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LA AVARICIA

El ser humano es un ser biopsicoespiritual en constante desarrollo

En interacción con su medio físico y social.

Dr. Pedro Cortines H

La avaricia, es uno de los sentimientos anti espirituales por excelencia.

No puede existir hermandad donde hay avaricia.

Kaleb

La avaricia es la emoción que te impide ser generoso

Kashnga

La avaricia no existe en la naturaleza.

No existe en los animales, solo en el ser humano

Nube Blanca

Éste es un artículo escrito  desde el punto de vista espiritual. Está escrito exclusivamente desde mi manera de interpretar la espiritualidad aplicada a la avaricia, no tienes porque estar de acuerdo conmigo.  Empezamos.

¿Sabes que es la avaricia?, ¿Para qué escribir sobre ésta emoción? Considero que, aunque todos sabemos o intuimos que es la avaricia, nos falta conocer sus consecuencias más a fondo. Estamos nuevamente viviendo en un mundo donde la avaricia impera como rey, en nuestra comunidad, en nuestro mundo. Donde la corte del rey está formada además por la envidia, el odio, la codicia y la voracidad. Así que hoy me propongo avanzar un poco más en el estudio de ésta emoción humana que toma tantos disfraces, matices e intensidades; pero cuya meta es siempre la misma, acumular riqueza material y por ende poder, poder cruel anti humanidad, poder anti amor al prójimo.

En el Diccionario de la Real Academia Española podemos encontrar que  la avaricia es: un afán desordenado de poseer y adquirir riquezas, para atesorarlas.

Nosotros vamos a partir de ésta definición de avaricia para ir descubriendo poco a poco todos los alcances de la avaricia y estudiaremos  al sujeto que lo siente: el avaro.

¿El avaro será un bicho raro que vemos ocasionalmente frotándose las manos? ¿Vendrá de allí la idea de que cuando nos da comezón en las manos es que vamos a recibir dinero?

¿Qué es la avaricia?

Iniciaremos por las descripciones más simples: la avaricia consiste en un deseo muy intenso, de querer siempre más y más… de lo que ya tienes, pero con la finalidad de atesorar.

La avaricia también se refiere a no dar, o no compartir lo que tienes, y algo más: a no usar lo que atesoras. Si llegas a compartir y estás dominado por la avaricia, entonces al dar,  sientes que te están quitando algo de ti. La avaricia te impide soltar lo que tienes, y, lo que haces es más bien atesorar, almacenar. La avaricia va en contra de la generosidad.

Deseo de almacenar. Dificultad de soltar.

La avaricia empuja al ser humano a querer obtener más y más riqueza. Implica un deseo que nun- ca se satisface plenamente, siempre se desea más y más; la persona que es invadida por la avari- cia, la consecuencia es que empieza a acumular  y como también le es muy grato acumular, enton- ces acumula pero con una cualidad que los hace diferente  a otras personas que  acumulan, ya que los avaros acumulan pero sin consumir, sin gastar, sin usar lo que está acumulando.

Otro de los aspectos de la avaricia es, que le es muy angustiante soltar lo almacenado. Así nos damos cuenta de la triada: obtener, almacenar, y retener.

El disfrute de la avaricia está en obtener, almacenar, y,  retener, no en el gastar. Así que cuando la persona con avaricia suelta, por lo general es porque va a obtener mucho más que lo que soltó.

La avaricia por ser un deseo egoísta que jamás se satisface: es un sentimiento innoble, casi maligno. La avaricia se vive como un impulso ingobernable en si mismo.

PRESTAR Y POSEER. Su interés: 

Otra de las características de la avaricia es que al acumular bienes, va a hacer sufrir a los demás.

El avaro al ir acumulando y no dar, poco a poco va preparando el terreno propicio para “prestar” de lo que tiene acumulado.

El consejo espiritual para dar, o para prestar  que nos dejó Jesucristo es el siguiente:

“Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda” Mateo-5-42

¡No!, claro que el avaro no se guía por el consejo cristiano de dar y prestar. Veamos que hace:

Por ejemplo, ya aclaramos que acumula dinero: para el avaro, prestar es en el siguiente sentido: yo te presto y tú me regresas pero,  un poco más delo que yo te presté; es decir presta, con un interés.  Si puedes pagar el interés, te va a prestar, aunque no abones al dinero que te prestó; la consecuencia, acumular más dinero. Su interés está puesto en el interés, por la simple razón que así acumula más. Su interés no es que le paguen pronto. Si así lo hacen, eso no tiene mucho interés para él.

AVARICIA Y ENVIDIA:

Aparentemente  el avaricioso no envidia nada.  Él lo tiene todo. Más bien, él avaro  sabe que lo en- vidian a él. Cuando que él,  en realidad si envidia a los otros,, es que la envidia no te permite valo- rar lo que tienes. La envidia pertenece al grupo de posesión de las emociones del ser humano. Solo que la envidia del avaro es una envidia inconsciente; envidia que aumenta la intensidad de su avaricia. Pero ¿Qué puede envidiar?, la capacidad que tienen las personas no avariciosas de poder disfrutar lo que se puede conseguir con el dinero. Pero además envidia las propiedades del otro, una persona avariciosa jamás le va a prestar a alguien que no posee propiedades que le garantice su préstamo, o su protección como veremos más adelante. Además envidia otras cosas más que se irán aclarando en la medida que vayas profundizando en el estudio de la avaricia.

La avaricia es un impulso  voraz por obtener mucho, pero también por  retener mucho. Es impor- tante hacer ésta diferenciación. A mucha gente les gusta obtener mucho dinero, pero así como obtienen, así lo gastan,  o lo almacenan y después lo gastan; y gastarlo es otro placer que descono- ce el avaro. En el avaro no es así; su placer está en obtener y retener.  En eso se distingue de la envidia y de la voracidad;  y de la codicia y de lo normal. El avaro no destruye lo deseado. Se de personas tan envidiosas que cuando tú les regalas dinero, y si no es la cantidad que esperaban rompen el dinero,  porque querían o esperaban más. O si les da un regalo, hacen lo mismo. Esa acción  jamás lo haría una persona avara.    

