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Les voy a contar de alguien que a mi me ha impactado mucho. Es el caso de una chica muy joven de 21 años de edad que le diagnosticaron cáncer en los tejidos del pulmón. Este es un cáncer que propiamente solo aparece en los niños pequeños.

Ella era muy joven y muy bonita y de momento no podía creer que algo así le estuviera sucediendo… Además, había algo muy importante que todavía no pasaba en su vida como conocer a su “Príncipe Azul”.

Tenía de pronto solo dos alternativas: una, tirarse a la desesperación y depresión y otra, “sacar provecho” del tiempo que aun le quedaba de vida.

Después de muchas quimioterapias por el lapso de un año se quedo sin su cabellera. Se veía triste y desolada cuando pensó, que no tenia ganas de rumiar su dolor de algo donde ella no podía hacer nada. Decidió por el chance de cuando se sintiera bien, vivir la vida y disfrutarla.

Se empezó a probar pelucas y a maquillarse para lucir hermosa sin saber que tan diferente y tan bien cada una de estas la hacia sentir. Así un día optaba por Lydia que tenia fleco, o quizás mas bien por Platina con su rubio platino pelo llamativo. Para nada la imagen apropiada en una estación de cáncer.

Y así visitaba cada día la clínica en Ámsterdam, en la que los doctores nunca se imaginaban cual Sophie vendría. ¿Seria aquella que tenia el fleco muy tupido o la chica dorada de cabellos largos? ¿Cual seria? Ellos solo sabían lo que estaba escrito en el expediente medico sobre la mesa. Que con 21 años, se encontraba retirada brutalmente de la vida

Sophie escribió día con día la historia de su vida disfrutando cuando ésta le regalaba salud.

Si contra el cáncer se lucha, es mejor buscarse refuerzo. En el caso de Sophie van der Stap, se llamaban Pam, Bebe, Blondie, Daisy, Platina, Stella, Lydia, Sue, y Oema.

Todas ellas padecían, esperaban y luchaban. Ellas iban de compras, bailaban, coqueteaban, perdían el coraje, se enamoraban y eran abandonadas. Algunas veces cambiaba su imagen hasta 3 veces al día. Fue algo tal vez nunca visto pero una exitosa lucha contra el cáncer.

Y la recuperada sana y hermosa mujer, hoy de 24 años Sophie, escribió un libro titulado “Heute bin ich Blond”, (“Hoy soy yo rubia”).

La terapia de Sophie van der Stap fue también escribir lo que hoy en día es su profesión. “Yo escribía para mi. Fue mi manera de lidiar con esa situación, para luchar contra el cáncer, para entender mi enfermedad y aceptarla”.

"Escribir fue una buena manera de pasar el tiempo y tener una ocupación que me daba fuerza".

Lo más hermoso es cuando dice que la enfermedad también le dio un regalo y esto fue tener otra perspectiva de la vida. “Por un lado la enfermedad me robo mucho tiempo y todavía me es muy difícil pensar en un futuro lejano. Por otro lado la enfermedad me regalo más tiempo que el que me quito. Porque con esto aprendí a utilizar mí tiempo, manejarlo, tener mas conciencia de cada minuto para disfrutarlo mejor.

Naturalmente sin el amor de su familia y amigos no hubiera tenido esa incalculable fuerza de seguir adelante. Sophie van der Stap, una trágica y simpática historia y un ejemplo de entereza, de amor, de belleza y de lucha por la vida.

Articulo escrito por Martha Schumacher