Publicado por María Samaniego el 13 de Septiembre de 2010 a las 11:30am
Propósito: Fomentar el desarrollo del carácter de nuestros hijos/as a través de la formación de valores.Para lograr nuestro propósito requerimos:• Reconocer la importancia de los valores en nuestras vidas• Elegir libre y concientemente• Integrarlos en nuestro comportamiento• Esto es un proceso y no sucede de la noche a la mañanaPara educar en valores se requiere de la capacidad de un adulto/a para posicionarse como una autoridad ante la cual el niño/a o joven la acepte y respete, a la vez que se preserva la relación y la estima personal.Primero tienes que tener un lazo afectivo para que se dé la formación. Primero se tiene que ganar el respeto de los hijos. Si el niño esta lastimado, no se dará el seguimiento. El contacto afectivo es importante.Tiene que haber confianza, aunque el joven no sepa cuál es el propósito. Respeto, confianza, lealtad (disciplina inteligente) es todo un sistema que se basa en la relación afectiva con tus hijos.La restitución es un proceso mediante el cual los jóvenes aprenden a ser autodisciplinados, ya que se enseña al joven a que devuelva algo que quito a alguien más, ya sea por un daño físico o moral (falta de respeto, por ejemplo).La restitución tiene el propósito que guiar a que nuestros adolescentes acepten la responsabilidad de sus acciones, que corrijan sus faltas, llevarlos a la reconciliación con las partes afectadas y lograr restablecer la relación. Que los jóvenes realmente se sientan integrados a la familia a pesar de cometer faltas y que además puedan aprender de ellas.El lenguaje tiene una gran influencia para dar valor o desanimar. La autoestima se construye cuando se reemplazan los términos de culpabilidad o de vergüenza, por los nombres de los valores, nuestras cualidades innatas del carácter. Se usan los valores para reconocer, dar guía y corregir. El lenguaje de los valores nos ayuda a recordar la clase de persona que queremos ser.Nuestras palabras moldean el carácterLa manera en que hablamos y las palabras que usamos tienen un gran poder. El lenguaje le da significado a nuestra vida, y sobretodo despierta el carácter y moldea el auto-estima de las personas.Las palabras tienen el poder de romper un corazón o de inspirar un sueño. El lenguaje de los valores faculta a los niños y jóvenes para actuar con lo mejor que tienen dentro. Es el ingrediente principal para crear una cultura de carácter.Hay un viejo refrán que dice “Garrotes y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras no me hacen daño”. El poder que tenemos como padres y maestros para moldear el sentido de su yo, que tienen los niños, por medio de las palabras que utilizan para dirigirse al niño, niegan la validez de este viejo refrán. En realidad, este refrán debería decir: “Garrotes y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras pueden romper mi espíritu”.Los pueblos indígenas de Norte América hablan de cuatro medicinas o poderes personales que poseemos y que nos facilitan la enseñanza de la restitución en los hijos/as:El poder de ver: Las virtudes de cada hijo.El poder de escuchar: Utilizando habilidades donde pongamos en juego nuestra amabilidad, compasión y justicia.El poder de hablar: Con el poder de los valores tales como el entusiasmo, tacto, honestidad, amor y gentileza.El poder de actuar: Al emplear nuestros valores para dar forma a las virtudes de nuestros hijos, incluyendo la humildad para reconocer y aceptar nuestros errores y aprender de ellos.Niveles de restitución1. Disculparse2. “El regalo”3. El humor4. La reparación concreta1. Disculparse:Una disculpa incluye aceptar la responsabilidad por el propio comportamiento y tratar de reparar la falta a la persona que ha sido ofendida. La disculpa auténtica abre la puerta a la posibilidad del perdón y la reconciliación. Entonces es posible continuar construyendo la relación. Sin la disculpa, la ofensa forma una barrera y la calidad de la relación se ve menoscabada. Las buenas relaciones siempre se caracterizan por la buena disposición para disculpar, perdonar y reconciliar. Muchas relaciones son frías y distantes debido a que no hemos logrado disculparnos. Las disculpas sinceras también alivian la conciencia culpable. Piense en su conciencia como si fuera un recipiente que lleva atado a su espalda y que tiene veinte litros de capacidad. Siempre que usted ofende a otro, es como si agregara cinco litros a su conciencia. Con tres o cuatro ofensas, su conciencia está llena y usted se sentirá pesado. Una conciencia llena genera un sentido de culpa y de vergüenza.