AVARICIA Y DESTRUCCIÓN:

La avaricia destruye, pero no a los objetos;  la avaricia destruye a la personas. ¡Cuidado con una persona avara! Lo primero a saber, es darse cuenta que es lo que acumulan: Son grandes acumula- dores de dinero principalmente, o lo que simbolice o signifique al dinero: casas, terrenos. La avari -cia implica una manera muy sutil de quitar bienes a las personas, hasta verlos destruidos. En ver-dad, los avaros destruyen a las personas. En ocasiones sueltan un poco, pero para que les puedan demostrar agradecimiento,  

-Realmente es no solo triste (amiga: tú sientes tristeza porque tú eres una persona muy espiritual),  pero vista desde el punto de vista social, es terrible cuando la envidia predomina  en un individuo, o en un grupo social, ya sea religioso o, político o, cuando es la emoción de un país, o de sus diri- gentes.

AVARICIA Y AGRADECIMIENTO

Otro placer mas que tienen los avaros es el siguiente: hacer que les agradezcan a fuerzas, pero para después apretar nuevamente y entonces no pueden quejarse… ¿entiendes?

La avaricia va directo al espíritu de las personas,  a la psique de las personas. Una persona avara está enferma de su psique  y de su  espíritu; no está poseída, pero está mal. No ha entendido  lo que es la generosidad, no la  acepta. Considero que la persona avara quiere ver caer muertos a su  prójimo, espiritual y psicológicamente hablando. Y claro que también se puede aplicar a un grupo o, inclusive a un país completo, quienes con su avaricia pueden destruir a otros grupos u otros países.

HACER SUFRIR A LOS DEMÁS

Su placer está en acumular, pero también  en saber que hace sufrir a los demás, porque les qui- ta. El sabe que está dejando sin nada a los demás, solo que él se refugia en la siguiente reflexión: que al prestar, ayuda; jamás va a aceptar que le quitó algo, a alguien.  Sabe y siente  que al pres -tar,  posee a esa persona. Están a la a orden de él. Está creando una idolatría. Es una idolatría for- zada.

Quiero que te des cuenta que existe una gran diferencia entre “poseer” y “tener”.

• La sensación, es diferente,
• Las emociones que lo acompañan, son diferentes,
• La valoración que haces de ti mismo, es diferente,
• La valoración que haces del objeto en cuestión, es diferente.

Poseer.

Cuando tú piensas y sientes que posees algo, te estás enfrentando a un grave conflicto psicológico, sin que tú lo sepas, “Lo que tú posees, te posee a ti”. En el momento en que posees “algo”, lo poseído te posee a ti. Es decir no puedes prescindir de él.

 Cuando llegas a perder lo que tú posees, te desmoronas, sientes un gran perdida, la sensación de pérdida inunda tu “yo”, la sensación de pérdida te desborda. Sientes que ya no vales nada. Porque valoraste al objeto que tú mismo obtuviste, más que a ti mismo. Sobrevaloraste al objeto en detrimento de ti mismo.

Cuando obtienes algo  mediante el deseo de poseer, ostentas lo poseído, y cuando lo pierdes sientes una gran carencia y necesidad de volverlo a poseer.

Tener.

No sucede lo mismo cuando tú tienes algo. Cuando tú tienes algo,  no existe sobrevaloración de lo que posees. Sabes que puedes prescindir de él, aunque te duela; por esa razón no te desborda la emoción de pérdida. Cuando tienes algo, lo puedes soltar sin que te produzca la sensación desbordante de pérdida, o de necesidad.

Por ejemplo no es lo mismo cuando tienes la sensación de poseer un carro que tener un carro. Al tener la sensación de “poseer”, eso que posees, pasa a  formar parte de ti, de tu imagen, de tu identidad y hasta de tu funcionalidad: ¡yo sin mi carro no podría vivir! El carro ya te posee a ti. Éstas empezando a adorar a tu carro, y te estás empezando a adorar a ti por poseer ese carro. Ese carro es parte de tu “ego”. Te “ego” crece.

Cuando tienes un carro, el carro que tanto te gustaba por fin lo tienes. Es tan solo eso, tienes algo, pero no forma parte de ti, realmente no existe una hipervaloración de ese objeto en relación contigo mismo, por lo tanto puedes prescindir de él. Obvio que puede incrementar tu imagen por el esfuerzo que hiciste para conseguirlo, pero en ese caso tu imagen aumenta no por el objeto en sí mismo, sino por tu capacidad de logro, por la confianza en ti mismo, y entonces tu confianza ha crecido no por un objeto exterior, sino por una acción interior. Tu “yo”, crece.

Vamos a decir que: tu “yo” crece, no por el objeto exterior sino por las acciones que ahora sabes que puedes realizar. Llegas a perder ese auto, pero, como tu imagen no recae o no se apoya en poseer el auto, tu imagen no se desmorona, tu confianza está depositada en él sí mismo no en un objeto exterior.

Cuando “posees” algo, lo disfrutas, pero sufriendo y/o haciendo sufrir, cuando “tienes” algo lo disfrutas y gozas; sin sufrir y sin hacer sufrir.

“En verdad que difícil es tu vida si lo que tú eres está basado en lo que posees y no en lo que tienes, pero sobre todo en lo que eres”. Tal vez ahora puedas comprender que muchas personas que han perdido lo que poseen incluso han llegado al suicidio, porque su imagen está destruida.

Cuando no puedes recrearte y alegrarte con lo que tienes, o, lo que tienes no te genera felicidad, estás justo en la brecha para qué brote la envidia, la codicia y la avaricia. Y ahora agrego: “ tam -bién para que empiece a crecer y desarrollarse “tú voracidad”, queriendo llenar o suplir tu infe -licidad con: personas, animales, cosas, dinero, títulos, personas, viajes, posiciones y posesiones.

¿Es complicado lo que estoy diciendo?

Aquí incluyo mi frase completa:

“Socialmente eres lo que haces, pero psicológicamente y espiritualmente eres lo que sientes y piensas”

Las leyes sociales (políticas y religiosas), muchas veces pervierten a las leyes biológicas, psicológi- cas y espirituales.

Veamos como utiliza Jesús las palabras poseer y tener.

En Mateo 19-21 Jesús le responde a un joven rico que le pregunta ¿Qué es bueno para obtener la vida eterna?

Jesús le dijo:

“Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme”.

Cuando el joven oyó esta respuesta, se marcho triste, porque era un terrateniente.

