Así como existen personas que niegan por entero la existencia de los planos espirituales y que atribuyen ciertas manifestaciones divinas a la casualidad y al azar, hay también personas que se colocan al otro lado de la balanza y desdeñan cualquier manifestación del mundo de la materia, por considerarla ajena al universo espiritual.
Está claro que una buena regla de vida consiste en lo que de forma coloquial decimos: “ni muy muy ni tan tán” y que la búsqueda del equilibrio entre ambos aspectos puede contener una clave importante para que encontremos el sentido de nuestra vida aquí, en la bella Tierra.
Te comparto ahora algunas actitudes que muchas veces usamos para pretextar una espiritualidad muy evolucionada y que no son sino meras evasivas para escapar la tarea más importante de todo ser humano: enfrentar la vida.
DESCONEXIÓN DE LA REALIDAD.
Es la actitud de alguien que dice algo así como: “Soy un ser de luz, un ángel de otro mundo que no se deja afectar por lo malo ni por lo mundano” Y así, esta persona no sabe ni en qué día vive ni qué sucede a su alrededor, ignora las necesidades de quienes le aman y se aleja de otras personas y su realidad porque ha decidido habitar una burbuja que no permite el contacto más que con su mundo de fantasía. Todo esto con el objetivo de negar hechos contundentes y dejar de atender las crisis que son una parte inevitable de la vida.
FALTA DE AUTO RESPONSABILIDAD
“Como tengo muy buen contacto espiritual y soy una criatura divina amada por el Universo, pues que el mismísimo Universo se encargue y me provea de lo que necesito. No daré golpe”. Estas personas no activan su energía productiva, no se ganan el pan ni luchan por la vida, argumentando que eso es responsabilidad de Diosito que para eso los mandó a la Tierra. Lo que no ven, es que normalmente están recargados en otro ser humano que sí trabaja y se gana el sustento. Con esta actitud suelen encubrirse un profundo sentimiento de minusvalía tanto como la sensación de no ser capaz de generar abundancia
DESCUIDO DEL CUERPO FÍSICO
“Soy un ser divino, lo que cuenta es mi energía y mi vibración. Por eso no hago ejercicio o dieta y no voy al doctor” Esta conducta suele encerrar un profundo rechazo al cuerpo físico, sublimado a través de la espiritualidad. Claro que la parte más valiosa de nosotros está en el alma, pero el cuerpo es el vehículo a través del cual llevaremos a nuestra alma a tener las experiencias que ella necesita. En la actualidad, la exigencia social de tener “abdomen plano, trasero perfecto y cuerpo de modelo” arrastra a muchos seres humanos a sentirse mal, feos e inadecuados y a veces, encubrir este desagrado hacia uno mismo con una dañina capa de “profunda espiritualidad”
NEGAR LA SOMBRA
Los humanos, por naturaleza, somos seres duales, percibimos la vida en términos de bueno-malo, vida-muerte, grande-pequeño o femenino-masculino, por poner algunos ejemplos. La negatividad es inherente a cualquier persona que haya nacido en este planeta o, de otro modo, no hubiera venido a vivir aquí. Un mecanismo frecuente para evitar confrontar la parte de nosotros menos aceptable y más destructiva, está constituido por una aparente “espiritualidad muy fuerte” a través de la cual sólo se validan los aspectos “angelicales y lindos” y se niegan de manera ferviente los rasgos negativos. Esta forma de rehuir de nuestra dualidad interior, contrario a lo que parece, sólo crea más negatividad porque la Sombra, cuando se oculta en los sótanos del inconsciente, cobra más y más poder y duplica su fuerza demoledora.
El contacto con la espiritualidad es un proceso profundamente personal. Cada uno de nosotros establece su conexión de la manera como mejor le parezca y la refuerza de acuerdo a sus propios aprendizajes. Sin embargo, la espiritualidad no debiera ser un vehículo de separación que nos aísle de la experiencia de vivir en este complejo, azaroso pero siempre maravilloso planeta y todos los retos que representa. No existe tal cosa como separación entre la vida en la Tierra y la vida en los Planos Espirituales, pues éste es un plano espiritual!
Que las bendiciones fluyan hacia ti!!!
@AuroraDelVillar
Comentarios
Saludos, Gina! Gracias por leerme. Aprecio mucho tu comentario!!!!
Gracias, muy esclarecedor, totalmente de acuerdo, la espiritualidad no está peleada con los aspectos terrenales y por lo tanto materiales y físicos que venimos a trabajar, todo lo contrario, el arte consiste en mantenerlos en forma EQUILIBRADA, saludos,
Gracias, María Enriqueta!!! Bendiciones en tus meditaciones
me gusto tu publicacion la verdad a mi en lo personal yo medito cuando quiero salir de la realidad y me siento bien me relaja y me tranquiliza del trabajo y el estres dirio saludos dios te bendiga siempre
Gracias, Gloria María y Jessie! Muy padres sus comentarios :)
Si tienes razón, no se niegan los aspectos negativos se resuelven como bien dices no se rehuye , la pregunta es como los resuelvo???? desde el mismo plano u otro diferente donde cada uno de nosotros sea su libre voluntad colocarse donde los quiera resolver y como bien dices a la "sombra" para que no se oculte en el inconsciente solo hay que poner LUZ y desaparece .
Y que es la Luz???? eso nos toca a cada uno de nosotros encontrarlo en nosotros mismos en esta etapa.
Saludos, con cariño Gloria Maria Sánchez.