• Expreso arrepentimiento, diciendo: ¿Me disculpas por…?• Específica la falta o acción (Si su hijo/a no lo acepta lo guía indicándole las palabras a repetir).• Acepta su responsabilidad: ¿me disculpas por hablarte de una forma grosera?, me arrepiento de haberlo hecho así. ¿Puedo hacer algo para arreglarlo?.• Arrepentirse genuinamente: Intentaré no volver a hacerlo.• ¿Me perdonas?2. El regalo:Cuando nos trasladamos a este nivel de restitución, estamos fortaleciendo a la juventud y la creación de una nueva forma de conducta, que puede resultar en un modelo para otros.Cuando hago algo que me parece inadecuado, trato de encontrar el lado positivo de mis acciones negativas. Mi error puede indicarme dónde requiero crecer.Por ejemplo una joven ruda también puede ser valiente.Nuestra pregunta Restitución aquí sería, "¿Hay una manera que puedes seguir siendo creativa sin hacer daño? Piensa en ello.Ejemplos de preguntas:1. ¿Lo que estás haciendo ahora es correcto?2. ¿Cuál es tu trabajo ahora?3. ¿Cuándo estarás listo para empezar?4. ¿Qué puedo hacer para AYUDARTE de tal forma que tú puedas…?5. ¿Cuál es la regla? ¿Qué se supone que debes estar haciendo?6. Parece que tienes un problema. ¿Cómo puedo ayudarte a resolverlo?7. ¿Quieres pensar una mejor forma de solucionarlo? ¿Cómo puedo ayudarte?8. ¿Lo que estás haciendo ahora ayuda o empeora la situación?3. Buen humor:Trate de usar el humor de una manera reparadora. Cuando pueda hacer esto, no sea sarcástico. La broma le proporciona una nueva perspectiva y, a menudo contiene una lección necesaria. La risa también proporciona una liberación física. En un grupo que siempre estamos agradecidos a esa persona que puede proporcionar un cambio de energía con una broma en una situación tensa.Reírnos de nosotros mismos proporciona la fuerza para hacer frente a las circunstancias. Riendo sobre la situación ofrece la medicina para la mente y las emociones como la risa es buena medicina. Las personas que pueden reírse de sí mismos pueden ser vistas como dignas. Son vistas con la capacidad de tener la humildad, porque puede reírse de sus propios fallos. Además ayuda a desdramatizar las situaciones en las que nuestros hijos/as comenten faltas.“Discúlpame, no debí responder de esa forma, actúe como un ogro”4. Reparación concreta del daño:Cuando el joven comete una falta, aplicamos la sanción o consecuencia que corresponde a su acción, no puede evadir las consecuencias de su propia conducta (desde cancelar la fiesta a la que tenía planeado ir, bloquear su internet, etc.).Una vez que se tranquiliza, le guiamos a que se disculpe, y además se le guía a una forma concreta de reparar ese daño. Por ejemplo, deja materias para extraordinarios, usted aplica la disciplina, le ayuda a establecer su horario de estudio, el joven se disculpa, y además, trabaja para pagar sus materias (lavar el coche o hacer uso de sus ahorros, etc.).Implica acciones tales como:• Lavar o limpiar• Reparar un daño ocasionado• Pagar lo afectado• Reponer algo con sus propias pertenencias• Hacer alguna actividad relacionada con la falta: “se burla constantemente de sus hermanos u otros niños”, participar como voluntario en una asociación o casa hogar, convivir con los niños. Realizar alguna actividad o regalo para los hermanos, dedicarles un tiempo de convivencia, etc.
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Definitivamente apoyo este tema de los valores en la familia ya que para ser virtuosos debemos tener buenos valores y la comunicacion como parate importante, la buena comunicacion que implica la escucha.
Gracias.
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Gracias.