CARÁCTER AVARO         

• Las personas avaras son astutas, son inteligentes, siempre están viendo como fregar a las personas,  tienen cara de amabilidad. Son lobos vestidos de corderos
• Las personas avaras, se encierran en un círculo muy difícil de salir. Una de las reacciones que provocan las personas avaras es coraje, odio y deseo de retirarse de ellas. Porque nadie los quiere. Ellos se dan cuenta, y al parecer nos les importa, y eso hace que se vuelvan  más avaros 
• Avaro es retener lo que tienen. No dar, pero al mismo tiempo usan su inteligencia para obtener cada vez más, se vuelven por eso tacaños, para no soltar, para tener siempre más,
• se vuelven  miserables, porque son capaces de gorrear una comida para no gastar lo que ellos tienen. En ese sentido son miserables. ¿Recuerdas alguna persona así que hayas conocido alguna vez en tu vida, con ésta característica?
• Ellos desean gastar pero no pueden, lo reconocen  a veces.
• Les es muy difícil regalar, y entonces algunas veces hacen lo opuesto, se vuelven excesivamente generosos al dar un obsequio. suelen tener explosiones de generosidad.
• suelen ser excesivamente amables

• El avaro es desconfiado de cualquier expresión de amor hacia él.

ENFERMEDAD DE LA AVARICIA.

Cuando la avaricia los desborda, entonces estamos ante un caso de  “ Enfermedad de la Avaricia” Definitivamente que los avaros despiertan la envida de los demás, despertando odio, no admira -ción, Y es bien curioso ellos lo saben y lo aceptan. Se vanaglorian que los envidien.

Definitivo, la avaricia, no es privativa o exclusiva del individuo; puede ser la emoción de todo un grupo, de una asociación, de un estado, o, hasta de un país completo, que están invadidos y desbordados por la avaricia, donde lo que buscan es atesorar más y más; despertando coraje y odio en otros grupos, asociaciones o países. Desde el punto de vista social, se puede decir que tal asociación de cualquier tipo: política, religiosa, privada o nación, posee la enfermedad social de la avaricia.

Antiguamente muchos países avaros y envidiosos, eran países conquistadores y explotadores que acumulaban un sinnúmero de diferentes formas de riquezas mediante guerras donde sometían a los más débiles; actualmente  esos tipos de países que  conquistan y explotan a  otros países, se auto nombran “protectores de la libertad “de los países que admiran, envidian y codician; ahora  los conquistan (invaden por su avaricia)… según ellos, protegiéndolos. Y  los protegen, “solo que no los protegen de ellos mismos”.

EL LOBO Y EL CORDERO

Un lobo se detuvo a beber de un riachuelo cuando vio a un cordero parado corriente abajo. El lobo empezó a babear. Pensó: necesitaré una buena razón para presentarme ante esta inocente criatura y engullírmela.

Entonces, le gritó al cordero: “¿Cómo te atreves a ensuciarme el agua cuando estoy tratando de beber?”

            Con toda humildad el cordero replicó:” ¿Cómo voy a estar ensuciándote el agua, cuando yo estoy más debajo de la corriente que tú?”

“¿Me estás llamando mentiroso?” gruñó el lobo. “Por cierto alguien me dijo que el año pasado te habías dedicado a decir mentiras sobre mí”

            El cordero empezó a temblar y dijo.”¡Eso no puede ser cierto porque el año pasado yo ni siquiera había nacido!”

“Entonces tiene que haber sido tu padre, lo que viene a ser igual” gruñó el lobo mientras se abalanzaba sobre el cordero, y, se lo comía.

Moraleja de Esopo:

Ninguna excusa es válida para un tirano

AVARICIA Y CODICIA

La avaricia no es igual a la codicia,  los avaros nunca saben  que tanto tienen.  Aunque después pueda agregarse la codicia, pero ya es otra emoción más. Yo estoy tratando de aislar o diferen- ciar la avaricia, separándola de cualquier otra emoción para que se pueda comprender mejor. Obviamente que pueden coexistir varias emociones negativas en un  mismo sujeto o grupo o país. ¡Imaginen a la avaricia, la envidia y la codicia en un mismo sujeto, grupo o país: es lo mas maligno que pueda surgir! Hay de aquellos países que están bajo la misericordia de países revestidos con piel de cordero; cuando que la realidad es que la avaricia, la envidia y la codicia corren como ríos, por sus venas.  

LA AVARICIA Y LA ESPIRITUALIDAD:

Las personas avaras no tienen hermanos espirituales. Ellos por lo general rayan en lo ateo, hasta son capaces de pensar en el mal, para obtener lo que quieren  y atesorar y dañar. Otros se escu- dan en la religión para alcanzar sus fines. Sus mecanismos  de negación, racionalización e intelec -tualización están a la orden del día.

Fíjate esos tres datos

• Obtener
• Atesorar
• Dañar

Ellos, definitivamente que obtiene placer al dañar al prójimo. El “amarás a tu prójimo como a ti mismo”,  brilla por su ausencia.  Las personas avaras los quieren ver caer muertos espiritual y psicológicamente hablando, aunque no lo reconozcan, o acepten. A lo largo de mi  vida he sabido de personas que cayeron en manos de un prestamista, o de un Banco, con quienes perdieron sus fortunas, los dejaron en la calle, se sumergieron en una depresión grave,  y finalmente terminaron suicidándose, primero psicológicamente y  algunos, finalmente físicamente.

En ellos todas las acciones espirituales brillan por su ausencia. Mira no son generosos: no hay gratitud, no hay piedad, no hay misericordia, son corazones muertos ante la hermandad. Son lobos, vestidos de corderos.

No, no lo hacen. No se aman a sí mismos (1). No saben disfrutar la vida con alegría como los de -más. Es una pseudo alegría. No saben amarse. Lo hacen a través del dinero, de la riqueza efectiva que acumulan. Ellos coleccionan dinero, o terrenos, o casas, o animales, todo aquello que repre -sente dinero y que los haga sentirse superior a los demás.  Y lo más triste, a través del daño causa- do a otros. Ellos se aman por lo que almacenan, no por sí mismos. Otra manera de decirlo es que ellos aman su avaricia, es decir es una expresión más de su egoísmo; una cosa es amarse a sí mis- mo y otra es ser egoísta.

                                                           Así es, ellos acumulan riquezas de cualquier tipo, jamás se satisfacen. ¿Te puedes imaginar a un grupo de individuos donde la emoción que los une, es la avaricia? ¿A un país?

Son aparentemente buenos, pero espiritualmente son malos; pero, como su bondad social se basa en prestar, ellos jamás se sienten mal. Acallan su conciencia  gritando que ellos ayudan a los que no tienen.

