Instituto Nacional
    de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana de la
    Secretaría de Gobernación.
  • Hola Martha muy bien por destacar el papel de la mujer en la revolución, ya conocía a María Andrea, pero seguro estoy de que casi nadie conoce de su participación en este movimiento, yo lo se porque soy un amante de la historia y me he dedicado a buscar casos de mujeres que han participado en los movimientos sociales que se han dado en nuestro país.

    Saludos y lo mejor para ti.
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