Nuevos estudios destierran el prejuicio de que las mujeres que trabajan fuera de su hogar descuidan a sus hijos. La culpabilidad ha acompañado a generaciones de madres trabajadoras en todo el planeta. Unos investigadores de la Universidad de Macalester. Minnesota, revisaron 69 estudios elaborados entre 1960 y 2010, sobre los efectos de la vida laboral de las madres en sus hijos, algunos sostenían que esos hijos tenían problemas de comportamiento, agresividad, depresión, sobrepeso y peores resultados académicos y se contraponen a otros que concluyen que son los hijos de las amas de casa los afectados. Es cierto que los hijos de padre y madre que trabajan pasan más tiempo con los abuelos y en clases de natación, piano o frente a la televisión y a la computadora. En cuanto a la agresividad y la hiperactividad ahora se sabe que no es culpa de los padres; son problemas orgánicos. Se habla de la calidad del tiempo sobre la cantidad, lo que ha sido un argumento muy conocido. Una madre en el hogar tiene muchas otras ocupaciones además de contemplar cómo crecen sus hijos. Para muchas mujeres la maternidad no se mezcla bien con la vida profesional. El tema sigue siendo polémico, lo cierto es que el dinero de las mujeres se necesita cada vez más para mantener los hogares. Que las madres trabajen no es sólo una necesidad de crecimiento, desarrollo e independencia económica, su salario es indispensable. Los padres se adaptan a esto cambios con lentitud, pero lo hacen y hay que reconocer que algunos lo hacen con mucha gracia. Para concluir, el estudio reporta que las mujeres que están en el hogar dedican a sus hijos 11 minutos más que las que lo hacen fuera. El tema no ha dejado de ser controvertido.
Patricia Rodríguez
Comentarios
perdón por el error, la palabra correcta entre parentesis es cotidianeidad
¡hola a todas y todos! no quisiera ser repetitiva pero sí mencionar que las sociedades, las personas y la organización de la vida van cambiando día con día; anteriormente las madres de familia solo vivían para atender a sus hijos y maridos (la citidianeidad lo permitía) y qué bueno si así eran feelices pero, ahora, lo que se vive y experimenta en esta época requiere de mujeres con otro estilo: preparadas académicamente, trabajadoras, organizadas, con mucha fortaleza y compromiso en su trabajo. También los esposos deben ser difrentes de antaño: responsables, comprensivos, colaborativos, el doble de preocupados por la integración familiar y agradecidos. Qué decir de los hijos e hijas: tienen que hacer equipo con todos los integrantes de la familia porque también pertenecen al hogar, ayudar en los quehaceres, ser estudiosos, ver por su propio bienestar y el de los demás, agradecer el ejemplo colaborativo de sus padres y su actuar laboral para tener prosperidad a cambio del trabajo arduo y productivo; en fín, se debe hacer equipo.
EN CASA NO SOLO VIVIMOS LAS MUJERES, VIVIMOS FAMILIAS
Patricia, gracias por tu articulo, esta muy interesante¡¡ Podemos hablar horas del tema como bien lo dices muy controversial, Lo importante de esto es concientizarnos Dia a Dia de nuestro Gran compromiso con Amor y Firmeza. Gracias¡