En el avaro, psicológicamente su corazón está donde tienen su tesoro, que en este caso es dinero y posesión de bienes materiales, no en las personas.

El amor a su prójimo brilla por su ausencia; definitivamente que es un espíritu malo lleno de maldad.  Siempre se siente superior a cualquiera. Desde el punto de vista espiritual, al dejarse invadir por la avaricia se están destruyendo a sí mismos, se quedaron tan solo en su relación con el Cesar, viviendo una vida de hipocresía.

La avaricia  se considera  como un pecado por una razón simple: está en contra del amor a tus semejantes, en contra de la comunidad, en contra de tus hermanos, en contra de la generosidad, de la misericordia, del perdón, y hasta en contra de Dios.  Su dios son las posesiones materiales.

Es un sentimiento que busca exclusivamente lo material por lo material. Está en contra de la naturaleza también, porque no deja circular lo que almacena. La vida… es movimiento.

Avaricia y egoísmo

La Tierra, nuestro planeta Tierra no es de un solo dueño. Las personas avaras se empiezan a volver dueños, dueños de todo lo que se le atraviese: de casas, terrenos, personas, ideas, son ambiciosas desmedidamente, egoístas,  acumulan siempre. Son totalmente materialistas. Van en contra de cualquier otro sentimiento de cariño entre los seres humanos. Fíjate bien, no ambicionan o admi- ran  cualidades, pero para nada, ellos se van a lo material, a lo que se ve, a lo que represente riqueza.

 A propósito de la avaricia, Jesús la confrontó de una manera muy precisa a nivel espiritual:

“Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y despreciará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.”

Mateo 6-24 (1)

Un ejemplo clarísimo, al menos para mí, es el siguiente: si una muchacha valora a su novio, exclu- sivamente por las riquezas materiales que él tiene, pero no por sus cualidades, estamos ante una persona avara, sin importar que la muchacha aún no tenga bienes materiales, pero ella ya está en camino a poseerlos… 

Es muy importante  aclararles que son muy diferentes entre sí, las leyes físicas, las psicológicas, las sociales, y las leyes espirituales. Todas son totalmente diferentes en la actualidad. Mi esperanza es que ojalá y algún día,  las leyes sociales y espirituales sean las mismas. O que las leyes sociales estén basadas en las leyes espirituales.

 Sigo con los consejos psicológicos, sociales y espirituales que Jesús nos dejó:

No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el oxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban.

Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni oxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar. Pues donde está tu tesoro, allí estará tu corazón

Mateo 6 del 19 al21 (1)

Jesús le dijo: si quieres ser prefecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los po- bres para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme.

Cuando el joven escuchó esta respuesta, se marchó triste, porque era una gran terrateniente.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “En verdad les digo: el que es rico entrará muy  difícilmente al en el Reino de los Cielos. Les aseguro: es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar al Reino de los Cielos,

Mateo 19-del 20 al 24. (1)

Las personas avaras, son totalmente materialistas, su finalidad es lo material. Ese consejo espiri- tual de que no juntes tesoros aquí en la tierra y de que al final no te llevas nada, a ellos les vale Wilson, la avaricia es un deseo  dirigido a lo material. Por eso,  es que está en contra de lo espiri –tual, y hasta de lo psicológico.

También podría decir que el amor del avaro esta puesto en el dinero. Ama al dinero

LA AVARICIA, LA PIEDAD Y LA MISERICORDIA. 

Como los avaros  siempre tienen dinero, la gente fregada que necesita dinero, los buscan  y solitos les ofrecen tierras o pertenencias porque sufren en ese momento de carencias económicas por cualquier causa,  y entonces, ellos  aprovechan esa situación. Es una piedad y una misericordia engañosa. Porque ni son piadosos ni son misericordiosos. Pero ellos, opinan que hacen un bien a los demás (5). No tienen compasión, misericordia, ni saben perdonar una deuda.

En la Biblia vienen un sinnúmero de ejemplos sobre la avaricia, en donde nos podemos dar cuenta de lo recién afirmado, la avaricia se opone a las actitudes espirituales, veamos uno in extenso:

“Aprendan algo sobre el reino de los cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados, y  para empezar le habían traído uno que le debía diez mil monedas de oro. Como el hombre no tenía con que pagar, el rey ordenó que fuera vendido como esclavo junto su mujer, sus hi9jos y todo cuanto poseía, para así recobrar algo.. El empleado pues,  se arrojó a los pies del rey, suplicándole: Dame un poco de tiempo y yo te lo pagaré todo. El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.

Pero apenas salió el  empleado de  la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: Págame lo que me debes. El compañero se echó a sus pies y le rogaba: dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo. Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que la pagara toda la deuda.

Los compañeros, testigos de ésta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor. Entonces el señor lo hizo llamar y le dijo: Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda cuando me lo suplicaste. ¿No debías tener tú también compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti? Y tanto se enojó el señor que lo puso en manos del verdugo hasta que pagara roda la deuda

Biblia: mateo 18-23

REACCIONES DE LOS DEMÁS ANTE LA AVARICIA.

La avaricia provoca en las personas no avaras: enojo, envidia, odio, rencor, adulación, admiración falsa, actitudes lame egos. Jamás da lugar a emociones de amor y sus derivados. Recuerda que la avaricia destruye, pero no a los objetos, la avaricia destruye a la personas, eso implica la carencia de amor tanto en el avaro o en el grupo político o religioso o de cualquier otra índole, como en las personas que giran alrededor de él.

Los avaros, despiertan odio: por lo tacaño, miserables, falta de compasión, ¿Y sabes qué? Ellos se sienten bien, porque obligan a  que ese odio lo recubran con una aparente bondad hacia él, pro -vocando  que le rindan tributo; se siente  como un dios terrenal para las personas. En ese sentido si es un ser malo. Los avaros, o la gente con avaricia, son mal vistos donde sea, no acumulan para el bienestar social, acumulan, por vanidad.

Nosotros a una persona con avaricia, la vamos alejando de nosotros, y no mostramos  interés en ellos… más que cuando necesitamos de su dinero y de su “generosidad tan especial”.

UNA VIDA MISERABLE.

