LA IMPORTANCIA DE LA ACTITUD EN NUESTRA VIDA.

La vida transcurre sin duda para todos los seres humanos y transcurre en forma diferente para unos y para otros. Mientras algunos van tras sus sueños, sus proyectos y sus metas, otros quedan por distintos motivos empantanados en el medio de un lodazal del cual no logran salir porque no han podido definir con claridad cuáles son sus metas o cuáles son sus verdaderos anhelos en su existencia.

Qué hacer es una de las preguntas que nos hacemos y que nos hacen cuando esas personas comparten un núcleo familiar o comparten determinado entorno y ese entorno o ese núcleo familiar se da cuenta que esa persona en el futuro va a tener serios problemas porque no va a ser capaz de auto-sostenerse, de tener independencia, de tener autonomía, de tener algo para ofrecer.

Libre albedrío que nos confiere el hecho de ser adultos, hace que nosotros podamos decidir sobre nuestra vida. Lo que importa es si nosotros estamos decidiendo correctamente o incorrectamente. Y eso sólo lo podemos evaluar una vez que el tiempo pasa y que los resultados de nuestro accionar y de nuestras decisiones nos pueden marcar el acierto o el error.

Lo importante es que en etapas tempranas de este transcurso de la vida, cada ser humano pueda fijarse un propósito, pueda fijarse una meta o más de una meta y comience a trabajar intensamente para poderlo conseguir.

Muchísimas veces nos hemos hecho la pregunta: ¿Por qué algunas personas llegan a cumplir sus sueños y por qué otros viven sumidos en un negativismo que no les permite avanzar y que les da aparte, la triste sensación de que el mundo está en su contra y que son circunstancias externas las que no le permiten avanzar y crecer?

Y aquí ingresamos en un tema que para mí es de capital importancia, porque la diferencia entre aquellos que logran sus objetivos y aquellos que no lo logran, en buena medida tiene que ver con la ACTITUD que cada uno asume frente a la vida y frente a los sucesos que conforman esa vida.

¿De qué manera podemos cambiar esa actitud? Y cambiar esa actitud se puede únicamente si nosotros trabajamos y mejoramos la autoestima de esa persona. Una buena autoestima significa que voy a hacer el esfuerzo para tratar de lograr aquello que quiero. Es empezar a tener confianza en mi propia persona. No esperar el juicio, la opinión o la aprobación de los demás sino tener un diálogo interno que me permita darme cuenta qué es importante para mí, qué necesito para sentirme bien y de esto que necesito, qué es lo que hoy tengo, porque quizás no tenga nada, porque probablemente nunca me hice la pregunta de qué necesito para sentirme bien y recién cuando me la hago comienzan a aparecer las respuestas y comienzan a aparecer esos elementos que para mí son necesarios, importantes, imprescindibles, para poder avanzar en la vida.

Y por otro lado, el otro pilar importante de la autoestima, que es el respeto por uno mismo, suele estar profundamente devaluado cuando no sabemos hacia dónde vamos y cuando nos sentimos realmente muy mal con la vida.

Y vayamos a la realidad, uno puede plantearse muchas cosas que necesita para sentirse bien, pero también hay un aspecto material de la vida. Yo tengo que tratar de ser autosuficiente, tengo que tratar de ganarme la vida, tengo que asumir la responsabilidad que toda persona va adquiriendo a medida que los años se van sucediendo y probablemente parte de lo que pueda hacer desde el punto de vista laboral no coincida con lo que necesito para sentirme bien. Entonces allí, debo complementar, debo buscar los espacios necesarios para hacer aquellas cosas que verdaderamente me gratifican, me devuelven las ganas de vivir, independientemente de lo que es mi sustento.

¿Cuál es el primer paso para poder cumplir con nuestros sueños? El primer paso es la evaluación. Ver cuál es nuestra realidad, dónde estamos parados al día de hoy, pero no para detenernos allí, sino simplemente para sacar conclusiones y decidir que hoy es el primer día del resto de mi vida y pretendo que este día comience a ser diferente a lo que ya viví hasta hoy. Sin duda que en algún momento voy a tener que tomar algunas decisiones y no es fácil tomar decisiones. ¿Por qué? Porque el ser humano se acostumbra a vivir de una determinada manera, a aceptar determinadas cosas, creyendo que no tienen cambio y evadimos durante mucho tiempo la aceptación de esa realidad que es un punto fundamental para poder iniciar cualquier proceso de cambio, para poder vivir con dignidad. 

Todo lleva su tiempo… Requiere de paciencia, pero la recompensa es de tal magnitud, que todo lo que este proceso involucre, es ganancia pura que se acredita en la cuenta de las habilidades que posees para hacer frente a los desafíos de la vida.

Otórgate el tiempo necesario para que los cambios sean firmes y definitivos!

 

Dr. Walter Dresel

 

wdresel@adinet.com.uy

www.exitopersonal.org

www.walterdresel.blogspot.com

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