El dinero que ellos tienen, lo más lógico sería que lo utilicen, pero ellos no lo gastan en sí mismos. Quiero que se  den cuenta de que a veces la avaricia no los deja ni consumir alimentos para sí mismos, no los deja gastar en sí mismos. No se aman ni a sí mismos. Se de personas, que tienen el dinero de sobra para comprarse digamos que un carro del año, y sin embargo no pueden comprárselo. No pueden comprarse comida, vestimenta. Son otras personas quienes realizan éstas acciones, quienes lo  hacen por ellos. Otros se lo regalan, es que ellos no pueden hacerse regalos ni a sí mismos.

La avaricia afecta a la alimentación, a la comida, o no comen casi nada y se enflacan; o comen en exceso y engordan.

Para no gastar su dinero, no gastan ni en sí mismos, se vuelven mendigos de comida, y empiezan a visitar  a que les de su familia, sus amigos, y tú dices pero si él tiene dinero. Bueno, esa es  una de sus penitencia: no puede gastar ni en si mismo

Porque en algunas personas avaras, es lo único que le da satisfacción gastar. La única satisfacción que tienen es en consumir y en almacenar, ellos son estreñidos generalmente ,o empiezan a consumir cada vez más, y si se puede que sean cosas que engordan. Es decir no solo comen en cantidad, también mala comida y no hacen ejercicio.

 Pueden acumular viviendas y vivir en la más gacha, y eso está tremendo, porque  es donde se sien-ten mejor, sobre todo si los gastos los mantienen al mínimo posible. Pero si se acompaña de cod- cia o de envidia entonces viven en una mansión, obviamente que sin gastar. Ellos no piensan en la imagen, o  en todo caso para ellos proyectar bienestar es secundario. Lo primario es acumular.

Como dice la sentencia: “En el pecado está la penitencia”,  voy a recalcar lo siguiente, porqué ya lo he repetido infinidad de veces: su principal satisfacción está en obtener, almacenar y retener bie-nes materiales. Pues bien, la vida más miserable es la de las personas avaras, donde la avaricia no les deja disfrutar nada, nada de infinidad de cosas que podemos disfrutar. Solo disfrutan las actividades que lo llevan a poseer riquezas.

El avaro es un hombre muy solitario aunque esté rodeado de gente. De verdad que la avaricia te impide disfrutar de la vida. Es un ancla para no moverte de donde estás. ¿Salir de vacaciones?... es imposible para ellos, y si lo hacen, es un verdadero sacrificio emocional.

Su ambición es el dinero, o cualquier representante del dinero.

Ya sabemos pues, que tienen una ambición desmedida por la riqueza de bienes materiales, que no  aman al prójimo, que su placer esta en guardar, para obtener más…, pero ahora hay que recalcar que otra de sus satisfacciones   es también retener lo almacenado,  por eso no suelta. Por ejemplo si tienen animales almacenados,  son capaces de dejar que sus animalitos se mueran por no saber cuidarlos, el razonamiento de ellos es: pero se me mueren a mí, son de mi propiedad. Acumulan  tierras sin trabajarlas, pero son sus tierras. Y si pueden tener  más, lo van a tener.

Muchos negocios están basados en lo que acabo de explicar, por ejemplo las verduras, pondré de ejemplo al tomate.  Si el agricultor considera que no va a obtener la suficiente ganancia por su cosecha, una táctica, (así le dicen) comercial muy conocida, es simplemente dejarlo que se pudra en la propia planta, para que no haya tomate en el mercado;  hacen que el tomate se encarezca y entonces si la puedan vender a un precio más alto. ¿Te dio coraje el saber esto?,  a ellos…. no. Son tácticas de la mercadotecnia.  Así que cuando pienses en la avaricia no pienses nada más en una persona prestamista.   Existen muchas maneras de expresarse la avaricia.    

La avaricia da lugar a guerras, es decir la gente que no tiene lo va a atacar, y como quien sufre de avaricia no quiere dar, porque desconoce la generosidad, va a contraatacar. Por eso digo que: La avaricia es uno de los grandes males del ser humano. La persona, o grupo social de cualquier tipo, o el país donde los desbordó la avaricia,  saben que están dejando sin nada a los demás, solo que él o ellos se refugian en que ayudan…, para quitar.

Son unos  “perversos del dinero” los ojos les brillan, cada vez que ven que tienen la oportunidad en las manos, para ganar y almacenar más, cada vez que les piden prestado, o le solicitan ayuda.

Las personas, grupos, sociedades o naciones que están enfermos de la avaricia, da lugar a una ambición por el poder. Cuidado cuando la meta de la avaricia es el poder. Y entonces la lucha es por el poder en sí mismo (8).

Algunas ideas mías, para comprender a los avaros

Hablando a nivel individual, una persona avara  sufre mucho, nosotros lo vemos sufrir; es de ese sufrimiento que ni ellos se dan cuenta, y que les puede ocasionar enfermedades psicológicas y físicas. Parecido a la anorexia: me refiero que no se dan cuenta de su sufrimiento, o no relacionan sus  enfermedades físicas con la avaricia; y es que la avaricia les obnubila la conciencia,  

Ellos no se dan cuenta  de su avaricia, solamente se dan cuenta de que ayudan a las personas, y no comprenden que está pasando en ellos (cuando hay alguna enfermedad psicológica), ni por qué se  enferman.

Primero se enferman mentalmente, no están cómodos si no acumulan bienes, se vuelve una compulsión. Así que pueden trabajar o idear, o crear algo…. Todo con una idea. Acumular bienes. En ese sentido su sensación de bienestar está en saber que tienen cada vez más; cuando  se combina con la envidia… ya te darás cuenta de su estado tan intenso de insatisfacción, y si se llega a combinar también con la codicia, es una triada de deseos de posesión, increíblemente dañina: avaricia, codicia, envidia.

Parafraseando yo considero que la gente (individuos, o grupos sociales, o países que padecen de avaricia)  son unos parafílicos del dinero, padecen de una perversión del dinero. Todo lo que sea dinero o represente dinero y como consecuencia Poder, será la ambición de la avaricia.

Al tener la enfermedad de  guardar  sin compartir, definitivamente que en ellos la mirada y las manos son importantes. Cuando las personas avaras no pueden almacenar dinero, se vuelven coleccionistas de cosas absurdas, tal como lo que hacen algunas personas obsesivas.

O como los coleccionistas, que sí tienen mucho dinero, dónde la satisfacción está en coleccionar (obtener, almacenar, no soltar), y sobre todo cuando coleccionan cosas muy caras y no se debe de soltar. El  almacenar, le llaman que  es una colección privada, es decir ese collar, ese cuadro está almacenado.  Es lo que en psicología se llama sublimar. Si se combina con codicia, pues algunas veces harán alguna exhibición  de sus colecciones.

HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DE LA AVARICIA

Yo considero que cuando una persona ya tiene la “Enfermedad de la avaricia” tenemos que pensar también en su odio, envidia, codicia, y algo mucho muy importante: tenemos que pensar en que lo    más seguro durante su infancia, no recibieron  amor, o si lo recibieron no fue el suficiente para ellos. En ésta vida, o… en otras vidas.

Así llegamos a otra conclusión: Para el avaro: ¡el dinero es amor! Mi hipótesis es que si a esa persona le faltó amor, ahora se está llenando de amor a través del dinero. Le es más fácil, obtener propiedades que amor. Y lo gacho es que con su conducta sigue despertando en los demás, tan solo interés y odio. Interés por sus propiedades, pero no para su  persona. Sigue sin recibir amor, y así como su interés está en el interés que cobra por el dinero ( o servicios) que presta, entonces las personas que acuden a él, solo van por interés (psicológicamente hablando), pero no se acercan a el por amor. La persona avara sabe perfectamente que despierta interés por sus posesiones, sabe que despierta interés por su dinero, y más coraje le da, y más se incrementa su avaricia, y su odio, entrando a un círculo negro imposible de salir por sí mismo.

Por eso otro de sus rasgos de carácter es ser desconfiado de cualquier expresión de amor hacia él.

Otro rasgo de carácter más de la personalidad avara es que suelen ser excesivamente amables: Por lo general el odio está sobre todo a nivel inconsciente, ¿has conocido una persona avara?.... ¿la recuerdas? por lo general son muy amables. En psicología a este mecanismo se le llama Trans- formación en lo Contrario”.

Ya mencioné que les es muy difícil regalar, y entonces algunas veces hacen lo opuesto, se vuelven excesivamente generosos al dar un obsequio. Su idea al regalar así, es  que le den amor… en esos momentos. Para nada lleva a cabo el consejo que nos dejó Cristo, de que ese tipo de acciones se deben de hacer en secreto para que se conviertan en acciones espirituales. Algún día escribiré sobre “Lo Secreto”, aunque una persona a quien quiero mucho, me haya sugerido que no.

EL AVARO Y LA SENSACIÓN DE PODER.

El se siente poderoso por lo que posee…. Poderoso ante los demás, pero ante sí mismo se da cuen- ta de su vida tan miserable. La persona con avaricia almacena para sentir la sensación de en gran- decimiento, para engrandecerse y sentirse superior. Entonces, al prestar se empieza a formar su reino, donde él es el rey, y los demás son sus súbditos, quienes le pagan tributo.

 Esto es cuando hablo de un rey, agrégale todos sus compañeros de un grupo. Estoy pensando en las guerras religiosas. La imposición de religiones, que realmente son una lucha de ideas. Es que es más gacho porque imponen sus creencias. A los conquistados, les roban, los matan, según ellos porque traen la verdad absoluta, y les implantan la religión que ellos profesan, ya será motivo de otra reflexión.

También estoy pensando en la implantación de ideas políticas a otros grupos o países, que ha sido otro de los males de la humanidad, y que va en contra de la hermandad espiritual en la Tierra.

Finalmente podemos decir que la persona avara o grupo político o religioso o país acumula poder.

Pero como estamos hablando de la avaricia en relación con la espiritualidad, entonces la mayoría de las religiones, lo que acumulan es Dinero y Poder: ideas, conocimientos, ideologías al servicio del Poder. Y que mayor poder que el decir que son representantes de Dios, y que tienen el poder de decidir por Dios, quien es pecador y quine no. Que comportamiento es malo y cuál no.

Todos los consejos para combatir la avaricia, en general, ninguna de las religiones  la llevan a cabo, al menos las que yo conozco.  Esto no sucede, ni con el Cristianismo, ni con todas las religiones derivadas del Cristianismo. Basta con que se quiten la venda de sus ojos, para que vean…. Que vean cómo viven y cuál es el comportamiento de sus dirigentes. Les recuerdo lo que dijo Jesús

• -Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará a otro…. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.
• -No junten tesoros  y reservas aquí en la tierra…. Junten tesoros y reservas en el Cielo.
• Solo voy a recordarles dos de las 7 actitudes hipócritas que condenó Jesús.  Pero por favor comprendan, esa crítica es válida no solo a los fariseos y a los maestros de la  Ley de su época; vale para nuestros guías espirituales, llamen como les llamen:

¡Ay de ustedes,  maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente del Reino de los Cielos. NO entran ustedes, ni dejan entrar a los que querían hacerlo.

¡Ay de ustedes,  maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís y el comino, pero no cumplen la Ley en lo que real -mente tiene peso: la justicia, la misericordia y la fe. Ahí está lo que ustedes debían de poner por obra, sin descartar lo otro 

Les invito a leer las 5 actitudes hipócritas restantes.

¿Por qué dijo esto Jesús?.... ¿Para qué, condeno éste comportamiento? Cristo mismo lo aclara:

“Pero no los imiten, PORQUE ELLOS ENSEÑAN Y NO PRACTICAN. Preparan pesadas cargas muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas”.

Cualquier cosa que se acumule y no sea para bienestar de la humanidad, de la hermandad terrenal es avaricia. En todas las religiones está presente la avaricia. Lo repito en todas las religiones está presente la avaricia, y, si a eso le agregan la codicia, la envidia y la voracidad, y el odio, estamos frente a un “coctel espiritual fatal” para todas las religiones que no pertenezcan a  la religión que se proclame como la religión única y verdadera. No estoy diciendo nada nuevo, ustedes lo saben. Recuerden que al menos para mí: ¡Dios no tiene dueño, ni es una marca registrada de una u otra religión!

CUENTO

Oye tu eres bien avaro, no gastas ni en comida ni en ropa para ti mismo.

Avaro: -tú estás muy equivocado, ¿Qué no has leído la biblia?, ¡me mal interpretas!  Yo me baso en la idea cristiana donde Jesús nos dice ¿no es más importante la vida que el alimento? ¿No es más importante el cuerpo que la ropa? Por eso yo no me preocupo ni por ropa ni por comida.

Definitivamente que si eres un avaro, la avaricia te tiene obnubilada la conciencia, y eres tú quien está mal interpretando a Cristo,  estás autojustificando tu propia avaricia, y lo peor, es que teniendo dinero, no gastas ni en ti.

Avaro: -¿yo? ¿Por qué? Yo creo que estoy bien

Lo qué nos enseña Jesús es: no solo, que no te preocupes tanto por tu comida o por tu vestimenta, que él de alguna manera nos va a ayudar, y que además tengas fe en ti mismo y en él. Pero también  nos dice que ¡nuestra vida y nuestro cuerpo físico, es lo más valioso que podemos tener sobre la tierra! Y para ti lo más valioso es el dinero y tus posesiones, que no quieres usar ni en ti. Y pensar que solo eres la mitad.

Autor: Dr. Pedro Cortines Hernández

La avaricia implica también, (y, es lo más oscuro y lo más negado): desear un poder sin límites basado en la acumulación de riqueza que se puede convertir en oro. La gallina de los huevos de oro es el mejor ejemplo, la mejor imagen  de la avaricia, que provoca codicia y envidia, y voraci -dad. El castigo está en que todo lo que toque es de oro. Es riqueza pura, y no lo puede usar.

Algo nuevo a agregar también es que la avaricia no es una emoción pasiva, el avaro no solo espera, él, va a buscar tener más riqueza. Por ejemplo: va a buscar digamos en el periódico quien vende casas y los va a pescar ahorcados y les va a comprar a bajos precios, muchas empresas también hacen lo mismo, compran empresas que estén en quiebra a precios ridículos para un empresario y las levantan.  Hay países que observan los conflictos de otros países a quien  defender. No van a invertir donde saben que pierden dinero. Hay muchas películas donde empresas avaras y voraces solo hacen tratos para seguirse enriqueciendo y jamás piensan generosamente ni en los trabajado- res, ni en la comunidad aledaña a la empresa.

La Estructura de un deseo:

 Ya hemos estudiado el deseo y su estructura en otras emociones. Les recuerdo que en toda estructura del deseo, para mí encontramos tres elementos a estudiar:  

El sujeto donde surge el deseo, o sujeto deseante, o simplemente el sujeto

El deseo del que se está hablando. La emoción o impulso.

El objeto deseado, lo que se desea, o el objeto del deseo, o simplemente el objeto.

Así que tenemos la siguiente estructura:
1.- un sujeto                                2.- un deseo                                  3.- un objeto

Hablando de la avaricia:

 Sujeto (avaro)                   deseo (avaricia)         objeto (bienes materiales, para atesorarlos)

La avaricia se va a expresar a través de diferentes formas, mencionaré algunas:

              Trabaja en exceso para                                                                       tener, almacenar, retener

               Ahorro en exceso para                                                                       tener, almacenar, retener

               Prestamista con intereses en exceso                                                tener, almacenar, retener.

               Robar en todas  las formas para                                                         tener, almacenar, retener

              Guerras, conquistas,                                                                             tener, almacenar, retener       

               Uso inadecuado de las leyes                                                               tener, almacenar, retener       

              Busca el poder, por el poder                                                                tener, almacenar, retener    

¿Cuento o qué?

-Oye ingeniero, ¿y qué haces aquí manejando un taxi? ¿Te corrieron de la empresa donde trabajas?........... ¿Supe que eres gerente?

-No, no me corrieron, lo que pasa es que los domingos descanso, pero quiero ganar un poquito más.

- ¿no te pagan bien, o qué? ¿O debes mucho o qué?

-No le debo a nadie. Me pagan muy bien, excelente diría yo…. Pero a cualquiera le gusta tener un poquito más de dinero.

Autor: Dr.  Pedro Cortines Hernández

RESUMEN:

La avaricia es la emoción que te impide ser generoso. Aunque tengas no das, cuando llegas a dar sientes que te están quitando algo de ti. La sensación del avaro al dar es que se desprende de algo de él, no es la sensación de compartir, menos de ser generoso o simplemente de dar. Cuando da algo tiene que ganar, a veces no es dinero lo que gana, pero gana su “ego”, se incrementa “su ego”. El avaro siempre daña a los demás. Es fácilmente reconocible, y su vida siempre es misera- ble. La gente se acerca a él, más que para pedirle; el no va a dar, a menos que sea por interés.  No hay misericordia en él. La avaricia da lugar a conflictos, peleas, guerras, es decir la gente que no tiene dinero lo va a atacar para obligarlo a que dé o preste, y, como él no quiere dar, el va a contra atacar.

Pero, no solo hay que pensar en la figura solitaria de un hombre quien se frota las manos, y que tiene una mirada fijada en la riqueza de los demás; también hay que pensar en la avaricia como la emoción de un grupo (político , o,  religioso), de una asociación, de una empresa, de una tribu, de un país: cuya finalidad es obtener (bajo cualquier medio), retener, acumular riqueza material ; y no soltar, no dar, pero eso sí, puede prestar “algo” con la finalidad siempre, de seguir  acumulando riqueza. 

La avaricia es una emoción totalmente antiespiritual, no considera hermanos a sus semejantes, y su corazón está puesto en los bienes de los demás, para quitárselos y acumularlos. Es una emoción innoble, egoísta, que se cuenta dentro de las emociones de posesión.

Toma conciencia de lo siguiente: Es que date cuenta, la avaricia no existe en la naturaleza. No existe en los animales… solo en el ser humano.

A nivel social: La avaricia es uno de los cánceres de la sociedad. De la comunidad, de la familia, de los países, del mundo. Si una sola persona ya es dañina para los demás, imagínate un grupo, o una sociedad, o un país donde están unidos por la avaricia. Realmente son algo abominable

El universo es generosidad es renovación continuidad, ritmo. El avaro y la avaricia va en contra de todo esto. La avaricia hace que bloquees el movimiento de las cosas. El avaro prefiere que se pu- dra lo que amontono, a que se circule. A dar. A soltar. La avaricia va en contra del amor, de la uni -ón, de la circulación dinámica del universo.  El mejor representarte de la avaricia es decir de lo que se acumula: es el dinero. (Jesús no lo dijo en vano). Pero puede ser cualquier otra cosa de valor. El no hacer uso de sus bienes está en contra de las leyes psicológicas, y cósmicas y espirituales. La avaricia, está en contra de todo eso, por eso se dice que es algo maquiavélico, por lo general impli- ca karma, el avaro se tiene que enseñar a ser generoso. El peor castigo para una persona avara es convertirse en la gallina de los huevos de oro.

• La avaricia es el impulso o deseo que empuja al ser humano a obtener, acumular y retener bienes o riquezas materiales, agrego: y Poder. Y le impide utilizar adecuadamente lo ganado.
• La avaricia se opone a la generosidad. No acumulan para el bienestar social.
• La avaricia está en contra de cualquier acción espiritual, como el perdón, la misericordia, la piedad, la generosidad, la hermandad. Desde éste punto de vista lo considero un impulso antiespiritual.
• En un sujeto, grupo, asociación religiosa o  política, o en un país donde predomina la avaricia, no puede coexistir la hermandad espiritual.
• La avaricia en las personas se reconoce porque su interés está fijada en los bienes materiales de sus semejantes; bienes que desea para sí, y van a encontrar la manera de obtenerlo.
• La avaricia cuando desborda a un sujeto, hace que la persona afectada por ella, lleve una vida miserable, por su incapacidad de utilizar su propia riqueza en sí mismo.
• La avaricia provoca en la gente que no es avara: enojo, odio, rencor, deseo de quitarle las posesiones al avaro. Jamás provoca reacciones de amor, y lo más triste que a veces ni en los mismos familiares provoca amor. La avaricia provoca avaricia en los mismos familiares.
• La avaricia está en contra del amor, en el mismo sujeto y en las personas que le rodean.
• La avaricia es un sentimiento egoísta, el avaro jamás piensa en los demás. Su riqueza material se convierte en posesiones materiales, y éstas  incrementan su “ego”, jamás su “yo”.
• Su corazón (amor),  está en depositado en su tesoro: las riquezas materiales, no en las personas.  Son corazones muertos ante la hermandad social y espiritual.
• Espiritualmente en el pecado está la penitencia. No pueden gastar lo que acumulan, pero además su avaricia la proyectan en los demás, así que la persona afectada por la avaricia, cree que todos los que se le acercan es por avaricia: le quieren quitar sus riquezas
• Las personas que se han dejado desbordar por la avaricia, padecen lo que yo llamo “la enfermedad de la avaricia”, sufren de lo que yo llamo “una parafilia del dinero”
• Las personas avaras provocan reacciones de falso agradecimiento en los otros.
• La avaricia provoca confabulaciones de hipocresía mutua, entre sujeto y objeto
• Cuando la avaricia se une a la envidia, empiezan a destruir lo obtenido y envidiado.
• Cuando la avaricia y la codicia se juntan empieza a presumir lo obtenido como si fuese un producto propio.
• La triada avaricia, envidia y codicia es un mal totalmente antiespiritual, que va en contra de los sujetos, de los pueblos, de los países y del desarrollo espiritual entre los sujetos, pueblos y países. La triada va en contra del amor al prójimo, va en contra del amor a  Dios.

Después de leer todo éste artículo y éste resumen, entonces te darás cuenta que las personas avaras, son personas que sufren mucho a todos los niveles. Ellos me dan mucha tristeza. Sufren a nivel biopsicoespiritual y social. Sufren de enfermedades físicas, de enfermedades psicológicas, de enfermedades sociales. Su tratamiento es muy difícil y complicado. Además raramente van a un tratamiento integral. Para cuando llegan a ir, sus enfermedades físicas ya se hicieron crónicas y muy graves.

Para empezar no van porque no quieren gastar en tratamientos. Segundo  ellos no se dan cuenta de su avaricia, solo saben que ayudan a las personas. Tercero: por ser tan materialistas,  si buscan ayuda generalmente será  por enfermedades físicas, jamás por problemas psicológicos o sociales. Cuarto: les es muy difícil ya sea a ellos mismos, o, a las personas que los tratan, diagnosticar la “Enfermedad de la Avaricia”. Muchos terminan suicidándose socialmente, otros psicológicamente y otros físicamente.

La persona con avaricia, básicamente tiene una incapacidad de amar.

Espero con éste articulo sensibilizar a las personas que lo lean, para poder detectar la avaricia y que las personas (al menos a nivel individual) sean comprendidas y apoyadas y guiadas a que busquen tratamiento integral, sobre todo tratamiento psicológico-espiritual.

Historia

Cuando murió el viejo vendedor de botones y cintas, dejó, para sorpresa de todos, una enorme fortuna en pólizas de seguros.

La cuál, sin embargo, no sirvió para consolar a su viuda, que se lamentaba:

“Mi pobre esposo… toda su vida trabajando incansablemente en la más absoluta pobreza, y ahora que Dios nos envía ésta fortuna, ¡él no está aquí para disfrutarla!”

Anthony de Melo

Bibliografía:

1. La Biblia     
2. Amor sin cadenas
3. La envidia
4. El inconsciente
5. La misericordia
6. Perdonar  
7. Tres cosas   
8. Lucha por el poder
9. Sobre la agresividad del ser humano
10. La evolución creativa del ser humano
11. La voracidad
12. La racionalización
13. La intelectualización
14. El perdonar
15. la Proyección
16. Lo inconsciente

Dr. Pedro Cortines Hernández              Miércoles 3 de Agosto de 2011

NADA

Mirarse en los ojos del ser amado

Imágenes de mí, en sus pupilas

¡Realmente es un maravilloso y único espectáculo!

Escuchar un ¡Te amo! junto a tu oreja

Sentir la tibieza de la voz de tu pareja

Percibir su aroma, impregnando todo tu ser

¡Es  toda una sensación difícil de comprender!

Tocar su espalda, con tus manos tibias y cariñosas

Osar tímidamente,  acariciar partes más intimas

Y percibir la bienvenida pudorosa, de tu amada

Mecerte amorosamente bajo la sombra de su cuerpo

Intimar amorosamente, segundo tras segundo

A veces me pregunto ¿Qué más puede pedir un ser humano?

Mirar que te miren

Oír que te escuchan

Respirar su aliento

Entonar, acompañando el canto de su cuerpo

Saborear el néctar de sus labios

Tener la certeza absoluta, de amar y ser amado

Unir  sus cuerpos y hacerse uno

¡Y, platicar con la naturalidad del sonido de la naturaleza!

Oh Dios, qué más puedo yo pedir: ¡Nada!

                                                           PETER

Dedico éste artículo con mucho cariño para Mi Cielo, de quien he aprendido muchas cosas, en quien no existe un solo gramo de avaricia, ni un una sola semilla de mostaza  de avaricia.  Donde esté, deseo de corazón y con mucho amor, que esté bien. Mi  admiración para esa maravillosa persona, a quien Dios, un día me la puso en mi camino.